Rebelde

CAPITULO 4

PLAN INFILTRADAS.

(4)

8 DE DICIEMBRE DE 1954

8: 00AM

Todos están corriendo de aquí para allá, debido a la celebración de la independencia de nuestras tierras, pero eso no lo único que provoca, que mis amigas y yo estamos en el salón de música, mejorando el recital que realizamos desde que llegamos a esta institución, es por el rey, el cual también es mi padre, siempre trata de venir este día, visitando a la oveja negra de la familia, o sea, a mí.

Toco las últimas piezas para terminar de ejecutar la melodía en el piano y lanzarme de cabeza a las cuerdas, provocando un sonido grotesco, mis compañeras de tortura repiten mi acción, tirándose al suelo sin ninguna clase de modales, mientras suspiran, quejándose junto a mí de las insufribles e interminables horas de ensayos, para una presentación que hemos realizado tanto, que ya la sabemos de memoria, entre a muy temprana edad a este lugar, después de una diminuta broma a todo el reino.

El cansancio es palpable en nuestras expresiones, más porque la señorita Dorotea la nueva institutriz, es la supervisora de que todo salga bien, esa mujer es un témpano de hielo, sin sentimiento y nos hace trabajar más de lo que deberíamos, es una persona muy silenciosa y demandante, simplemente es inmune a todos nuestros desplantes.

— ¡Levántense!, ¿Dónde están sus modales?, ¡por Dios! son las señoritas de las familias más respetadas de la nación, deberían mostrar más modales — Al escucharla ruedo los ojos por su recital tan barato y repetitivo, si me dieran una Bolber por cada vez que escucho esas absurdas palabras, fuera millonaria.

— Las expectativas se las crean ustedes, nosotras simplemente estamos siendo adolescentes, que se compran como chicas de su edad — Le responde con burla Camila sin importarle el castigo que está le podría dar.

Mi amiga es una chica de dinero, pero no tiene ningún título que la respalde y eso en vez de atemorizarla, la vuelve más valiente, sus padres son terratenientes, pues, sus antepasados ganaron mucho dinero en la época de las guerras por la independencia, provocando que hoy en día, sean una de las familias más ricas y respetadas en la actualidad, pues tienen el dominio de los mares, por los barcos que construyen. Por eso Camila tiene estatus socio-económico de estudiar aquí, pero ella es tan diferente a sus padres, que creo, por eso somos amigas, somos tal para cual, los dolores de cabeza de nuestras familias.

— Bebería aprender a escuchar a sus mayores, lady Chars, sobre todo a no cuestionarlos, después del recital esta castigada, no podrá salir de su habitación, hasta nueva orden — Escucharla hace que hierve mi sangre, << Esta mujer cree que puede hacer lo que quiera con nosotras>>

— ¡No puede hacer eso! — Se altera de inmediato Camila ante la determinación de nuestra institutriz, ya que al escucharla de inmediato se cancelan los que habíamos planeado, que era quedarnos en baile que organiza la escuela después de los eventos formales.

— ¡Claro que puedo!, soy un superior, por lo tanto, tengo el poder de castigarlas a todas, si así lo veo pertinente.

— Usted está administrando su poder de manera equivocada, ¿Desde cuándo se nos ha quitado la libre expresión en este instituto? — Pregunto democráticamente mostrando una serenidad que no tenía, pero que salía cuando de hacerme oír se trataba.

— Dice un dicho señorita Greta, "El que manda, manda, aunque mande mal".

— Pues siguiendo la ideología de su absurdo dicho, en ese caso, nosotras mandamos, pues somos las que pagan su sueldo, así que debería tratarnos con más respeto, pues se está dirigiendo a una marquesa, duquesa, condesa, baronesa y sobre todo a una princesa — al escucharme, la lady me mira con una ceja levantada y los brazos cruzados.

(...)

2:00 PM
— No puedo creer que nos haya castigado, ¡Es una ogra! — Se queja por milésima vez Escarleth, mientras camina de aquí para allá en el dormitorio, yo estoy distraída leyendo, porque no me molesto el castigo en su totalidad, pues no me interesaba salir hoy de mi habitación.

— Esa señorita no sabe con quién se está metiendo, es que le vamos a enseñar quiénes mandan en este instituto, la pobre es nueva, deberíamos instruirla — Comenta con voz maliciosa Camila y de solo escucharla ya sé que está maquinando un plan que nos meterá en más problemas del que estamos, así que dejo mi libro a un lado y le prestó atención, porque si de problema se trata yo tengo que estar vinculada.

— ¿Qué estas pensando? — Pregunto con diversión y ella se me voltea ver con una sonrisa, que después se convierte en una mueca chistosa.

— ¡Nada!, pensé que tú lo tendrías, tú eres la de los planes y yo soy la que busca las rutas para ejecutarlos — Me hace ver y ruedo los ojos, para después lanzarme nuevamente a mi cama.

Y no es que no tenga planes, es simplemente que en estos momentos estoy cansada mentalmente, después de la discusión que mantuve con mi institutriz, no tengo ganas de mas confrontaciones, al menos no con ella.

— De verdad, ¿no se te ocurre nada o te callo bien esa mujer? — La escucho y suelto una risa, porque esta chica me conoce más de lo que me conviene, no negaré que la señorita es un poco rígida, pero me agrada que sea ella misma y que no se doble ante mí, me agrada que sea de carácter.

— En realidad tengo un plan para este día, pero dudo que ustedes estén preparadas para hacerlo conmigo — Al momento que esas palabras abandonan mi boca, tengo a las 5 mujeres que me rodeaban, tiradas en mi cama.

— Cuéntalo ¡ya! — Demanda Daniela y yo sonrío con malicia.

— Pues, en los días que estuve en el palacio, sin querer, ley un periódico del reino — Las chicas ponen toda su atención en mí, en el segundo que sale el nombre del reino enemigo de mi boca — Ahí se fomentaba, que el día de hoy, se celebraría la independencia de su nación y también la llegada del príncipe Andreu.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.