Ethan Brown
—Eres un idiota —me grita Ashton colérico —tu mejor que nadie sabe lo doloroso que es un rechazo al igual que Camily —regaña.
—¡¿Por qué siempre estas de su parte?! Se supone que tu amigo soy yo ¿no? —reclamo.
—No crees que ya estas bastante grandecito como para andar discutiendo sobre de quien soy amigo y de quien no —alega molesto.
Nuestra Luna Jazmín se levanta del sofá y comienza a caminar, no sin antes lanzarme una mirada amenazante
—No creo que sea buena idea —interfiere Connor.
¿Por qué todos parecen entender que pasa menos yo? ¿Y por qué todos se alteraron tanto con el tema del mate?
—Lo sé, cuando esta muy enojada o dolida prefiere estar sola —comenta y me ve nuevamente, que miedo, ni Ashton me genera tanto miedo cuando esta enojado.
¿Por que esta enojada? Si al que le quebró la computadora fue a mi
—Por cierto Luna —Jazmín suspira, pues nos pidió que simplemente la llamáramos por su nombre —perdón Jazmín, ¿cuando es el cumpleaños de Camily? Es que vi algo pero no se si es real—cuestiona.
—El 3 de octubre —responde simplemente.
—¿Hoy? —pregunto asimilando las fechas, nuestra Luna toma su celular y comprueba la fecha, volteé a ver a Ashton asustada.
—Yo siempre le preparo algo, pero hoy lo olvide —habla con culpa —nunca me lo va a perdonar —exclama.
Solo es un cumpleaños, no es para exagerar tanto, entiendo que sea un fecha importante, pero tampoco podemos exigir que todos se acuerden siempre.
Me levanto y me dirijo a mi habitación, allí reviso bien mi computadora y veo que se quebró pero no es algo grave
¡Ahorre dos años para poder comprarla y Camily no tardó ni dos minutos para romperla! Y todos me culpan a mi.
Abro nuevamente los documentos que tenían errores y comienzo a arreglarlos nuevamente, me da tanta rabia, pasé dos semanas haciéndolos, para que simplemente digan que están mal y que me falta mas practica.
Se que hice mal al gritarle, pero he estado de mal humor últimamente por el estrés de querer que todo salga bien con estos informes, lo bueno es que no se borro todo lo que había mejorado.
No puedo sacarme de la cabeza la imagen de Camily y como se le cristalizaron los ojos al mencionar lo del mate ¿será que? No, no creo.
—Me suena como a alguien enamorado —habla Mark, mi lobo a través del enlace —últimamente piensas mucho en ella —se burla
—Claro que no, solo reflexionando sobre que hice mal al hablarle así
—Si, finjamos que te creo —se burla
—A parte ¡Camily es tan! ¡Tan! ¡Tan pequeña! —me defiendo —¿Será que en su forma lobuna es igual de pequeña? ¿Cómo un perrito? —Me rio al imaginar eso.
A veces no puedo negar que pienso en ella y lo linda que se ve cuando está enojada y frunce el ceño, o cuando lee bajo el árbol que está frente a nuestras habitaciones y le sonríe al libro, pero me obligó a detenerme cuando pienso que ella encontrará a su mate y será feliz con él, y yo seguiré siendo yo, por lo tanto no debo involucrar sentimientos, no quiero salir lastimado.
El sonido de mi puerta abriéndose me hace salir de mis pensamientos, volteo a ver quien es, aunque no hace falta, puesto que el único irrespetuoso que entra sin tocar antes es Connor.
—Ethan necesitamos ayuda ¿Puedes ir al pueblo y comprar algunas cosas? —pregunta acercándose.
—No puedo, estoy ocupado —digo cortante.
—Puedes hacer eso luego —dice molesto.
—¿Por qué no vas tu?
—Yo voy a ayudar con otras cosas —responde —queremos prepararle algo lindo a Camily, nuestra Luna dijo que se encargaría de todo, pero necesita que vayas y lleves a Camily contigo para así no lo vea —relata.
—No va a querer —digo resignado a no negarme, Connor puede ser muy convincente, por lo tanto mejor ni me resisto.
—Por cierto, no deberías ser tan grosero con ella, el tema del rechazo aún es muy duro para ella —Connor para repentinamente y hace un gesto de culpa —¿iras o no? —dice de golpe, yo asiento.
—¿Cómo que el tema del rechazo? —pregunto curioso.
—No importa, no es un tema del que yo deba hablar —dice con pena.
—También la rechazaron —afirmó.
—Mira, solo no hables del tema con ella, y no te preocupes, nuestra Luna se encargará de convencerla —dice saliendo de la habitación.
Realmente no se que pensar, me siento triste por ella porque un mate es lo que esperamos desde pequeños y nuestro mayor anhelo, también me siento culpable por las cosas que le dije y seguramente la hirieron, pero en lo más profundo de mi ser también me siento feliz porque ella sufrió lo mismo que yo, me puede comprender; se que es egoísta sentirme así y quizá me haga el peor licántropo, pero quizá eso es lo que nos hace personas, la multitud de sentimientos que podemos tener ante una situación.
Me doy una ducha y me dirijo hacia la sala donde ya está Jazmín esperándome, me da la lista de cosas que necesita y me dice que espere un momento a Camily, hago lo que me dice hasta que la veo bajar y hace un gesto de disgusto al verme, yo me mantengo inexpresivo y comienzo a caminar junto a ella hacia mi auto, el viaje comienza tranquilo, nadie dice nada y nos limitamos a ver el camino.
—Camily lamento lo que te dije, no es verdad, yo solo estaba molesto —siento la necesidad de disculparme.
—No importa —responde sin despegar la vista de la ventana —yo lamento lo de tu computadora, pero voy a pagártela.
—No hace falta, no fue nada serio por lo menos aún funciona —digo y sonrió, ella asiente pero ni siquiera me mira —¿aún estas molesta? —cuestionó.
—No —responde cortante.
—¿Entonces? ¿Esa es tu máxima. expresión de felicidad? —bromeó
—Odio la lástima, y no quiero la tuya —dice con un tono que no logro comprender que significa.
—¿Por qué habría de tenerte lástima? —pregunto confundido.
—Ya me dijo Connor que te había dicho que mi mate me rechazó.
—No me lo dijo Connor, yo lo supuse –digo tratando de defender a Connor.