Realities Of Wilds: Episodio I - Horizonte

Capítulo I: Génesis Predeterminado

Oposat, una realidad de las tantas que existen en el vacio, donde las guerras han profanado la naturaleza ya que en cada viaje cronoexistencial a acelerado la decadencia la tierra, llegando en estos momentos a un nivel critico y ahora esto se ubica en parte oscura de Oposat.

Krónoda un pequeño de 5 años estaba listo para dormir, fue cuando escuchó un alboroto en la sala, como tenía miedo se quedó en su cama, se cubrió hasta la nariz del terror que le había provocado, asustado escuchó como cerraron la puerta de la entrada de su casa de una manera agresiva por lo que ignoró su miedo, sostuvo en sus manos su peluche favorito el cual era un dragón negro cromo con una refacción de luz de color morado y fue a enfrentar su destino. Al bajar de las escaleras y llegar al primer piso, vio a 3 individuos, su madre, su padre y alguien desconocido que vestía ropa negra con una máscara que le cubría medio rostro y solo podía ver sus amenazadores ojos rojos.

—No, no a mi hijo no le hagas daño—Dijo La madre de Krónoda, viendo que su hijo había bajado las escaleras.

—No tendrás nada aquí ¡Vete de aquí!—Gritó Él padre de Krónoda, agarrando un cuchillo como arma e interponiéndose adelante de Krónoda y su amada.

Él padre de Krónoda desesperado por la simple estancia del desconocido rápidamente se abalanzó contra él sin embargo su enemigo rápidamente evadió los ataques y en un acto fugaz desenvainó una daga de su mano, se la enterró en el estómago al padre y lo tiró en el piso mientras el padre de Krónoda se trataba de quitar la daga. La madre de Krónoda horrorizada por tal acto fue a ver a su amado y dejando al pequeño Krónoda indefenso

—¡¿Por qué?!—Dijo la madre llorando y sosteniendo a su amado en sus manos.

Él desconocido rápidamente sacó una pistola extraña y le dio un balazo en la cabeza a la madre de Krónoda dejándola sin vida al instante. 

—Vámonos de aquí—Dijo él desconocido, agarrando al pequeño Krónoda de una mano, al agarrarlo de la mano a Krónoda se le cayo se peluche de dragón.

—Espera—Dijo Krónoda.

—¿Por qué?—Contestó él desconocido. 

Krónoda se soltó de la mano de él y fue por su peluche que se la había caído. Él desconocido vio a Krónoda con ojos de ternura ya que recordó que todos debemos de tener un recuerdo de un suceso caótico.

Durante todo el camino el desconocido intentó hablar con Krónoda sin embargo no podía ya que él pequeño seguía bastante espantado.

Ubicado en alguna parte desconocida de Oposat.

Al llegar a su destino Krónoda se vio impactado por lo enorme de la casa del desconocido.

—Deja me presento soy Insuren, antiguo paladín de la guerra...pero ahora soy un errante temporal—Dijo Insuren, el errante, quitándose la máscara.

—Mi nombre es Krónoda—Dijo Krónoda con voz temblorosa.

—Ya se tú nombre no es necesario que me lo repitas—Dijo Insuren, el errante.

—¿Por qué asesinaste a mis padres?—Preguntó Krónoda, observando su peluche con cierta ternura y de esta manera evitando la mirada del asesino de sus padres.

—Diré que a veces debes de adelantar el futuro, antes de que el te adelante—Dijo Insuren, el errante, encaminando a Krónoda a su habitación.

Krónoda se quedó pensando en su agitada y extraña noche por lo que solo pudo abrazar su peluche con mucha pasión y unas cuantas lagrimas.

3 Semanas después.

Krónoda encontró la biblioteca de Insuren, el errante, y empezó a husmear los libros. En ellos encontró una serie de 10 Grimorios sobre la realidad. El Grimorio 1 mencionaba amuletos para las diferentes fuerzas sobrenaturales. Krónoda le interesó, encontró los materiales en la misma de casa y se colocó todos los amuletos sobre él.

—No te pongas todos los amuletos—Dijo Insuren que rápidamente fue a quitárselos.

—¿Por qué?—Dijo Krónoda, dejándose que se los quitara.

—Si te colocas todos se invierte el efecto y te dejas vulnerable a efectos maléficos. Con estos libros no se juegan—Dijo Insuren, el errante, colocando los Grimorios en donde Krónoda no los alcanzaría.

Krónoda se dejó el colgante en contra de la corrupción y colgándole otro a su peluche.

Al día siguiente.

Krónoda siguió con el interés en esos libros raros por lo que con dificultad se subió a una escalera y agarró los libros restantes. Siguió con su secuencia, por lo que abrió el Grimorio 2, al abrirlo notó que trataba sobre la alquimia, de las diferentes transmutaciones, las cuales son las de sentimientos o individuos. El Grimorio 3 señalaba a unos seres hiperpoderosos, eran los elementos mismos o también conocidos como los Dioses Bestiales y que les podían ceder su poder a los simples mortales. Estos dioses bestiales eran: Arrania, una ent que tenía el poder sobre la tierra o geokinesis; Arshalai un grifo que tenía el sobre poder el aire o aerokinesis; Polandral un pegaso que tenía poder sobre el agua o hidrokinesis; Faxdol un fénix que tenía poder sobre el fuego o pirokinesis; Aksirel una harpía que tenía poder sobre la luna o selenokinesis; Ensolaia un basilisco que tenía poder sobre el sol o heliokinesis y; Xuladral una gárgola que tenía poder sobre la sombra o umbrakinésis. Cuando iba iba a saltar de pagina nuevamente llego Insuren, el errante para irrumpir al pequeño Krónoda, arrebatándole el libro.




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