Razones peligrosas | Libro 3

11

A Merri no le importó toparse con mis padres en la habitación de la clínica.

El pobre de Brunell solo había atinado a llevarme al lugar más cercano porque a la ambulancia se le reventó la llanta antes de llegar a casa. Si me pongo a pensar en ello, sucedieron demasiadas cosas en un solo día.

―Margot, lo siento ―dijo en cuanto llegó a mi lado―, entrenaba a los novatos…

En verdad le creía, el idiota de Eli no habría dejado que Merri hiciera algo como un secuestro de nuevo, no en sus narices. Merri quiso acercarse, pero mi padre se lo impidió.

―Deberías largarte, Bastien ―dijo papá con la furia expresándose en su rostro―. Y pensar que era por tu culpa. ―Mamá hacía un notable esfuerzo por mantener la boca cerrada.

Me dolió ver a Merri bajar la cabeza.

― Papá, no es su culpa ―intervine tratando de tomar asiento, la maldita intravenosa que tenía en el brazo iba a perturbar a Merri, lo sé―. Sigo sensible por lo que pasó en el campus, es todo. ―Traté de ser parcial―. Nadie sabía que esos hombres vivían o que me iban a buscar. Solo acepté el chequeo del médico legista a pesar de sentirme mal. Fui negligente.

―Hija, en cuanto te den el alta, te vas con nosotros, esto ya es imposible ―dictaminó papá.

Me arranqué la aguja del brazo, erda, que duele una barbaridad, no es como lo hacen ver en las películas. La sangre salió como un chisguete y tuve que cubrir mi estúpida herida con la mano.

No mentiré que entré en pánico.

― ¿Qué haces?

― ¡Hija!

Me levanté esquivando a mis padres, para abrazar a Merri―. Tu brazo ―exclamó él preocupado. Negué con la cabeza y empecé a llorar, sus brazos y atenciones me reconfortaron.

― Perdóname por dudar, sabía que no era lo que parecía, solo que me ocurrieron demasiadas cosas, por último, mi móvil se murió, por eso llamé a Eli, iba a colgar cuando me dijo que estabas con él, y yo quería hablarte ―aclaré.

―Hija, tu brazo está sangrando. ―Papá quiso apartarme, por suerte mi mirada llena de resentimiento lo disuadió.

―No les bastó con dejarme sin trabajo, sin línea, tenían que bloquear mi cuenta de ahorros también ―confesé dolida, fui al banco para retirar algo de mis ahorros, quería darle un almuerzo sorpresa a Merri y descubrí que mi cuenta había sido confiscada por una presunta denuncia de lavados de activos fue lo más hiriente que colmó el vaso.

El gerente del banco era amigo de la familia, él me confesó que las órdenes provenían de una tía fiscal. Qué coincidencia.

―Ese dinero... ―Mamá se sobresaltó.

―Es mío, no he gastado un solo centavo de mis mesadas desde los doce años, por la misma razón que quería librarme de ustedes y no terminar odiándolos, el abuelo me ayudó con eso ―dije al borde las lágrimas, Merri cubría mi vena con un pañuelo―. Lo que ustedes me dieron como manutención para el mes, lo pueden recoger de la caja fuerte de mi habitación, se lo pueden preguntar a Bruno.

Eso descolocó a mis padres, era todo muy cierto. Yo podría vivir de mis patentes sin ningún problema. Las cremas corporales y tónicos para el cutis son muy demandados.

―Margot, no es el momento, el doctor…

¿Cómo un tipo como él podía ser tan atento?

― Señores, la condición de Margot no es...

―Su crisis nerviosa no es de tu incumbencia Bastien, tu mera existencia ha arruinado a nuestra hija ―escuchar a mi padre hablar así me dijo lo suficiente― ¿Jovencita, a dónde vas?

Donde pudiera lamer mis heridas.

―Adiós papá, mamá ―me despedí, no quería decir nada que pudiera arruinar lo poco que quedaba de nuestra relación familiar.

Merri me llevó con el médico para terminar mi revisión, la discusión con mis padres había alterado mis nervios de nuevo y terminaría pasando la noche en la clínica junto a Merri, felizmente, para cuando volvimos a la habitación mis padres ya no estaban.

Regresar a casa de Bags se sentía raro, estaba alerta, el médico dijo que arrancarme la vía no había sido buena idea, el otro idiota lo apoyó así que no le hablé en el camino, llegué a encerrarme en mi cuarto y fue cuando la oscuridad me causó cierto temor.

¿La doctora Sophie estaría espiando? ¿Habrá puesto cámaras? ¿Si Dereck la encontraba? Por primera vez, se me metió que podía ser más seguro que Merri los encontrara.

Demasiadas preguntas rondaban mi cabeza, no sé por qué me molestaba en la seguridad de ella, era una acosadora después de todo.

Terminé enviándole un mensaje de texto diciéndole que había un violador cerca de la zona, no contestó, pero ya había hecho mi parte, de repente recibí una respuesta.

«Siento lástima por ese individuo. Asistente»

Me descolocó un poco, no sé si Dereck terminaría como sujeto de estudios de la doctora, era genetista después de todo. Miré a mi alrededor, ya había revisado bajo mi cama y en el ropero, incluso el baño adjunto que también daba al pasillo, por último, cerré el pestillo de la ventana y aseguré las cortinas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.