Querida Zara...
Primero que nada, aunque me gustaba verte con el cabello rojizo, hoy que te alcanzaba a observar desde las ramas de tu árbol, vi que te lo pintaste a un tono café... Te veías diferente pero seguías siendo tú... Pero me gustaba cómo te veías.
Recuerdo que una vez me contaste que cuando una mujer hace un cambio de look con su cabello, es porque quiere experimentar una renovación en sí misma.
Y eso me asustó un poco, ¿Será cierto lo que me contaste hace meses?
¿Vas a hacer una renovación contigo?
¿Va a ser buena o mala?
No se, pero de cualquier forma pensar en eso me asusta.
Al igual que me asusta ver comerciales.
¿Lo recuerdas?
—Luke.
P.D. Tal vez deberías cerrar tu ventana cuando te estés cambiando... Yo solo digo... No quiero que algún pervertido te vea, obviamente yo no te vi, ¿Cómo crees?
No me pegues cuando nos veamos, por favor. Te extraño.