Capitulo 20

El Guardián De La Verdad.

El hombre los miró con una intensidad que hizo que Aylin sintiera un escalofrío en la nuca. Sus ojos grises eran como los de un lobo experimentado, capaces de ver a través de cualquier mentira o debilidad.

—Así que tú eres la última descendiente de la Luna Carmesí —dijo con voz grave, sin apartar la vista de Aylin.

Ella se armó de valor y dio un paso al frente.

—Sí. Y necesito respuestas.

El hombre inclinó la cabeza levemente, evaluándola.

—Mi nombre es Aldric. Fui el Beta de tu abuelo antes de que su manada fuera destruida. Creí que su linaje se había extinguido… hasta ahora.

Ethan cruzó los brazos con impaciencia.

—No tenemos tiempo para historias. Si sabes algo, dilo.

Aldric le lanzó una mirada afilada.

—Las respuestas no se regalan, cachorro. Se ganan.

Aylin respiró hondo.

—Dime qué sabes de mi familia. ¿Por qué soy diferente?

Aldric la observó en silencio por un momento antes de asentir.

—Ven conmigo.

Los llevó a una pequeña cabaña oculta entre los árboles. El interior era oscuro, iluminado solo por el fuego de una chimenea. En las paredes colgaban antiguas pieles y símbolos grabados en madera.

Aylin sintió una extraña conexión con ese lugar, como si perteneciera a una parte de ella que nunca había conocido.

—Tu linaje es único —dijo Aldric, sentándose en una silla de madera—. La manada Luna Carmesí no solo era fuerte, sino que poseía un don especial. Un poder que se transmitía por sangre y que hacía que sus descendientes fueran diferentes a cualquier otro lobo.

Aylin sintió que su corazón latía con fuerza.

—¿Qué tipo de poder?

Aldric entrecerró los ojos.

—El poder de la transformación completa.

Ethan frunció el ceño.

—Todos los lobos nos transformamos.

Aldric sonrió con burla.

—No como ella puede hacerlo.

Aylin tragó saliva.

—¿Qué quieres decir?

Aldric se inclinó hacia adelante.

—Si tu poder despierta por completo, no solo podrás transformarte en un lobo. Podrás cambiar a voluntad, controlar tu forma, tu fuerza y tu velocidad como ningún otro Alfa. Y lo más importante… podrás despertar la esencia de la Luna Carmesí.

Un silencio pesado cayó sobre la habitación.

—¿Y qué significa eso? —preguntó Aylin en un susurro.

Aldric la miró con seriedad.

—Que eres la única que puede restaurar el legado de tu familia… o destruirlo para siempre.

Aylin sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo.

Su viaje apenas comenzaba.