Capítulo Cero:
Hace 16 años atrás.
Estoy en la casa de mi abuela.
La casa de mi abuela parece un museo lleno de cosas antiguas, es mi primera vez aquí, desde que tengo memoria no me acuerdo de mi abuela. Mi madre y mi abuela no son muy unidas, le preguntó a mi madre de por qué no he conocido a mi abuela y la única excusa que me da mi madre es que tiene una vida muy atareada.
Estamos esperando a mi abuela en la sala de estar. Porque voy a pasar una temporada con ella, ya que mis padres tienen que viajar a una conferencia de trabajo y como no hay quien me cuidé. Porque las niñeras están muy ocupadas y mis tíos tampoco pueden cuidarme, entonces les tocó que decirle a mi abuela que me cuidara de mí y ella aceptó. Y pues aquí estamos en la casa de mi abuela esperando que ella baje.
Mi vista se va a las escaleras donde baja una señora como de 35 a 40 años, se mira bien cuidada, tiene un vestido floreado que le llega hasta las rodillas y es muy ajustado a su cuerpo, su cabello es de color café, sus ojos son verde pálido, su piel es bronceada, desde lejos se puede ver que porta elegancia.
Si la comparamos con mi madre se les puede ver que tienen cosas en común, cómo sus ojos que gracias a ellas heredé yo, el porte de elegancias que carga, pues eso no heredé y un buen cuerpo eso si no sé. Yo apenas tengo 8 años a ver si tendré los genes del cuerpo.
Ya veremos.
Ya estando todos abajo, mi madre comienza hablar.
—Gracias por atenderme madre, sé que tu vida es muy atareada — le dice mi madre — ella es mi hija.
Mi abuela a la hora de verme, sonríe.
— Hasta qué me presentas a mi nieta — observa a mi madre y deja de sonreír— según tú no me querías cerca de tu familia, y mírate ahora estás aquí — señala a mi madre con las manos.
— Si lo sé, sé que fue un error y ahora no me quieres ayudar, pero sabes que no me arrepiento madre — la última palabra que dijo mi madre salieron con desprecio.
—Sabés, porque te acepté la propuesta de cuidar a mi nieta una temporada — su voz suena muy calmada, y con un tono de arrogancia. — porque sé que ella sacó todos mis genes.
—Ya lo sé, no tienes que decirme lo mismo cada vez que nos vemos. — mi madre se acerca un poco a mi abuela. — pero sabes que te la dejo, no porque yo quiera.
—Lo sé, sé que sientes desprecio por mí, pero no puedes hacer nada por ella. Tarde o temprano ella lo tiene que descubrir, es mejor temprano que tarde.
—Si lo sé, entonces si la vas a cuidar madre.
—Si hija.
—y al trato que tenemos, no debe saber nada ¿SI?.
— Sí.
Mi madre se voltea hacia mí.
—Te me cuidas mucho — me besa la frente — dentro de poco vas a estar con nosotros.
—Si madre — es lo único que puedo decir, porque si hablo voy a comenzar a llorar, y como mi padre me dijo una vez llorar es para los débiles y tú no eres débil podés ser muchas cosas pero débil nunca.
—voy a bajar las cosas del carro — dijo mi madre.
—O no te preocupes, ya están las cosas en su dormitorio — dijo mi abuela.
Estuvieron hablando de muchas cosas, hasta que mi madre se despidió y se fue. Entonces desde ahí comencé a vivir una temporada en la mansión de mi abuela.
✨✨✨
Hola a todos espero que les guste esté capítulo.
dejen su comentario, acerca de está historia nueva. 🙈