Zara no podía creer que él había regresado.
–¡Te odio! —Gritó al viento, aunque ella sabía muy bien que no había nadie ahí, aún así lo hizo—. ¡No tienes el derecho de regresar e imaginar que todo va a volver a la normalidad!
Volvió a gritar, tal vez Luke no estuviera ahí, pero ella quería gritarlo.
Él no merecía escribir una carta para arreglarlo todo, la vida no podía ser tan sencilla como eso.
La había utilizado, no le importaba si se fue enamorando poco a poco, ella había sido utilizada en un inicio; y eso no se debía de perdonar.
O eso creía Zara.
Al final de todo Zara tambien había escrito esas cartas ya que seguía sintiendo algo por él, pero ella no estaba preparada para aceptarlo. ¿Algun día lo haría?