Ice
Llegué junto a Dafer al jardín, mi padre estaba a punto de asesinar a Diana con su espada y con mi poder lo hice caer al suelo para impedírselo. Dafer dejó inconsciente a Mirana con un golpe y tomó el colgante elemental, luego se acercó a Diana y la ayudó a levantarse para llevársela de aquí, al parecer estaba herida. Volteé la mirada a mi padre que se recuperaba del ataque
Creé una lanza de hielo y se la arrojé a mi padre, pero la hizo pedazos con su espada, furioso vino corriendo hacia mí. Hice que una continua ráfaga de aire gélido para congelarlo y él se protegió con su espada que absorbía mi poder, no me detuve y utilicé todas mis fuerzas, pero por más que intentaba, su arma no dejaba que mi hielo lo alcanzara.
Me detuve agotada y entonces la espada de mi padre me devolvió todo el poder que había absorbido, fue doloroso y caí al suelo sin fuerzas, aunque recibí solo la mitad del daño que pretendí hacerle al rey.
Alcé la mirada y lo observé acercarse a mí – Jamás debiste traicionarme, tu hermana era capaz de vencerme, pero tú no eres tan fuerte como ella – Dijo mientras se acercaba lentamente, cuando estuvo a un metro de mí, lancé mi hielo a su rostro para detener sus pasos, pero no tenía la energía suficiente para vencerlo, dio un grito de dolor y cubrió su rostro con sus manos.
Me levanté del suelo balanceándome, mi padre me miró con rabia, aprovechó mi debilidad, vino corriendo hacia mí y clavó su espada en mi vientre. Di un gemido de dolor y lo miré con angustia, él observó detenidamente mis ojos tristes y mi rostro agonizante – Lo siento querida, pero no me dejaste otra opción – Dijo mientras acariciaba mi cabello blanco, y se inclinó para darme un beso en la frente, retiró su espada y me desplomé en el suelo.
Llevé mi mano a mi herida, sentía mucho dolor y ni siquiera tenía fuerzas para moverme – ¡Maldito! – escuché la voz de Dafer, alcé la mirada y ahí estaba, lo había visto todo – ¡Fuiste capaz de asesinar a tu propia hija! – continuó diciendo, desenvainó su espada y se abalanzó hacia mi padre, pero cuando las espadas de ambos se encontraron, la de Dafer se hizo pedazos. El rey lo pateó en el estómago haciéndolo caer al suelo – ¡Tú correrás la misma suerte! – Mi padre se acercaba a él, coloqué mi mano en el suelo y creé un soldado de hielo – Lucha – susurré con las pocas fuerzas que me quedaban, aunque esto solo lo detuvo unos segundos hasta que utilizó su espada más poderosa para destruir al guerrero de hielo en trozos – ¡Mi rey! – exclamó Salazar llegando al jardín – ¡Diana está escapando en un unicornio! – Mi padre dejó a Dafer y corrió para alcanzar a Diana.
Dafer
Observé a Ice tendida en el suelo a unos metros de mí, hubiese querido acompañarla, pero ya estaba muerta. No podía hacer nada ahora, me levanté del suelo y la miré con tristeza antes de salir corriendo detrás del rey, debo acompañar a Diana.
Editado: 15.01.2022