Raza Valiente

Capítulo V

Orbom

Me probé el traje que llevaría hoy en la cena, Mirana se estaba preparando también, sería la primera vez que se presentaría ante Diana, cosa que no hizo antes porque odia el hecho de que yo le haya sido infiel, tuve que convencerla de hacerlo, después de todo, yo también aborrezco la presencia de a quién todos llaman mi hija.

Bajé al comedor con mi esposa del brazo, ella se sentó a mi lado, todos estaban en la mesa, excepto Dafer

  • Diana – Dije – Ella es mi esposa, Mirana
  • ¿Cómo estás querida? – Dijo Mirana intentando ser amable –
  • Bien, muchas gracias – respondió Diana con una sonrisa –
  • Oliver, ya debes haber visto a Diana – Dijo el rey – Ella a partir de ahora vivirá aquí, es hija de Orbom, nació fuera del matrimonio, por eso no sabíamos de su existencia
  • En otras palabras, es una bastarda – Dijo Melisa en voz alta y Diana bajó la mirada –
  • Melisa, por favor, compórtate – dijo Umbolrt –
  • No se preocupe mi rey, es cierto – Dijo Diana – Mucho gusto Oliver
  • Mucho gusto – Respondió este –
  • Es extraño, pero me resultas familiar – Las palabras de Diana lo hicieron ver algo nervioso –
  • Puede que me hayas visto en la aldea, he hecho muchas guardias allá – respondió –
  • Bueno, parece que Dafer no vendrá – interrumpió el rey el diálogo de Diana y Oliver – Podemos comenzar a cenar. Por cierto, Diana, creo que una vez te dije que me llamaras tío – Diana sonrió y asintió –

 

Mi hermano Umbolrt está haciendo todo lo posible por agradarle a la chica, no es porque la aprecie como él asegura, sino porque quiere aprovecharse del poder que él cree que ella tiene. Tal vez no lo pensé bien cuando cambié a mi hija muerta por otra chica

  • ¿En qué piensas? – me preguntó Mirana –
  • Oh, no es nada – respondí –
  • Solo deja de mirar a Diana – me susurró – ¿Acaso te recuerda a tu amante?
  • No vamos a tener esta discusión aquí – le dije –
  • Padre – Dijo Silvia – Oliver y yo queremos darles una noticia a todos, es sobre el casamiento – una gran sonrisa se dibujó en su rostro y puso su mano encima de la de Oliver –
  • Adelante querida – respondió el rey –
  • Hemos decidido que nos casaremos en dos días, no hay tiempo que perder – todos en la mesa nos fascinamos –
  • ¡Eso es maravilloso querida! – exclamó la reina con una gran sonrisa – Mañana comenzaremos a hacer todos los preparativos, tengo varias ideas – dijo emocionada –
  • Gracias madre

Silvia se veía tan feliz, Oliver no demuestra mucho sus sentimientos, pero estoy seguro de que lo está también, ellos se aman y se merecen estar juntos. 

Al terminar la cena Mirana y yo volvimos a la habitación, estábamos acostados en la cama y yo trataba de leer el final de un libro

  • Odio tanto a esa chica, desearía dársela de comer a uno de los monstruos que tenemos en las celdas del castillo, preferiblemente a Dorton – Dijo Mirana mientras se acostaba a mi lado – Con esa sonrisa tiene al rey hechizado, en cualquier momento será ella quién dará órdenes
  • No te debes preocupar por eso cariño – dije queriendo terminar la conversación y volví la mirada al libro –
  • ¿En serio la quieres como a una hija? – Volví a dejar de leer –
  • La odio tanto como tú – le respondí – Ahora, déjame continuar con mi lectura
  • ¿Entonces por qué la trajiste? – preguntó –
  • Porque Umbolrt me lo pidió – respondí desesperado –
  • Aun no entiendo por qué el rey le perdonó la vida, durante siglos ha ejecutado a cada híbrido que ha nacido
  • No lo sé, tal vez se conmovió cuando supo que tenía una sobrina – Mirana soltó una carcajada –
  • No querido, el rey no es de conmoverse, sino no estaría donde está ahora, siendo temido por todos, solo los idiotas creen que es bondadoso – Miré a Mirana y suspiré –
  • No deberías hablar así de mi hermano – le dije –
  • Yo solo estoy diciendo la verdad, ahora apaga las velas, voy a dormir

 

Atormentado porque mi querida esposa no me dejó finalizar el libro apagué las velas y me acosté a dormir.

Diana

Abrí mis ojos en la mañana, María ya había abierto las cortinas de las ventanas. Me di un baño y luego fui a vestirme encima de la plataforma, en frente del espejo mientras María amarraba la cinta de la espalda de mi vestido blanco y acomodaba la saya larga de este. Después trenzó mi cabello y puso adornos verdes en las ranuras de la trenza, abrí el cajón del tocador y vi el colgante que me había dado Gor la noche que partí hacia acá, me dio algo de nostalgia, puse el colgante en mi cuello y escondí el dije en el escote del vestido, es algo exagerado y no me gustaría mostrarlo. 

Bajé al salón principal del castillo y había una gran cantidad de duendes dirigidos por la voz de la reina, hacían los preparativos para la boda de mañana, aún no estaba terminado, pero al parecer el salón lucirá hermoso

  • Querida – Dijo la reina caminando hacia mí – Quería verte
  • Buenos días mi reina – le dije –
  • Buenos días, sabes que queríamos darte una fiesta de bienvenida donde invitaríamos a las hadas y duendes de la aldea, ya que sabemos que todos ustedes son muy unidos y además para que tú y tu madre se reencontraran
  • Sí – respondí –
  • Bueno, ya que mañana es la boda de mi hija, mandé a Dafer a ver a tu madre para hacer una lista con las criaturas más cercanas a ti y nos ha llegado esta mañana, hicimos invitaciones para todos ellos, en la tarde serán enviadas – Una gran alegría se apoderó de mí –
  • Muchas gracias, no sabe lo feliz que me ha hecho con esta noticia – Dije con una gran sonrisa, la reina tomó mis manos –
  • Por nada, lo menos que queremos hacer es separarte de tus seres querido – Dijo con una sonrisa amable – Ahora debo seguir con los preparativos



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En el texto hay: secretos, magia, sobrenaturales

Editado: 15.01.2022

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