Recuerdo de Verano

Capítulo 14 .. ENTREVISTA DE TRABAJO

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Había transcurrido un mes desde la graduación, Sakura se sentía mucho más tranquila. En ese tiempo, había descansado, viajado y compartido momentos valiosos con Ino y Hinata, quienes la acompañaron en una escapada a la playa. Tal como decía Ino, era el viaje perfecto para relajarse después del intenso desgaste de los últimos años universitarios.

Esa tarde, Sakura salía de casa rumbo a una cafetería donde se reuniría con sus amigas. Según Ino, había algo importante que debía contarles.

—¡Por fin llegaste! —exclamó Ino al verla.

—Sakura, aquí estamos —añadió Hinata con una sonrisa.

—Perdón por la demora, chicas… ¿llevan mucho esperándome? —preguntó algo inquieta.

—Tranquila, recién llegamos —respondió Hinata con amabilidad.

—Bueno, Ino… ¿vas a contarnos por fin qué era eso tan urgente?

Ino se acomodó en su asiento, respiró hondo y comenzó:

—Bueno… ya pasó un mes desde la graduación, creo que es hora de dar el siguiente paso: empezar a buscar trabajo. No vamos a vivir para siempre en casa de nuestros padres, ¿no creen? Ya va siendo momento de independizarnos.

Sakura y Hinata asintieron con seriedad.

—Lo que quería contarles —continuó Ino— es que encontré una muy buena oportunidad laboral. Y lo mejor de todo… hay una posibilidad de que podamos trabajar juntas las tres.

—¿Cómo? ¿Nosotras tres? —preguntó Sakura, sorprendida.

—¿A qué te refieres con que podríamos trabajar juntas? —añadió Hinata, un poco confundida.

—Verán —dijo Ino, visiblemente entusiasmada—. Navegando por internet, encontré una convocatoria para pasantías en una empresa bastante reconocida. Están buscando jóvenes talentos, y podríamos postular juntas.
Sé que las probabilidades de que las tres quedemos seleccionadas son reducidas, pero no perdemos nada con intentarlo.

—Si es una empresa importante, seguro habrá cientos de postulantes —dijo Sakura con cierta duda—. ¿De verdad crees que tengamos una oportunidad?

—Y apenas somos recién graduadas… las entrevistas podrían ser muy exigentes —añadió Hinata, algo nerviosa.

—Lo sé —afirmó Ino con seguridad—. No tenemos experiencia, pero por algo se empieza. No podemos dejar que el miedo nos frene.
Tal vez no logremos entrar las tres, pero con que una consiga el puesto, ya es un paso. Y si no lo intentamos, nunca lo sabremos. ¿Qué dicen?

Las palabras de Ino calaron hondo en sus amigas. Su determinación era contagiosa, y pronto las tres compartían la misma motivación.

—¿Y cuál es la empresa? —preguntó Sakura, intrigada.

—Las Empresas Uchiha —respondió Ino con cierta importancia—. Son líderes en tecnología e innovación digital.

—¿Uchiha…? —repitió Sakura, casi en un susurro.

Hinata la miró en silencio, con el ceño levemente fruncido.

—Sakura...

—Lo sé, chicas. Me sorprendí en cuanto vi el nombre —admitió Ino—. Pero, pensándolo bien, Sasuke nunca nos dijo el nombre de la empresa de su familia. ¿Tú lo sabes, Sakura?

—Para ser sincera… nunca se lo pregunté —respondió ella, bajando la mirada.

—¿Nunca le preguntaste dónde trabajaba? —repitió Hinata, incrédula.

—Hablábamos de muchas cosas, pero ese tema nunca surgió… supongo que se me pasó —murmuró Sakura, algo avergonzada.

—Bueno, no importa ahora —dijo Ino, restándole importancia—. Tal vez sí tenga relación con su familia… o tal vez sea solo una coincidencia. Sea como sea, ya lo averiguaremos. Por ahora, lo único que importa es la entrevista.

—Tienes razón —asintió Sakura, forzando una sonrisa.

Decididas, comenzaron a prepararse para el proceso de selección. Investigaron a fondo la empresa: sus áreas de trabajo, su visión, sus valores y los perfiles que buscaban. Aunque el apellido “Uchiha” despertó cierta inquietud en Sakura, decidió dejar sus dudas a un lado. Había algo más importante en juego: estar preparada para el gran día.

Una semana después, las tres estaban sentadas en la recepción de las Empresas Uchiha, esperando ser llamadas.

—I-Ino… estoy muy nerviosa. ¿Y si no sabemos responder bien? —susurró Hinata, inquieta.

—Respira, Hinata —respondió Ino con calma—. Nos preparamos para esto. Solo hay que estar tranquilas y ser auténticas.

—Admiro tu seguridad, Ino —comentó Sakura—. Hinata y yo estamos hechas un manojo de nervios.

—Créeme, yo también estoy temblando por dentro —rió la rubia—. Pero pase lo que pase, vamos a dar lo mejor de nosotras.

Poco después, una encargada apareció con una lista en mano y comenzó a llamar a los postulantes, uno por uno. Las entrevistas para seleccionar a los nuevos pasantes acababan de comenzar.




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