Realities | Draco Malfoy

Capítulo 9

𝕽| 𝒄. ₀₀₉
—𝓒.𝓑─

Draco, Blaise, Pansy, Theo y yo, ocupábamos dos pupitres justo al final del aula de Encantamientos. Aquel día teníamos que practicar lo contrario del encantamiento convocador: el encantamiento repulsor.

Debido a la posibilidad de que ocurrieran desagradables percances cuando los objetos cruzaban el aula por los aires, el profesor Flitwick había entregado a cada estudiante una pila de cojines con los que practicar, suponiendo que éstos no le harían daño a nadie aunque erraran su diana. No era una idea desacertada, pero no acababa de funcionar. La puntería de Crabbe y Goyle, sin ir más lejos, era tan mala que no paraban de lanzar por el aula cosas mucho más pesadas: como, por ejemplo, al propio profesor Flitwick.

—Creo que exageras, Draco —dijo Blaise, mientras el profesor Flitwick, con aspecto resignado, pasaba volando por su lado e iba a aterrizar sobre un armario grande.

—Nuestras madres están locas, ¿a que no, Theo? —le dijo Draco en voz baja, como si temiera que alguien lo escuchase.

Aquella clase era el marco ideal para contar secretos, porque la gente se divertía demasiado para prestar atención a las conversaciones de otros. Durante la última media hora, en episodios susurrados, Draco les había relatado las cosas que su madres hicieron por ellos cuando ambos eran niños.

—¿Son madres o dementes en fuga? —preguntó Pansy con los ojos encendidos de "interés", mientras repelía un cojín con un movimiento de la varita (el almohadón se elevó en el aire y golpeó contra el sombrero de Tracey Davis, el cual fue a parar al suelo.

—Hablo enserio, Pans —dijo Draco, moviendo la varita sin prestar mucha atención, de forma que el cojín se precipitó del pupitre al suelo—. Rita dijo que una primicia como esa daría mucho que hablar; no la dejará ir tan fácil. Le pedí que hablara primero de la sangre sucia Granger, pero...

—¿Qué? —exclamé sorprendida, mientras mi segundo almohadón salía por el aire rotando, rebotaba en la lámpara del techo y caía pesadamente sobre la mesa de Flitwick—. Draco... ¿aún piensa escribir sobre Hermione?

—¿Sí? —respondió bastante seguro de sí—. Ni pienses que trataré de persuadirla, apenas pude lograr que no ponga tu nombre en letras grandes, aunque no se que tan correcto sea confiar en ella.

Mientras hablaba, repelió un cojín, que se fue volando por el aula y aterrizó en la caja a la que se suponía que estaban apuntando todos. Blaise miró a Draco bastante pensativo... Era verdad que se las ingenió para aplazar la fecha de publicación de la revista Corazón de bruja, diciendo que tenía noticias que le interesarían a Rita; pero el que mencionara el apellido Bellerose fue suficiente para que esta se anime aún más a publicarlo, ignorando las sugerencias de Draco.

—Me da igual lo que diga Rita —repuse—. Mis papás no son tontos. ¿Por qué tendrían que importarles lo que diga esa tonta revista? ¿Acaso ellos no son muy...

—... diabólicos? —se apresuró a decir Pansy—. Vamos, Camila, a ver, ¿por qué Draco estaría tan aterrado entonces?

—¿Y por qué le importaría tanto? —preguntó a su vez Theo alzando una ceja con bastante obviedad.

Dudé algunos segundos responder, puesto que, mi respuesta era una completa locura. Aún así, no pude evitar reír y decirlo de todas formas:

—Lo que pasa es que me ama.

—Esa cosa no tiene sentimientos —afirmó Pansy metiendo su cojín en la caja, mientras señalaba a Draco con su dedo índice.

—Sigo aquí —dijo Draco en tono grave. El cojín cruzó el aula sin desviarse y aterrizó de forma impecable sobre el de Pansy.

La sorpresa que todos nos llevamos a la mañana siguiente fue más de lo que esperábamos; no fue la revista Corazón de bruja la que publicó aquel suceso, sino el diario El Profeta: la primera página tenía de portada mi flamante pose ante la cámara de Skeeter, y unas otras dos abajo en donde lucía que yo me abalanzaba sobre la mujer sin contexto alguno, y la otra sobre esa en donde le tiraba una jarra de cerveza de mantequilla.

¿HEREDERA O MAJARETA?

¡Queridos lectores! Rita Skeeter aquí, con un explosivo informe sobre la controvertida Camila Bellerose, heredera de dos linajes poderosos. Parece que esta joven ha estado causando estragos y dejando a todos boquiabiertos con su comportamiento desenfrenado.

En un encuentro desafortunado con nuestra reportera, Camila mostró una conducta absolutamente desquiciada. Sin previo aviso, arremetió contra Rita, lanzándole una jarra de cerveza de mantequilla que había arrebatado de un cliente inocente en Las Tres Escobas. Este acto de violencia solo deja en evidencia el nivel de vandalismo y descontrol que rodea a aquellos relacionados con Harry Potter, el famoso campeón de Hogwarts.
Según testimonios, Camila se muestra como una niña consentida y malcriada, lejos de las expectativas depositadas en ella por sus distinguidas familias. Parece que el nepotismo no le ha servido de mucho, ya que su comportamiento deja mucho que desear.
Además, resulta inquietante el silencio que envuelve a sus compañeros de Slytherin cuando se les pregunta sobre ella. ¿Será que el miedo o algún tipo de influencia los obliga a guardar silencio? ¿O acaso la violencia y la indisciplina son moneda corriente en las mazmorras de Hogwarts?
No es de sorprender que Rita tenga más para contar sobre los amigos de Harry Potter, y en su próxima publicación en la revista Corazón de Bruja, profundizará en la infame y salvaje amiga del joven mago, Hermione Granger. Parece que esta historia está llena de peligrosas femme fatales.
El comportamiento de Camila no solo refleja negativamente en su propia imagen, sino que también mancha el prestigio de las familias Bellerose-Archibald. Sus antepasados eran conocidos por su excelencia y nobleza, pero la joven parece haberse alejado de ese legado.
Aunque Nathaniel Bellerose era un estudiante destacado y admirado, y Josephine Bellerose-Archibald fue una brillante magizoóloga y descubridora de nuevas especies mágicas, Camila parece no haber seguido sus pasos y ha optado por deshonrar su linaje.
Es triste ver cómo esta supuesta futura heredera de dos grandes familias se convierte en objeto de ridículo y vergüenza. ¿Será capaz de redimirse y demostrar que merece llevar el nombre Bellerose-Archibald? ¿O será recordada como una niña consentida más?



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En el texto hay: draco malfoy, dracomalfoy, realidaddeseada

Editado: 31.08.2024

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