Gracias por todo lo que me has enseñado hasta ahora y me enseñas cada día.
Gracias por toda la santa paciencia que has tenido desde que todo este hermoso desastre comenzó, por no haber renunciado a pesar de las veces que te lo dije y de como me portaba a veces contigo.
Gracias por que me volví a encontrar porque yo te di por perdido, en serio no pensé que hubiera alguien como tú, y pensaba que todos eran iguales por las cosas que he vivido y que tu ya conoces (lo siento por haber pensado así de ti en un principio), porque la vida me entreno para conocerte a ti y sobre todo tenerte paciencia y aguantar, hasta que te conocí y pude practicar lo aprendido contigo. Por que nunca fui tan sincera con alguien como lo fui contigo, y no te fuiste ni huiste después de todo como pensaba, porque no había sido yo desde hace mucho tiempo, porque pensé que no existía alguien en el mundo que compaginara tan bien conmigo y me vea diferente en muchos aspectos que no me vea raro sino que se ría o comience a preguntar para entenderme mejor.
Gracias por las sonrisas, y los abrazos de oso cuando lloro, por hacerme regresar de la biblioteca del centro comercial porque sabes que no saldré hasta que hojee cada libro que me gusta y comparar los precios. Gracias por no gritarme cuando yo si le he hecho gracias de todo corazón por todo lo que te he hecho pasar hasta ahora por mí.
Gracias por darme fuerzas cada vez que decaigo, por extenderme la mano cuando estoy llorando en el piso, por darme los ánimos, los abrazos, cuando ya quiero dejarlo todo gracias por todas las fuerzas que me das para seguir.