Recuerdo de Verano

Capítulo 13 .. ADIÓS A LOS RECUERDOS DOLOROSOS

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El día de la graduación finalmente había llegado. A pesar de la emoción que implicaba cerrar una etapa tan importante, Sakura no podía evitar sentir una profunda nostalgia. Le habría gustado que Sasuke estuviera allí, compartiendo ese momento especial con ella y sus amigas. Desde su partida, su ánimo se había visto afectado, pero gracias al constante apoyo de Ino y Hinata, poco a poco fue recobrando fuerzas para seguir adelante.

Apenas llegó a Nueva York, Sasuke se comunicó con ella para avisarle que todo había salido bien. Desde entonces, mantenían contacto por mensajes, lo que hacía que su ausencia se sintiera un poco menos pesada.

Ahora, los pensamientos de Sakura estaban centrados en la ceremonia que tendría lugar esa misma noche, un evento que había esperado con ansias durante tanto tiempo.
Acordaron reunirse en casa de Ino para prepararse juntas, así que la joven se alistó rápidamente.

Antes de salir, Sakura se acercó a su madre.

—Mamá, ya me voy. Me voy a alistar con Ino —avisó con suavidad.

—Está bien, hija. Tu padre y yo iremos directo al auditorio. Nos vemos allí —respondió su madre con una cálida sonrisa.

—Perfecto. Los espero —dijo Sakura antes de despedirse.

Una vez llegó a casa de su amiga, tocó el timbre. Ino abrió enseguida, sin decir mucho, la tomó de la mano para llevarla directamente a su habitación.

—¡Por fin llegaste! Hinata ya está lista —exclamó Ino con entusiasmo—. Vamos, no queda mucho tiempo.
—Sakura, te estábamos esperando —añadió Hinata al verla entrar—. En unas horas estaremos en el auditorio… —dijo con una sonrisa nerviosa.

Las tres comenzaron a prepararse con dedicación, entre risas, pequeños ajustes de último minuto y la inevitable ansiedad que traía consigo un día tan especial.
Cuando estuvieron listas, salieron rumbo al auditorio en el auto del padre de Ino. El camino transcurrió entre charlas alegres, bromas nerviosas y un ambiente cargado de orgullo.

—Muchas gracias por traernos, señor Yamanaka —dijeron Hinata y Sakura al unísono.
—No tienen que agradecer —respondió con una sonrisa mientras conducía—. Es un gusto acompañarlas. Verlas así de felices me llena de orgullo… por mi hija, y por ustedes también.

—¡Papá! —rió Ino—. Todavía no me lo creo... ¡por fin nos graduamos!

Al llegar al lugar, las tres se dirigieron al camerino para colocarse las togas. Mientras se acomodaban frente al espejo, Hinata notó un detalle en el atuendo de su amiga.

—Sakura, ese broche es precioso. ¿Es el que te obsequio Sasuke?

—Sí —respondió ella, algo sonrojada—. Me lo regaló antes de irse, como recuerdo por mi graduación.
—Fue un lindo gesto —intervino Ino con una sonrisa—. Se nota que te tiene mucho aprecio. ¿Le avisaste que hoy era la ceremonia? Sé que allá es otra hora, pero espero que no lo olvide… sabes lo importante que es para ti.

—Claro que le escribí —respondió, un poco sorprendida—. Solo que… no quiero insistirle demasiado. Sé que tiene muchas responsabilidades —añadió, bajando la mirada con timidez.

En ese momento, uno de los profesores tocó la puerta para anunciar que era hora de salir. Las chicas se dirigieron al escenario entre una mezcla de nervios y emoción. En el camino, Sakura cruzó brevemente la mirada con Ayame. Al verla, esta desvió el rostro con frialdad, como si nada hubiera cambiado.

La ceremonia comenzó con solemnidad. Uno a uno, los nombres fueron llamados, y cada estudiante subió al escenario para recibir su diploma.
Al final, todos se reunieron sobre la tarima mientras los aplausos llenaban el auditorio. Como dicta la tradición, lanzaron los birretes al aire, marcando así el cierre de una etapa que no olvidarían.

—¡Sakura, muchas felicidades! —exclamó su madre, visiblemente emocionada.
—Estamos muy orgullosos de ti, hija —añadió su padre mientras la abrazaba—. Hoy cierras un ciclo importante, y lo que viene es solo el comienzo. Siempre estaremos contigo.

—Gracias, papá… gracias, mamá —respondió Sakura, conmovida—. No habría llegado hasta aquí sin ustedes. Prometo seguir esforzándome y dar lo mejor de mí —añadió con una sonrisa serena.

Ino y Hinata se acercaron para saludar a los padres de Sakura. En medio de la alegría compartida, la joven sintió una leve vibración en su móvil. Al mirar la pantalla, descubrió un mensaje de Sasuke felicitándola por su graduación. No pudo evitar sonreír, una calidez repentina le encendió el rostro.

Sin embargo, mientras celebraba con sus amigas, su mirada se desvió hacia una figura entre la multitud. Reconoció de inmediato a Ayame, quien, en su primer día de universidad, se había convertido en una amiga importante… y que más tarde le causaría uno de los dolores más profundos.
La vio alejarse sin dirigirle ni una sola palabra. Sakura bajó la mirada por un instante y pensó en silencio:

“Ayame... Supongo que esta será la última vez que te vea. A pesar de todo, no te deseo ningún mal. Adiós, Ayame Mashiba. Adiós, amiga. Adiós a los recuerdos que me lastimaron…”

Aunque esas palabras nacieron de una herida que aún dolía, también marcaron el cierre definitivo de una etapa difícil. Sakura sabía que no podía cambiar el pasado, pero sí la forma de enfrentarlo.




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