"Solo recuérdame. Yo sé que lo harás"
Recuerdo que esas fueron tus últimas palabras, el día que te fuiste a despedir.
Recuerdo que cuando regrese a mi casa empecé a llorar todavía más, fue la última vez que llore por ti.
O eso creía.
Ya que empecé a recordarte.
A recordar todo el tiempo que pasamos juntos.
Tal vez me hiciste daño, pero pase maravillosos momentos a tu lado. Tengo que aceptarlo, no todo fue malo.
Recuerdo tu sonrisa, tu forma de cantar, tu forma de leer en trepado mi árbol, recuerdo todas las cosas bonitas de ti.
Y perdón por si esta carta está algo arrugada por gotas de agua, pero recordarte provocó que llorara de nuevo por ti.
Aunque me duele aceptarlo... te extraño.
Recuerdo tu última expresión, estabas triste al igual que yo.
Me duele aceptarlo, pero te sigo extrañando.
Te recuerdo a ti. Y me odio bastante por extrañarte.