¿Cuántos versos he llorado en la Alhambra
Con dieciséis, incomprendido de la vida,
Pensando que todo iba mal
Notando que nada era lo mismo...?
Pensaba que era infeliz, pero lo tenía todo
Y escribí mil páginas que ya ni guardo,
Describiendo el día a día de antaño con su sabor amargo,
Y aquello era la adolescencia en su pavo modo.
Estaba incomprendido
y a veces causé daño
a quienes no tenían culpa,
y ellos me arroparon
y me tendieron la mano
sin exigirme una disculpa.
Me he arruinado en lágrimas
Por pagar a pensamientos
Para que pintasen en mi cerebro,
Con esperanza,
Momentos de un futuro incierto.
Mil veces se ha tapiado mi boca
Con todos los te quiero
Que pude haber dicho
Pero que nunca salieron
Por miedo, por vergüenza,
Por no ser
Tan emocionalmente abierto...
¿Cuántos versos habré llorado
Por los paseos de la Alhambra
Estos años atrás, incomprendido de la vida, arropados con bebida,
Pensando que todo iba mal?
¿Cuántos besos yacen en la oscura sombra
de aquella realidad ficticia,
esa que a veces a mi mente se asoma
aunque en el tiempo vive perdida?
Y veo como recuestan
En su fugaz existencia,
Con la libre ausencia
Y su sordo despertar,
Poniendo nuevo rumbo hacia
La segunda estrella a la derecha,
Destino al País de Nunca Jamás