Reclamada l Trilogía reclamada, libro 1

16. Dominic y Grace

Dominic.

1:50pm

 

 Ella me encantaba, y ahora más que nunca. No sólo se trataba de este destino que ya había sido planeado para ambos, esto que sentía por ella era más fuerte que los huracanes, Grace podía detener esta tormenta que crecía en mi interior con su voz, con su mirada. Ella podía darme todo con su existencia, y sin embargo sólo funcionaba si ella me ofrecía lo mismo.

No creí que sería tan complicado tratar con Grace luego de que se enterara de la verdad, ella era muy pequeña, incluso para los estándares humanos, pero demostró ser más que una pequeña liebre asustadiza cuando intentó golpearme. Aun así hubiera preferido que no lo hiciera de nuevo, se lastimó la muñeca cuando lo hizo en el bosque.

Fue difícil controlarla todavía después de quedar lastimada, pero no hubo un momento en que no lo disfrutara; mi mente no dejó de fantasear con la sugerencia que Mason me había dado sobre las esposas, ¿atar a Grace sobre mi cama? Necesité ayuda de todo mi autocontrol para llegar a la reserva sin la camioneta o la habitual rapidez con la que andaba.

Helen se espantó cuando supo a causa de mi madre que secuestré a Grace y la encerré en mi cuarto. Más tarde tenía a mis padres, a Helen y Ahron en la sala de mi casa.

—Dime al menos que mi hijo no ha sido tan bruto como para encerrar a Grace en una habitación sin atender su muñeca lastimada—infirió mi madre aprensivamente.

Cerré mis ojos y respiré para sonreír lo más desenfadadamente posible. Por lo menos se preocupaba por lo mismo que yo.

—Madre, que bien que conoces a tu hijo.

—Tu padre hizo lo mismo conmigo, ¿cómo no quieres que concluya que hiciste algo como eso?

Ahron miró con desconcierto y reprensión hacia mi padre.

—¡No puedo creerlo, la locura es de familia! —exclamó Ahron—. Esto de la posesividad y los secuestros debe parar o todos terminarán en la cárcel.

—Ese es un rasgo muy característico de los hombres lobo cuando encuentran a su Séil—replicó mi padre con obviedad—, no es como si pudiéramos suprimirlo. Por ejemplo tú, no pudiste evitar ser una gallina y huir de mi hermana cuando supiste la verdad.

Fruncí los labios para suprimir una carcajada, pero Helen y mi madre no se aguantaron y sonrieron furtivamente. Ahron sonrió secamente.

—¿Sí? Pues Regina no se ve exactamente feliz de que la hubieras secuestrado, ¿es que acaso no pudiste soportar el primer rechazo? ¿No podías ser un hombre y hacer las cosas correctamente?

El primer amor de mi madre no fue exactamente mi padre, ser raptada por mi padre y alejada del hombre del que estaba enamorada llevaron sus consecuencias, como que mi madre lo lastimó severamente en la entrepierna. Ahora sí se estaban desahogando, me daba cierta risa pero ya quería que todos se fueran para arreglar las cosas con Grace.

—También somos lobos y eso hacemos, actuamos y tomamos las medidas necesarias para cumplir lo que tiene que ser.

—Grace no es un hombre lobo, es una humana y querrá que las cosas lleven el ritmo tal.

—Nos dimos cuenta de que Grace es humana desde siempre. Pero recuerdo que no fue fácil deducir qué eras exactamente tú, puesto que los cacareos de gallina que hiciste cuando saliste de la reserva nos hicieron difícil descifrar si realmente eras humano.

—¿Puedes dejar de ser tan inmaduro y olvidar eso? —masculló Ahron.

—¿Necesitas que haga como gallina para que lo recuerdes? —lo provocó mi padre.

No podía creer lo que estaba pasando frente a mis ojos.

—Gallinas o lobos, los dos se van de mi casa ahora—corté.

—No me voy sin Grace, Nic—declaró Ahron.

Cuando hizo ademan de moverse en dirección a las escaleras el jocoso ambiente que habían creado él y mi padre se cortó, por poco me convierto y salto sobre Ahron para arrancarle la cabeza.

—¡Ella es mía! —rugí, con los colmillos crecidos—. Si das un paso Ahron, ninguna consecuencia será más grande que mis impulsos animales.

Fui consciente de que mi madre se asustó y se preocupó a la vez, no quería que pensara que era capaz de lastimar a Grace, pero Ahron insistía en meterse en mi camino.

—Actuar así hará que Grace te tema, Nic—continuó Ahron, enterrando el dedo en la herida imaginaria que intenté cerrar todo el tiempo que Grace no lo supo—. Así como yo ella necesita elegir.

—¿Por qué sigues insistiendo en que ella es como tú? —objeté—. ¿Por qué todos la subestiman? No me importan tus malos consejos Ahron, sólo sé que si das un paso más no te imaginas el dolor que le causará a mi tía que ya no estés en este mundo.

Mi madre abrió los ojos con aprensión.

—¡Dominic Sebastian Schmit, no digas esas cosas!

—Estoy siendo muy sincero y le estoy dando la advertencia, mamá.  

—Ahron, no sirve de nada que intentes persuadirlo ahora—intervino Helen sosegadamente—. Nic está enojado, y para ser sincera yo también pienso que la subestimas. Ella puede con esto, por algo Nic y ella están destinados.

—Debes estar mal de la cabeza mujer.

—¿Cuál es tu problema con que Grace sea la Séil de Nic? —refutó mi padre—. ¿Crees a mi hijo tan inferior que no merece a tu sobrina?

Ahron sonrió sarcásticamente.

—Es por eso, ustedes sólo piensan en tonterías cuando no ven lo importante aquí. Nic le está quitando su poder de decisión, y eso es lo único que tenemos los humanos que ustedes no, no pueden quitárselo como si no valiera su vida.

No quería admitirlo pero Ahron tenía razón, no podía mantener a Grace cautiva durante mucho tiempo si esto hacía que me odiara, desde aquí podía oír sus sollozos y sentir su miedo.

—Nic, te he admirado y querido como un verdadero sobrino porque siempre has sido el más maduro y cuerdo de todos los jóvenes de la manada—prosiguió Ahron más calmado—. No eches a perder todo por un impulso animal, porque este tipo de acciones los convierte más en vacíos animales que en personas con almas, sentimientos y principios. Si Grace decide quedarse que lo haga por su propia voluntad y no por miedo a ti.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.