Me encanta cuando sientes vergüenza, pareces niño castigado en el rincón y me frustra no poder ayudarte en esa situación en que escondes la cara y no puedo ver si lloras o no, o que te pasa, solo me guío por el color de tus orejas se ponen bien rojitas.
También me gusta cuando te enojas y estas todo serio, aunque me da miedo por lo que puedas decir (aunque solo pienso que estas enojado y eso haces que digas las cosas, pero a veces pienso que quizá lo dices en serio) o por no poder calmarte y que te vayas y ni siquiera se a donde, ni contestes mis llamadas ni mensajes.