Recuérdame.

Capitulo 35 Diferencias irreconciliables.

Leyla.
En el hospital tardamos más de lo esperado, habíamos sacado turno para todos los estudios, e incluso la ecografía, todo era para dentro de dos semanas, por fin iba a saber de cuántas semanas me encontraba, me hacía mucha ilusión saber el estado de mi bebé.

En el camino la conversación giró en torno al bebé, yo quería un niño, puesto que siempre quise tener un hermano varón y ella una niña, recordé que cuando hablamos Gael mencionó que también quería una niña. Le mostré a Jimena la habitación que había elegido la noche anterior si era niño y la ropita que compraría. No me reconocía ni yo misma, jamás se me pasó por la cabeza estar emocionada por la llegada de un bebé, mi bebé, no eran las circunstancias ideales, pero con solo recordar lo emocionado que había estado Gael cuando le mencioné que no me importaría un hijo nuestro, una punzada de emoción me atravesó, no debería pensar en él pero es inevitable, cuando lo sepa sé lo feliz que se pondrá, porque en algún momento pienso decírselo, sé que será un buen padre, y nuestro hijo merece tener una figura paterna, nada tiene que ver el niño con lo nuestro, lo que me ocultó a mi, además mientras más pienso en su confesión, más me convenzo que todo lo hizo por altruismo, siempre dijo que su padre era una buen padre y un buen hombre, que se preocupaba por los demás, y al enterarse lo que Eduardo nos hacía sin duda se interesó y trato de rescatarnos. No de una manera adecuada pero por lo menos pensó en hacer algo, era un secreto a voces lo que él hacía con nosotras. Lo que no sé es cuánto tiempo Gael me ocultó la verdad.

Guardé cuidadosamente todo en mi cartera hasta que llegara el momento oportuno.

Nos estábamos riendo con Jimena cuando entramos a la oficina y nos encontramos con Arlin totalmente seria y molesta cruzada de brazos esperando.

—Yaya, y yo preocupada por tí porque te sentías mal —espetó con malestar, Jimena rodó los ojos y se sentó en su asiento sin darle importancia —. Dónde fuiste —exigió, me quedé dura, no tenía una coartada preparada, jamás imaginé encontrarla aquí, ni a ella ni a Gael, de ahora en adelante debía prepararme.

—Fuimos a una junta Arlin —aclaro mi secretaria con molestia en su voz —, no sabía que tu jefa te tenía que dar explicaciones —espetó, Arlin hizo un gesto de desagrado.

—No estoy hablando con el mono sino con el dueño del circo —ironizó.

—Chicas —trate de calmarlas.

—Siempre tan madura —espetó Jimena por lo bajo.

—¿Crees que no sé lo que haces? —la chica sentada en la silla frunció el ceño —, crees que no sé que quieres poner a Leyla en mi contra, intentando manipularla para que piense mal de mí, hablándole mal de mí, contándole cosas del pasado que ya no tienen importancia —esas palabras fueron cómo una provocación para Jimena, se levantó como resorte y la encaró.

—No puedo creer tu cinismo —dijo entre dientes muy enojada —, siempre haciéndote la víctima, fingiendo que no matas ni una mosca —jamás había visto a Jimena tan enojada —. ¡No tiene importancia haberte acostado con mi novio por meses, no tiene importancia haber robado mis ideas para que te dieran el ascenso! —dijo con rabia, me quedé dura, eso no lo sabía, Jimena solo me había contado lo del engaño de su novio y Arlin me había asegurado que solo fue una vez, un accidente, tampoco ninguna me había dicho nada del robo, la cara de mi secretaria estaba roja de la rabia, me interpuse para que no se tirará encima de Arlin y comiencen una pelea.

—Chicas no es el lugar para discutir esto —aclaré para apaciguarlas. A Arlin se le empezó a cortar la voz.

—Siempre tratando de dejarme mal delante de ella —le gritó.

—Si tratara de dejarte mal ya le hubiera contado que mientras Jeremías estaba con ella tú te acostabas con él —no pude ni procesar la noticia porque Arlin se abalanzó sobre Jimena tomándola del cabello empezando a forcejear, mi secretaria no se quedó atrás y también le comenzó a jalar del pelo, todo lo que había en el escritorio de Jimena cayo al suelo, cuando salí de mí aturdimiento y estuve apunto de intervenir para separarlas la puerta se abrió de golpe.

—¡Qué sucede aquí! —se escucha la voz dura de Gael.

Ingresa al cubículo colocándome detrás de él para protegerme y trata de separarlas, es imposible, estan tan agarradas de las mechas que cuando un guardia también ingresa y trata de alejarlas es tarea imposible, los golpes y los gritos se escuchan por todo el pasillo haciendo que varios empleados se asomen por la puerta y otros más se paren en el pasillo preguntando qué sucede. Cuando por fin logran el cometido están despeinadas con la ropa rasgada y arañadas.

—Que cada uno regrese a su oficina —ordena Gael mirando sobre sus hombros dejando los empleados poco a poco libre el lugar —. Me pueden explicar que sucede aquí —ordena Gael muy molesto mientras ellas tratan de acomodar su ropa, ninguna dice nada, solo se miran con odio y rencor.

Debo decir algo pero no sé qué, lo que me parece más apropiado es defender a Jimena, me defendió y reveló incluso algo que desconocía totalmente, me cuesta creer lo que acababa de decir Jimena aunque no mintió puesto que Arlin en ningún momento la desmintió, Arlin jamás me haría eso, trato de convencerme.

—Solo una discusión que se salió de control —logro articular para que esto no pase a mayores.

—Arlin a tu oficina, te veo luego allí —ella me miró unos segundos a los ojos buscando apoyo, aunque mi cabeza era un lío no podía dejarla sola en estos momentos después de todo era mi amiga, salió de la oficina dando un portazo.

—Gracias —le susurré a mi secretaria, era lo correcto después de todo era por mí que se había desencadenado todo el desastre.

—Jimena —dijo con voz dura Gael —, esto merece sanciones graves —a Jimena se le llenaron los ojos de lágrimas —, estás suspendido —no era tan grave, después de todo este tipo de comportamiento estaban prohibidos en la empresa, y se necesitaba un castigo ejemplo, el chisme se iba a esparcir por toda la empresa y no podía dejarse impune.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.