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—𝓒.𝓑─
La familia Parkinson y Nott eran tan intimidantes como imponentes, al igual que la madre de Blaise, eran sangre puras extremistas; me aterraban mucho más de lo que alguna vez los Malfoy pudieron a primera impresión, tanto así que tuve que saltarme el desayuno y almuerzo para ponerme una vestimenta diferente a la que había elegido usar, a la vez que me animaba a calmar mis nervios. Nada podía salir mal.
—Su madre la asesinará, te lo aseguro —oía la voz de Draco a lo lejos.
Me aferré más al barandal y terminé de bajar las escaleras con éxito. Cerca del vestíbulo, mis tres amigos se encontraban charlando. Pansy lucía tan aterrados como todos, pero lo disimulaban tan bien que cualquiera creería que solo están disgustados, era tan distinto verlos fuera de la escuela.
—¡Por fin! —exclamó Theo cuando me acerqué a ellos. Automáticamente Draco me tomó del brazo y abrió los ojos de golpe, exigiendo una explicación.
—Los vi a todos lucir como si fuesen a un funeral, así que volví a mi habitación a cambiarme de atuendo —expliqué rodando los ojos y señalando mi nuevo conjunto de ropa con las manos.
—Claro que iremos a un funeral —declaró Pansy— Al tuyo.
Al momento en que traté de responder, mi madre apareció en el vestíbulo, haciendo resonar sus tacones por todo el lugar, con la cabeza en alto. Se veía distinta e intimidante como el resto, cualquiera pensaría que no es un terrón de azúcar como acostumbra ser.
—Hablamos luego —musitó mamá pasando a mi lado, sonriendo fingidamente hacia mis amigos, para luego indicarnos que ya podíamos pasar a la sala.
El padre de Theo y la madre de Blaise charlaban como viejos amigos, mientras que los padres de Pansy lucían algo serios mientras intercambiaban algunas cuantas palabras con mi padre y los Malfoy.
—Ella debe ser Eloise, ¿cierto, Josephine? —oí que dijo la madre de Pansy al ser la primera en notarme llegar a la sala, llamarme por mi segundo nombre.
—Sí —respondió mi padre en lugar de mi ella, la cual me empujó levemente con el codo para invitarme a saludar a los huéspedes. Al hacer una reverencia inclinándome ante ellos, un mar de risa llenó el comedor al instante. Mis mejillas estaban más que rosadas. Al parecer hacer el ridículo era mi esencia.
—Que curiosa —oí comentar al padre de Theo, un hombre considerablemente mayor que el resto, lúgubre y misterioso.
Su atención se divagó casi al instante cuando continuaron con la charla previa a mi llegada, por lo que sentí unos dedos rodear mi muñeca y jalar de esta, llevándome fuera de la sala nuevamente.
—Necesitamos todos los detalles ¡ahora! —decía Pansy, mientras que continuaba tirando de mi muñeca para acelerar mi caminata.
—¡Pero ya te dije todo por escrito, Pansy! —respondió Draco, mientras doblábamos por un pasillo que llevaba a la parte trasera del lugar.
Theo soltó un bufido lleno de molesta lo suficientemente fuerte como para que captáramos su enojo—: Draco, "Camila y yo hemos descubierto algo súper secreto dentro de Hogwarts" no es "todo".
Automáticamente todos a excepción de Draco, reímos ante la revelación de Theo. Recuerdo que Malfoy fue bastante "cuidadoso" con las cosas que escribía en cartas, puesto que, la información era demasiado delicada para tratarla por ese medio, pero no creí que fuese tan necio para hacer algo así.
—Si estamos aquí, es por Camila. Al menos ella nos dio más "información" sobre lo que se trataba.
—Les dije que vinieran solo ustedes, sus padres no estaban invitados —le reprochó Draco a Pansy, quien rodó los ojos y finalmente me soltó cuando llegamos al patio trasero de la casa.
El jardín era diferente al de la mansión y finca; este, tenía algunos que otros arbustos y hermosa flora que daba un toque de ensueño al lugar. Aunque debo admitir que echaré de menos las cosechas de mamá, sé que amaré estudiar las distintas rosas y flores aquí.
Todos tomamos asiento en una pequeña mesa redonda bajo una gran sombrilla que nos cubría perfectamente a todos.
—Papá no quiso desaprovechar la oportunidad de ver a los padres de Camila, dijo que tenían asuntos pendientes.
—Y mamá dijo que quería ver a Josephine y Narcissa.
—La mía igual, aunque sospechoso que sólo vino por el padre de Theo.
—Eso es asqueroso.
—Suficiente —los detuve al instante.
Naturalmente me habrían ignorado, pero al parecer, su curiosidad fue más grande esta vez—. Si Draco y yo los reunimos aquí antes de tomar una decisión, fue para puntualizar bien y recordarles que lo que haremos es sumamente peligroso.
—Yo no...
—Cállate. —lo silencié sin dudar—. Es por eso, que quiero saber si todos aquí están de acuerdo en proceder con lo que tenemos en mente.
Pansy y Blaise aceptaron sin dudarlo, pero Theo se mantuvo en silencio durante algunos segundos, antes de atreverse a decir algo—: Quiero que me repitas todo lo que sepas.
—Vamos, Theo, no seas aguafiestas...
—Pansy, a pesar de que deteste mi vida, la valoro lo suficiente para no ponerla en peligro ni a mi brillante futuro; así que cierra la boca.
La mirada burlona de Draco chocó con la Blaise, ocasionando que la peligra se disgustara al instante y todos volvieran a mí a la espera del informe.
—Según Maya y Mérula, las Bóvedas Malditas, son unas bóvedas...
—Es claro ¿no? —se burló Theo limando las asperezas con Pansy y logrando que ella suelte una risita—. Disculpa, continúa.
—Son unas bóvedas ocultas en Hogwarts. Hay personas que dicen que albergan tesoros invaluables como oro, profecías y otros artefactos mágicos poderosos que datan de antes de que se fundara la escuela, mientras que otros creen que contiene magia oscura, su origen es incierto. Antes de Jacob (el hermano de Maya) demostrara su existencia, la mayoría creía que no eran más que una leyenda. La investigación de Dumbledore sobre las bóvedas reveló que se había realizado una terrible cantidad de trabajo en su construcción y que uno solo podía adivinar que, para lo que sea que estuvieran construidos para contener, se deducía que era incluso más increíblemente y complejo que la magia que solía hacer las bóvedas por sí mismas, sin mencionar que lo que sea que contengan es mucho más terrible.
Hogwarts siempre fue pensando como un lugar seguro, así que la escuela asumió la responsabilidad de salvaguardar y proteger lo que es peligroso para que no caiga en las manos equivocadas. Cuando Jacob fue a buscar las bóvedas, puso en peligro a toda la escuela en el proceso, y fue expulsado. Maya se propuso a buscar las bóvedas para encontrar a su hermano, quien desapareció luego de su expulsión.