Querida Zara...
Volví a visitarte, pero no estabas en tu casa cuando llegue.
Pero quien si estaba era tu madre, me vio con mala cara pero aún así aceptó a qué pasara.
Pase a tu cuarto, y observe que seguía igual a como lo recordaba.
Pero había algo sobre tu cama, una caja, yo sé que fue algo inapropiado, pero la revise... Y la sorpresa que me encontré fue que esa caja contenía todos nuestros recuerdos.
Desde las fotos que teníamos, los libros que te había regalado, y varias cosas que teníamos juntos.
¿Por qué las conservas todavía mí niña Zara?
Y sobre todo... ¿Por qué estaba esa caja sobre tu cama?
Tengo dos conclusiones.
Conclusión uno: Querías recordar.
Conclusión dos: Te querías deshacer de todo.
Zara... Si te quieres deshacer de esa caja, mejor dámela, yo la conservaría con mucho gusto.
Pero... Ahí conservas todo lo nuestro y me gustaría que lo siguíeras haciendo.
¿Lo recuerdas?
—Luke.
P.D. Tú madre me corrió de tu cuarto, y como que también le entro la bipolaridad porque después me corrió de tu casa. ¿Quién entiende a tu madre? Tambien esta carta la escribí antes de que me corriera por completo.