Un día antes de la ultima prueba Cedric me presento a su padre, estuvimos toda la tarde en el callejón Diagon, llegamos antes de que se hiciera de noche a Hogwarts, estábamos sentados en el patio y Amos me contaba de uno de sus viajes, estaba recargada en el hombro de Cedric mientras él me hacía cariñitos en la pierna, su padre se distrajo hablando con Dumbledore, Cedric tomó mi muslo con fuerza y antes de que su padre volteara me susurro - En la noche tengo algo especial para ti - dejó un beso en mi cuello y se separó un poco, Amos siguió contándonos del viaje hasta que se tuvo que ir - Fue un placer conocerte, no se duerman tarde mañana es un día muy importante y el campeón tiene que descansar - se despidió Amos, Cedric me cargo en su espalda y me llevo cerca del lago negro.
Llegamos a una piedra muy grande, ahí estaba una pequeña cesta con comida junto con mis cosas para pintar, - Esto es muy lindo, muchas gracias - digo mientras le doy un abrazo - Pero ¿para que trajiste mis pinturas? - pregunté, Cedric se separó del abrazo y me giró hacia él lago, la vista era hermosa, la Luna media reflejada en el mar que parecía brillar de noche, había tantas estrellas y se podían ver algunas constelaciones, y todo acompañado del sonido del agua golpeando la arena , me quedé fascinada con la vista, - Tu, pequeña Samantha, me vas a hacer una pintura de este paisaje - dijo Cedric rompiendo con el pequeño espacio silencioso, - Vaya... a él campeón de Hogwarts le gusta mi arte, es un honor... - respondí mientras iba a preparar las cosas para empezar a pintar - Cedric... ¿donde voy a pintar? No tengo lienzo, ni pergamino -, - Creo que olvide eso... mejor vamos a comer en lo que pienso en algo... -, estuvimos comiendo galletas y frutas mientras platicamos sobre el torneo, - ¿Crees que alguien pueda morir en el torneo? - pregunto Cedric haciendo que casi me ahogue - Tengo un poco de miedo -, recorde que en mi guión había puesto que todo era igual que en los libros y no puse que no moría, me asuste al principio pero recorde la lifa y que podía poner que no moría y me tranquilice, - Nadie puede morir, todo estara bien, cuando ganes esa copa festejaremos en Hufflepuff por tu triunfo, tranquilo - les respondí acercandome a él para tomar su mano, seguimos comiendo y platicando hasta que se me ocurrió algo para pintar, - Tengo una idea para pintar - dije mientras me ponía de pie, Cedric limpio todo con un hechizo rápido al mismo tiempo que se levantaba del piso, - Quítate la camisa - exclamé mientras preparaba las cosas para pintar, - Oye tranquila, no vamos a coger arriba de una piedra... Pero nos podemos ir a la arena... - respondió quitándose la camiseta y abrazandome fuertemente por la cintura acercandome a él, - De eso hablaremos después... - le dije entre risas - voy a pintar el paisaje en tu espalda... anda acuestate boca abajo -, - Eso suena excitante - susurra, me da un beso en el cuello dejando una marca haciendome jadear - Vamos a la arena... -, - Me gusta a donde va esto pero ya me emocioné con pinar tu espalda ¿No quieres qué te pinte? - dije haciendo poniendo una cara triste, - Yo hago lo que tu quieras... - Me levanta en sus brazos como princesa y con un hechizo lleva las cosas a la arena, se recuesta boca abajo y me siento en su espalda baja para empezar a dibujar, - Sabes esto me está excitando... Piénsalo tu arriba de mi, sólo me doy vuelta y sería más perfecto de lo que ya es... - Dice pasando sus manos por mis piernas, - Diggory... Ya casi termino, quédate quieto un momento... -, no pasó ni un minuto y me levanté, me paré en frente de él y le dije - A la mierda con la pintura, cojeme Diggory... -, tomó mis piernas para levantarme e iniciar un beso apasionado, sus manos vagaron entre mi cintura, trasero y muslos, me bajo un poco para que su miembro tocara con mi parte baja, posó sus manos en mis caderas y apretó con fuerza mientras me movía para que nuestras partes chocaran, bajo el beso por mi cuello y a mis pechos, en un rápido movimiento me separó un poco para sacarme el vestido, no llevaba ropa interior más que la parte de abajo, - Eres hermosa ¿sabías? - dijo mientras nos acostabamos en el piso, - Lo sé - le respondí de forma sarcástica haciéndolo reír, se puso arriba de mi y beso mi cuello, mis pechos, mi abdomen, hasta que llegó a mi parte baja, comenzó a acariciar mi clitorís sobre mi ropa interior haciéndome gemir, estira un poco la ropa para dejar ver mi clitorís y comienza a masajearlo con su lengua, deja besos con la boca abierta en toda mi parte baja, mis gemidos ya no los podía controlar, subí mis piernas al rededor de su cabeza - Cedric... Mierda... No pares... - gemí y él aumentó su paso, mis piernas temblaron levemente, metio dos dedos sin previo aviso haciendome gemir fuertemente, con su boca succionaba mi clitoris y sus dedos los metia y sacaba con rapidez, una ola de calor se apoderó de mi cuerpo y con un gran gemido termine en su boca, - Sabes tan bien - dijo Cedric lamiendo sus dedos - Seré un poco rudo, si te sientes incómoda o te lastimo dime que pare -, se puso sobre mi, estiro más mi ropa interior haciendo que se rompa e introdujo su miembro completamente dentro de mí haciéndome soltar un fuerte gemido, agarró mi cintura con las dos manos y apretó dejando sus manos marcadas, comenzó a embestirme con fuerza metiendo su miembro muy profundo, subió una de mis piernas a su hombro y me penetró más profundo, mis gemidos eran de dolor pero no quería que parará, era un dolor placentero, sentí como su miembro palpitaba dentro de mí y mis paredes se apretaban a su al rededor, nos corrimos casi al mismo tiempo, pero él no paró, sus embestidas tenían la misma fuerza y velocidad, me corrí otra vez ante la sobreestimulación, salió de mi rápidamente y me cargo, me sentó sobre él y volvió a meterse dentro de mí, solté un gemido de dolor, - ¿Estas bien? ¿Quieres que paré? - preguntó aún dentro de mí, - No... No pares... - dije antes de que pusiera sus manos en mi trasero y me moviera para tomar el ritmo, mis uñas se clavaron en su espalda mientras besaba mi cuello, nuestras respiraciones eran pesadas y entre cortadas por gemidos, entendí el ritmo y paso sus manos a mi espalda para acariciarla, comencé a moverme en movimientos circulares y a dar pequeños saltos sobre él, mi clitorís se estimulaba contra su piel haciéndome gemir, mis piernas empezaron a temblar y baje la velocidad, el tomó mis caderas y me movió con fuerza hacia él, mis manos en su cabello despeinandolo y estirando un poco mientras me besaba apasionadamente, sentí nuestros latidos en la parte baja y vi como se sonrojaba, con un fuerte gemido alcanzamos otro orgasmo.