Estaba lloviendo. La gente se encontraba corriendo por diferentes direcciones, intentado evitar aquella agua cristalina mojara sus cuerpos.
Aun así entre toda la multitud de personas logré ver tu imagen.
Tenías la mirada perdida, no te importaba el hecho de que te encontraras empapada de agua y tuvieras un resfriado asegurado.
¿Qué te había pasado?
Quise acercarme, pero antes de que llegara, un chico agarró de tu brazo derecho, haciendo que quedaran los dos debajo de la sombrilla.
Le sonreíste, aunque esta vez el gesto era fingido. Intenté ignorar lo que había pasado y proseguí mi camino.
Una vez más.