Recuerdo de Verano

Capítulo 05 .. UN REGRESO MUY ESPERADO

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—Atención por favor. A todos los pasajeros del vuelo 220 con destino a Japón, se les informa que hemos llegado a nuestro destino.

El anuncio sonó por los altavoces del avión mientras los pasajeros comenzaban a levantarse de sus asientos. Entre ellos, un joven de cabello azabache avanzó por el pasillo con paso firme. Llevaba gafas oscuras y un abrigo largo que acentuaba su presencia. No solo destacaba por su altura o su porte, sino por la serenidad con la que se movía. Su aura despertaba la atención, sobre todo entre las mujeres que se encontraban a su alrededor.

—¿Viste a ese hombre? Es increíblemente guapo...

—¡Dios! Con esos lentes se ve aún más misterioso…

—Seguro tiene novia, aunque si no… qué suerte tendría la chica que esté con él.

Sasuke Uchiha ignoró los murmullos. Estaba acostumbrado a llamar la atención, pero nada de eso le interesaba. Sus pensamientos estaban en otra parte. En alguien, más bien.

Un hombre uniformado lo esperaba con una pequeña placa identificatoria.

—Joven Uchiha, por aquí por favor.

—Gracias —respondió Sasuke, sin cambiar la expresión de su rostro.

—Espero que el vuelo haya sido cómodo. El auto está listo y la casa donde se alojará ha sido preparada tal como se indicó. Si necesita algo, no dude en avisarme.

—Lo tendré en cuenta —dijo, mientras observaba el paisaje a través de la ventanilla del coche.

—Supongo que esta es su primera vez en Japón, ¿me equivoco?

—No del todo. Vine una vez, cuando era niño. Solo estuvimos unos días, pero ahora me quedaré por más tiempo por temas de la empresa.

—Ya veo. Bueno, si necesita ayuda con algo, estaré encantado de asistirle. Han pasado muchos años, y muchas cosas han cambiado.

Sasuke sonrió levemente, sin apartar la vista del exterior.

—Sí… aunque espero que al menos una cosa siga igual. La razón por la que acepté venir.

Finalmente llegaron a la residencia que se convertiría en su hogar temporal. Una casa elegante, de diseño moderno, que ya estaba lista para recibirlo. El chofer descargó sus maletas y las dejó en su habitación.

—Las llaves de su auto están en la mesa de entrada. Cualquier cosa que necesite, no dude en llamarme. Con su permiso… —el hombre hizo una ligera reverencia y se retiró.

Sasuke se dirigió a su habitación y se acercó a la ventana. El cielo estaba despejado, el viento era suave. Cerró los ojos por un momento y murmuró:

—Por fin estoy de vuelta… No creí que tendría esta oportunidad. Pero estoy aquí. Donde todo empezó… donde la vi por primera vez.

Frente al espejo de la habitación, dejó caer su abrigo sobre la silla y se dejó llevar por el recuerdo.

Había sido solo un encuentro breve. Su madre tenía una consulta médica y él, aburrido, se había quedado en el pasillo del hospital. Fue entonces cuando la vio. Una niña con el cabello rosa, sosteniendo entre sus brazos a un gato callejero.

—¿Ese gato es tuyo? —le preguntó.

Ella negó, explicando que lo había encontrado vagando y que seguramente vivía cerca. Era sorprendentemente lista para su edad, hablaba con seguridad y dulzura. Ella conocía tantas cosas sobre los gatos y los cuidados médicos. Sasuke solo la escuchaba, curioso. Nunca había conocido a alguien así.

Cuando su madre salió de la consulta, tuvo que despedirse. No sabía su nombre, pero su imagen quedó grabada en su mente.

Esa noche, le contó a su hermano mayor sobre la niña. Le dijo que era bonita, diferente, con ese cabello rosa tan poco común. Itachi, entre bromas, le dijo que tal vez volvería a verla si tenía suerte. Entonces, Sasuke pensó en un regalo. Tenía una pulsera que no le gustaba demasiado, con una pequeña figura de gato, pero pensó que quizás a ella sí.

La suerte estuvo de su lado. La volvió a ver al día siguiente. Ella también lo recordaba.

—¿Viniste de nuevo a acompañar a tu madre?

—En realidad vine porque quería verte otra vez. Esta vez… quería preguntarte tu nombre.

—Sakura —dijo, tímidamente.

—Yo soy Sasuke —respondió él.

Y antes de marcharse, le entregó la pulsera.

—No me olvidaré de ti. Aunque me vaya lejos… siempre seremos amigos.

Fue la última vez que la vio.

Años más tarde, la oportunidad de regresar llegó. Su familia tenía negocios en Japón y originalmente sería su hermano quien viajaría, pero Sasuke se ofreció. Convenció a su padre, y gracias a su desempeño en la empresa, aceptaron que él tomara el encargo.

—Un mes… —murmuró, volviendo al presente—. ¿Será suficiente para encontrarte? Sakura… ¿Cómo habrá sido tu vida todo este tiempo? ¿Estarás bien?

Afuera, el cielo comenzaba a oscurecerse. Dentro de esa casa, un joven pensaba en una niña de cabello rosa que conoció una vez en un hospital, años atrás. Tal vez solo era un recuerdo de infancia, pero él no había logrado olvidarla.




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