CAPITULO 12:

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Me levanto rápidamente, y la alarma del despertador suena a toda potencia. La luz del sol apenas se asoma por la ventana y me doy cuenta de que llego tarde. Sin pensar, salgo corriendo hacia el baño, el agua de la ducha me despierta del todo, despertando mis sentidos. El vapor se eleva, llenando el espacio, cuando finalmente salgo y me dirijo al armario. Con una mezcla de prisa y nerviosismo, elijo mi atuendo: una falda de cuero negro que se ajusta perfectamente, una camiseta de tirantes blanca que refleja un brillo fresco, y mis zapatos negros con tacón que siempre me dan ese extra de confianza. Por último, la chaqueta de cuero negro se une al conjunto, otorgándome un aire de seguridad.

Salgo corriendo a la cocina, las baldosas frías despiertan aún más mis sentidos.

—Hola, mamá, ¿qué tal estás? —le digo dándole un suave beso en la mejilla, sintiendo su calidez y el aroma del café recién hecho—. ¿Cómo has amanecido?

—Muy bien, gracias —me responde con una sonrisa, mientras me da un abrazo que parece duradero—. Venga, rápido, que llegarás tarde.

—¡Es verdad! Me voy, ¡bye! —exclamo, atrapando una fruta de la mesa y saliendo de casa rápidamente, el corazón acelerado por la adrenalina de la mañana.

Al llegar a la universidad, el bullicio habitual me envuelve, pero mi mente está centrada en otras cosas. Giro mi rostro a la derecha y, de repente, mi corazón se detiene por un instante. En una esquina, Steve y Valeria están besándose, sus rostros iluminados por una felicidad que me resulta insoportable. La imagen me hiere como un puñal, y sin pensarlo, salgo corriendo, alejándome de esa escena que me duele más de lo que puedo soportar.

Me encuentro en el baño, intentando calmarme. Me lavo el rostro para despejarme, pero en ese momento, Valeria, alias la "zorra de la uni", irrumpe como si tuviera todo el derecho del mundo.

—¿Qué haces llorando, nueva? —dice con un desdén que me hace hervir la sangre—. No me digas que lloras por amor.

—¿Qué acaba de decir? —me pregunto, la confusión mezclándose con la irritación.

—Mira, chica, lo único que te diré es que me dejes en paz, porque de lo contrario —respondo mirándola a los ojos, sintiendo que mi ira crece—: atente a las consecuencias.

Su risa resuena en el baño, un eco burlón que parece sacudirme.

—Jajaja, tú no sabes con quién te estás metiendo —me dice con esa hipocresía que solo alguien como ella puede tener, como si fuera la reina del lugar.

—¿Esta chica realmente piensa que es superior a mí? —dice Luna, que en este momento se siente más como una amiga que una parte de mí. Su enfado resuena en la cavidad de mi pecho. Quiero dejar que se manifieste, necesito que aflore—. Déjame salir para desplazarla y luego enviárselo al idiota de nuestro mate.

La tristeza en su voz me atraviesa; no aguanto más. Empujo a Valeria con fuerza, golpeando su hombro derecho. Ella se tambalea, pero yo ya estoy atravesando la puerta, decidida a dejar atrás ese momento.

Al salir, me acelero hacia mi próxima clase, tratando de concentrarme en las palabras del profesor, pero mi mente se dispersa, atrapada en recuerdos. La clase termina, y decido que es mejor despejar la mente. La idea de dar un paseo por el bosque me parece reconfortante.

El aire es fresco y revitalizante mientras camino entre los árboles. Al dar la vuelta en un sendero, descubro un hermoso lago que brilla bajo el sol como un espejo de cristal. Me siento en la orilla, permitiendo que la tranquilidad me envuelva. La vista es realmente bella: los árboles se reflejan en el agua, y unas suaves olas juegan con los pequeños patos que nadan despreocupados. Cierro los ojos, dejándome llevar por el sonido de la naturaleza, sintiendo cómo el peso de la angustia empieza a disolverse.

Aquí, lejos del caos y la traición, el roce del viento en mi piel me recuerda que estoy viva, que tengo mi propio camino por delante, y que puedo superar este momento. Con cada respiración, me prometo que no permitiré que el dolor me defina. Este paseo quizás sea solo un pequeño alto en mi batalla, pero me da la fuerza para enfrentar lo que venga.

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Espero les guste. 😀😊

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