• Capitulo III •

Una vez estando en casa, saludó a su esposo Baekhyun y a sus dos hijas, se sacó los zapatos y el abrigo todo mojado, para luego ir a cenar con ellos.
Su esposo había preparado gimbap, es decir la comida favorita de él. Quien después de cenar se encargaría de lavar la vajilla y las niñas de ordenar los utensilios, para que luego el se pudiera bañarse e ir a dormir.
Una vez acostados, a punto de dormir, él comenzó a sentir un fuerte dolor de cabeza, algo anormal para él, quien nunca sufrió de tales. Al ver que este no descendía, fue hacía la cocina para poder tomar algún medicamento. Entre toda la oscuridad, debía pasar por todo el pasillo hasta llegar a la llave de la luz. En ese momento él se preguntó, por que decidieron poner la llave de la luz al principio del pasillo, pero bueno, en ese momento no lo podía solucionar. Tomando coraje, después de todo lo que había pasado durante el día, caminó por ese tan extenso pasillo, camino como si no estuviera solo, como si algo en su mente o el la realidad, lo estuviera persiguiendo y observando en todo momento.
Una vez del otro lado del pasillo, pudo encender la luz, y por fin, poder ver, que allí no había nada. Pero no. La puerta del baño estaba algo abierta, a mitad del pasillo. Se alcanzaba a ver que había un reflejo en el espejo.
Pero el nuevamente lo tomo como si no fuera nada, ¿qué podría haber? Nada. Simplemente nada. Al fin y al cabo, el estaba en la vida real, no en una película de terror o de suspenso.