Quiero usar tu cuerpo de lienzo para poder pintar en él caminos
infinitos que me lleven a mis destinos favoritos.
Quiero construir una carretera que vaya de tus labios a tu ombligo y otra que
te recorra desde el lóbulo de la oreja hasta la punta del dedo índice.
Quiero unir tus pectorales a la parte baja de tu cintura y
perderme entre los rincones que esconde tu pelvis.
Quiero construir un puente que conecte nuestros cuerpos para que
tú también puedas visitar los monumentos del mío.
Quiero que nos convirtamos en la atracción turística favorita del otro.