Siempre he oído que la vida te da golpes para que aprendas. Dicen que es la única manera de volverte fuerte. Que solo así te conviertes en lo que necesitas para sobrevivir.
Siempre pensé que solo eran tonterías. Cosas que decían los adultos para justificar las cosas malas que nos suceden. Para justificar aquello que no son capaces de cambiar.
Yo solo era una cría que no sabía nada de la vida, joven e inmadura, solo vivía para reír y llorar con mis dramas adolescentes. Creía que eso era lo peor de la vida, el fin de mi mundo. Pero estaba equivocada.
Y ahora estoy rota por dentro. Miro a mi alrededor con un nuevo filtro, mucho más pesimista que antes. El mundo ha perdido color, o igual es que nunca lo ha tenido y yo solo me engañaba con mis gafas de color rosa.
Estoy rota por dentro, pero todas las mañanas dibujo una sonrisa en mi cara para que nadie lo note. Salgo al mundo salvaje, teniendo cuidado para que nadie note las vendas que me envuelven, evitando que me caiga en mil pedazos.
Siempre he oído que la vida no te regala nada y que cuando lo hace, te lo cobra con altos intereses. Dicen que tus deudas te persiguen incluso después de la muerte, a pesar de que lo que te dieron nunca te hizo feliz.
Nunca acepto nada de los demás. Lo que más difícil parece se convierte en lo fácil. Prefiero depender solo de mí que deberle algo a alguien. Es mi manera de protegerme, de evitar que me hagan daño.
Yo solo era una cría que confió ciegamente en la amabilidad de los demás, en que nunca me harían daño. Creía que eso era el lado positivo de la vida, el comienzo de mi mundo. Pero estaba equivocada.
Y ahora estoy rota por dentro. Miro a mi alrededor con un nuevo filtro, mucho más pesimista que antes. El mundo ha perdido color, o igual es que nunca lo ha tenido y yo solo me engañaba con mis gafas de color rosa.
Estoy rota por dentro, pero todas las mañanas dibujo una sonrisa en mi cara para que nadie lo note. Salgo al mundo salvaje, teniendo cuidado para que nadie note las vendas que me envuelven, evitando que me caiga en mil pedazos.
Siempre he oído que la vida no es fácil, que te pone obstáculos, que te pone pruebas. Dicen que eso te da fortaleza y forja tu carácter. Que solo así puedes continuar el camino.
Yo solo era una cría que quería ser fuerte, que intentó ser fuerte, que creía saber lo que era ser fuerte de verdad. Pero estaba equivocada.
Y ahora estoy rota por dentro.
Rota por dentro.