—Esto es agotador —digo tarándome sobre la cama
—¿Enserio? —alega con ironía Jazmín —Porque yo me he encargado de maquillarnos a ambas, tu solo te has bañado
—¡Que dramática! —replicó —aparte me refiero a levantarnos temprano, solo dormimos cuatro horas —digo pasándome las manos por la cara
—¡Cuidado! Camily Jones si te arruinas el maquillaje el cadáver que esconderé en la noche será el tuyo —dice aplicándose el labial
—Claaaro —digo alargando la palabra -creo que es mejor que vaya vistiendome ¿verdad? —digo, puesto que aún estoy en ropa interior
Jazmín solo asiente, me dispongo a vestirme, cuando ya estamos listas nos vemos en el espejo y realmente nos vemos lindas, Jazmín lleva el cabello rubio recogido en una trenza que le llega hasta el hombro y el vestido rojo con un escote marcado, suelto y un poco pomposo de la cintura para abajo, ella lucía como una reina.
Yo sin embargo llevaba mi cabello castaño en una trenza pequeña y el resto suelto y ondulado, mi vestido es plateado y un poco ceñido hasta la cintura, luego suelto y rosado pálido, realmente me gustaba como me miraba.
—Nos vemos hermosas —dice Jaz, yo asiento y sonrió
—¡Camily, Jazmín! Dice papá que ya es hora —dice mi hermana —se ven bien
—Si, ya vamos —responde Jaz —y gracias
Salimos de mi cuarto y nos dirigimos a la sala, donde ya nos esperan mis padres.
—¡Ay mis niñas! No se cuando crecieron tanto —dice mi madre al borde del llanto —Se ven tan bonitas
—Gracias mamá —respondo abrazándola
—Se ven hermosas —dice papá —pero ya es hora de irnos, es tarde.
Mis padres ya sabían sobre mi transformación, ya les había contado todo, al principio se enojaron por salir de la casa a media noche, pero luego se alegraron por mi.
Cuando llegamos al salón de la graduación todos están formados en filas, las mujeres en la parte derecha del salón y los hombres en la izquierda, a Jazmín y a nos toca en la fila número tres, justo en el medio.
Estamos conversando con Jaz cuando siento un exquisita mezcla de aromas entre ellos el olor a chocolate, el otro no puedo reconocerlo, pero es dulce e hipnotizante
—¡¡Mate!! ¡¡Mate!! ¡Búscalo! —grita Mía en mi cabeza
¿Mate? ¿Cómo es posible? Trato de buscar por arriba de las demás chicas, pero no puedo ya que soy muy pequeña, apenas mido 1.55
—¿Qué buscas? —pregunta Jazmín
—Mate —logró susurrar
—¿Quién es? ¿Dónde está? —cuestiona rápido la rubia
Respiro lentamente tratando de calmarme, aunque no se si pueda, pensé que nunca lo iba a encontrar
—No se, no alcanzo a ver —respondo tratando de saltar —tu eres más alta busca a alguien tratando de buscar algo —digo emocionada
—Bien, pero deja de saltar que párece que tienes ganas de ir al baño —dice bromeando
Jazmín trata de ver por arriba, pero niega con la cabeza ¡¿Por qué demonios tenemos que ser tan pequeñas?!
—Tendrás que esperar hasta que termine el evento, de lo contrario no lo encontraras —dice la rubia, yo solo asiento resignada
El director comienza a dar el típico discurso, luego sigue el discurso del mejor alumno, algunos lloran con melancolía al recordar momentos felices, otros con tristeza pues dejaran a sus amigos, y los últimos con felicidad ya que por fin dejaran el instituto, y luego estoy yo que solo estoy ansiosa que esto termine para encontrar a mi mate
Si me da un poco de melancolía recordar todos los momentos felices y divertidos que pasamos con Jazmín, como cuando nos desvelábamos toda la noche haciendo tareas, con música y charlando de cualquier cosa
Extrañare esos tiempos, pero vendrán más y tal vez, solo tal vez sean mejores, con Jazmín y mi mate ¿Cómo será? ¿Qué carrera irá a estudiar? ¿Será divertido? Tengo muchas dudas, pero no importan, pronto conoceré la respuesta
—Camily, ya va a llegar nuestro turno- dice Jazmín sacándome de mis pensamientos —se ha vuelto muy interesante el suelo ¿no? - bromea
—Estaba pensando —contestó con una sonrisa
—Si, me di cuenta —se burla
Dirijo mi vista al frente y veo que ya desaparecieron las dos primeras filas, y solo faltan 2 chicas para que llegue mi turno, pero pasan un chico y una chica, así que prácticamente faltan 4 personas, me concentro en encontrar el olor de mi mate pero ya no esta, paso la mirada por el salón y nada, no esta
Miro al frente y veo que es mi turno de pasar por el título, camino con nervios, cuando estoy en la mesa una profesora me abraza y entrega mi título, luego me dirijo donde están mis padres y mi hermana esperándome, nos dirigimos a otro salón donde ya están dispuestas las mesas para cada estudiante con su familia
—Ya vengo, voy a fuera, necesito un poco aire —aviso a mi familia, mientras ellos se sientan
—Esta bien mi niña —dice papá
Es verdad que necesito aire, pero la verdadera razón por la voy afuera es a buscar a mi mate, pues lo busque en el salón y no esta, me siento en una banca para tratar de tranquilizarme hasta que siento el delicioso aroma, sigo su rastro el cual me lleva detrás del instituto, en el pequeño puente donde solíamos charlar con Jaz, veo a alguien de espaldas con un traje negro y un cabello rubio inconfundible
Camino en su dirección, mientras siento que mi corazón va a salirse de su lugar, me abordan muchas emociones, Mía esta tan emocionada como yo, puedo sentir su felicidad
Paro de caminar cuando estoy cerca, él se voltea de pronto, dejándome admirar cuán apuesto se ve con traje, el maravilloso contraste que se crea por el color de su piel y el traje
—Camily —dice calmado —ya te esperaba
—¿Ahh? ¿Sabías que era yo? ¿Cómo lo sabias? —cuestionó sorprendida, pues yo no sabía quién era, él sólo sonríe
—Cuando empecé a buscar la fuente del olor, vi una cabellera castaña tratando de saltar y de inmediato supe que eras tu —dice divertido
—Ahhh —balbuceo avergonzada
—Me tengo que ir, me están esperando —dice rápido —¿puedes ir hoy en la tarde a la laguna? Necesito hablar contigo —dice y se va sin más