Recuérdame

Error. ➲

Zara llegó a su casa cansada, se había quedado después de clases al club de lectura y este terminaba algo tarde, de ahí el cansancio de Zara.

Subió a su cuarto y se acostó en su cama, todavía sin darse cuenta de que faltaba algo en su cuarto... Sin darse cuenta de que el paquete ya no estaba y no iba a volver a estar en sus manos de nuevo.

—¡Zara baja a cenar! —Gritó su madre alegremente.

A la mamá de Zara le encantaba hacer la cena, de ahí su buen humor.

Ella no respondió, pero si se levanto de su cama, pero no bajó al instante si no que se sentó en esta, pensando en varias cosas.

Hasta que su vista llego a un punto fijo, llego hasta su escritorio y abrió mucho los ojos.

Salió corriendo al escritorio en busca de su paquete... Buscó en la silla, en su armario, debajo de su cama, nada... No estaba el paquete.

—No, no, no, no —Repetía una y otra vez Zara... No podía creer que el paquete había desaparecido. ¿Como había sucedido eso? Se preguntaba Zara—. Pero si yo lo dejé aquí en la mañana.

Zara volvió a buscar por todo su cuarto, no lo encontró, lo que ella no sabía es que en esos momentos el paquete estaría pasando por el control de papeleo para ser mandado a Inglaterra muy pronto.

Se acostó en el piso resignada, había desaparecido y ella no sabía que había ocurrido con el, hasta que apareció su madre en la puerta.

—Zara te dije que la cena ya estaba lis... —Empezó a decir la madre pero se detuvo al ver a Zara en el piso.— ¿Qué sucede Zar, por qué estás ahí?

Zara fijó su vista en su madre.

"La única persona que estaba en la casa era mi madre" Pensó Zara.

—Ma... Má... —Empezó a decir nerviosa.— ¿No viste un paquete que se encontraba en mi escritorio?

La madre no respondió, se quedo parada pensando de que paquete se podría referir su hija.

—Mmm... ¡Ah, sí! ¡Si lo vi! –Respondió alegremente la madre.— Lo deje en la estación de correos, tal vez le llegue en una o dos semanas a Luke.

Zara no dijo nada, sino que abrió sus ojos todo lo posible, no podía creer que el paquete pudiera llegar a las manos de Luke. Eso no podia estarle pasando a Zara.

Pero el mundo era un poco cruel, y su paquete ya no se encontraba.

—Bueno, vamos a cenar, porque se va a enfriar todo, tu papá y tu hermana están esperando —Continuo diciendo la madre.

—No tengo hambre —Dijo Zara con un grado de falta de aire.

—Como quieras, al cabo no soy yo la que no termina comiendo —Y con esto la madre se fue algo disgustada.

Zara permanecía en el piso. 
Repitiendo una y otra vez "No, no, no esto no puede estar pasándome a mi"

Era lo único que repetía y así pasó una hora mientras lo seguía repitiendo, ella no podía creer que en una o dos semanas sus cartas estarían en manos de Luke.

No podía imaginar lo que el destino le depararía.




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