Raza Valiente

Capítulo III

Diana

Mi padre estaba delante de mí y no sabía si debía quedarme inmóvil o correr a darle un abrazo, no sentía la confianza suficiente para hacer lo segundo, pero también sabía que no debía hacer lo primero. Miré detrás de mí y vi a mi madre parada a un lado de la escalera

- Él es tu padre – afirmó –

- En realidad, vine a hablar contigo Tania – Dijo mi padre y me quedé perpleja, tanto tiempo uno en frente del otro y no me había dirigido la palabra –

- Puedes hablar en frente de Diana – Mi madre también se veía confusa por la reacción de él –

- Vine aquí para hacerles una propuesta del rey – explicó –

- ¿Del rey? Pensé que no sabía de nuestra existencia – Dijo ella dando un paso adelante –

- Descubrió la carta que me enviaste y tomó una decisión

- Sabía que no debía haber enviado esa carta, lo sabía ¿Ahora qué? ¿Nos matará? – preguntó angustiada –

- No, no lo hará, solo quiere conocer a su sobrina y darle una vida mejor en el castillo, si tú lo permites, claro – Dijo mi padre –

- ¡De ninguna manera! ¿Cómo puedo confiar en que mi hija estará bien? No se llevarán a Diana

- Madre – dije tomándole la mano – pensándolo bien, creo que es una gran oportunidad, quisiera hablar con el rey

- No hija, no es seguro, no quiero que nada te pase – Dijo acariciando mi rostro –

- No le pasará nada, yo la protegeré, confía en mí – Interrumpió mi padre –

- Estaré bien madre, si me dejas ir, podré informar al rey de lo que pasa en la aldea, estoy segura de que hará algo – Dudó por un momento –

- Ven mañana – le dijo a mi padre – Te daré la respuesta para entonces – sonreí al escucharla –

- Gracias – la abracé porque sabía que si le rogaba diría que sí –

- Mañana vendrá Dafer, mi hermano, a buscarte en la mañana, en caso de que vallas no necesitas empacar nada, todo lo que necesites estará en el castillo

- ¿No vendrás tú? – preguntó mi madre –

- Confío plenamente en Dafer – Ahora ella no estaba muy convencida – Tengo que volver al castillo – Mi padre se marchaba –

- ¿Eso es todo? – mi madre lo detuvo – ¿No le darás un abrazo a tu hija? – Mi padre sonrió y comenzó a caminar hacia mí –

- Por supuesto que le daré un abrazo a mi hija – Me rodeó con sus brazos, pero rápidamente se apartó – Aunque de ahora en adelante podré darle todos los que quiera, ya que no tendremos que escondernos – Sonreía forzadamente – Ahora tengo que volver al castillo – Entonces se marchó y miré a mi madre con pesar –

- Tranquila, pronto podrás hacerle todas las preguntas que quieras – puso su mano sobre mi hombro intentando consolarme –

Mi madre tomó la cesta que había en el centro de la mesa y se marchó a recolectar frutas, yo me quedé parada en el mismo lugar. Imaginaba que la primera vez que me encontrara con mi padre iba a ser diferente, no de esta forma, pensé que él estaría rebosante de alegría por verme, exactamente como lo estuve yo. Dejé de pensar en eso y subí a mi habitación, me cepillé el cabello como cada mañana y lo trencé, tenía que ver a Gor. Bajé las escaleras corriendo, cuando abrí la puerta mi amigo estaba delante de mí

- Vine a buscarte, a mi padre le está haciendo bien tus historias, tal vez tu no lo notes, pero yo sí – sonreí –

- Claro, vamos – Dije, pero esta sería la última historia que podría contarle a su padre –

Llegamos a casa de Gor y como siempre, estaba el señor Roman sentado en el sillón junto a la chimenea y con la mirada vacía hacia un rincón de la habitación

- Buenos días señor Roman – Le dije, me agaché delante de él y le puse mi mano encima de la suya, buscando su mirada –

- No puede responderte Diana – me recordó Gor –

- Cierto, lo había olvidado – Me senté en el sillón que quedaba al frente del señor Roman y Gor se quedó parado a mi lado –

- Hoy en la mañana cuando desperté, estuve pensando qué historia podría contarle hoy sobre su hijo y recordé el día que encontramos a un unicornio, estaba lastimado y tirado en el suelo con tres lanzas clavadas. No sabemos quién pudo hacer tal acto de crueldad, pero su hijo no dudó en ayudarlo, el pobre animal hacía sonidos de lamentos y Gor quitó cada lanza, detuvo el sangrado y vendó las heridas. Yo solamente lo ayudé un poco, después recuerdo que lo trajo aquí y lo mantuvo una semana escondido de usted, aún no sé cómo no se pudo dar cuenta – El señor Roman sonrió con un poco de esfuerzo, cuando me percaté de esto miré a Gor y ambos sonreímos – Al final, cuando el unicornio se curó de todas las heridas, antes de irse le hizo una reverencia a Gor, creo que fue una muestra de agradecimiento, después de todo dicen que los unicornios son más inteligentes de lo que aparentan – Roman cerró los ojos y se quedó dormido –

- Creo que debemos dejarlo solo, es suficiente por hoy – Dijo Gor tomando una manta y poniéndosela encima a su padre –

Salimos al pequeño jardín trasero de Gor, las flores estaban llenas de vida, nos sentamos en un banco, he estado esquivando la mirada de mi amigo desde la mañana y creo que él se daba cuenta

- Diana – dijo – Tengo que pedirte perdón por lo de ayer, sé lo mucho que admiras a los elfos y no debí haber dicho eso

- Eso no importa ahora, no necesitas disculparte – lo miré a los ojos – Mañana me iré de la aldea

- ¿A dónde vas?

- Iré al castillo – respondí –

- ¿Encontraste entonces la forma de hablar con el rey?

- Sí, pero voy a quedarme en el castillo, para siempre

- ¿De qué estás hablando? – preguntó confuso–

- Hoy conocí a mi padre – Gor se sorprendió al escucharme – es un elfo –

- ¿¡Qué!? – Se levantó del asiento de un salto – ¡Diana, tienes que esconderte, si el rey se entera que eres una híbrida...!

- Ya lo sabe, pero ha decidido perdonarnos y me propuso ir a vivir en el castillo – me levanté y lo abracé fuertemente – Prometo que vengo a verlos cada vez que pueda – me aparté – Pero de todas formas aún no es seguro, mi madre aún está decidiéndolo – Él seguía mirándome sin decir nada y suspiré – Si me voy mañana, asegúrate de contarle una historia a tu padre cada día, no seas modesto y pasa tiempo con él – le sonreí y me devolvió la sonrisa –



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En el texto hay: secretos, magia, sobrenaturales

Editado: 15.01.2022

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