Hace unos años miraba hacia el futuro, soñando,
Y hoy miro hacia el pasado,
nostálgico de caricias, de risas, de besos,
de momentos, de llantos...
El tiempo enseña a veces riendo,
y otras a palos,
El precio intangible del instante vivido
Que queda grabado en el eterno manuscrito del ordenador humano.
A mi yo de 13 años
Le diría que hubiese saboreado
Hasta las riñas de casa
Porque pasarán de largo.
A mi yo de 25 le diría
Que le faltarán las fuerzas,
Que se ahogará en el barro,
Junto a la ira y sus demonios,
Pero que podrá superarlo.
Que papá será un ángel,
Y hasta el último momento estarás a su lado,
Hasta que llegue al cielo,
Al lado de la cama,
agarrándole la mano.
Serán momento difíciles,
cicatrices que marcaron
el final del principio,
de un principio inesperado.
A mi yo de hoy me digo
Lo orgulloso que estoy.
De mí, sí, de mí.
Por ser el guerrero que soy
Y por los golpes aguantados.
A veces elogiamos al resto
Y de nosotros nos olvidamos.
El mañana me pillará sonriéndole,
Aunque por si acaso,
Tendré los puños preparados.