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El día esperado por fin había llegado. Tras varios días desde la entrevista, Sakura y Hinata se reunirían en casa de la rubia para revisar juntas los resultados. La empresa anunciaría en su página oficial los nombres de quienes habían sido seleccionadas para la pasantía, la tensión en el ambiente era imposible de ignorar.
—¡Hinata, Ino! —saludó Sakura al llegar, un poco agitada.
—¡Sakura! Te estábamos esperando —respondió Hinata con una sonrisa nerviosa—. Supongo que hoy por fin salimos de dudas.
—Tranquilas —dijo Ino con determinación mientras encendía su laptop—. Pase lo que pase, hoy se resuelve todo. ¡Vamos a ver!
Se sentaron frente a la pantalla y entraron al sitio oficial de la compañía. Una mezcla de emoción y ansiedad se reflejaba en sus rostros mientras navegaban por la lista de seleccionados.
—¿Sakura, ya viste tu nombre? —preguntó Ino, conteniendo el aliento.
—Todavía no... —murmuró ella, cada vez más inquieta.
—¡Lo encontré! ¡Estoy aquí! —exclamó Hinata, llevando las manos a la boca.
—¡Hinata, felicidades! —la abrazó Sakura, feliz por su amiga.
—¡Chicas! ¡También estoy! ¡Lo logré! —gritó Ino, radiante de entusiasmo.
—¡Ino, me alegro tanto por ti! —respondió Sakura, intentando sonreír, aunque sus ojos seguían recorriendo la lista con creciente inquietud.
—¿Sakura...? —preguntó Hinata con un hilo de voz—. ¿Aún no apareces?
Sakura guardó silencio unos segundos, luego bajó la mirada.
—Parece que no... Supongo que no lo conseguí.
—No digas eso —intentó animarla Hinata—. Tal vez se nos pasó.
—Mejor dejémoslo, Hinata —interrumpió Ino, fingiendo resignación—. Ya no vale la pena seguir...
Sakura asintió, apretando los labios. Pero entonces Ino soltó una sonrisa traviesa.
—Porque ya lo vi. ¡Tonta! ¡Obvio que estás en la lista también! ¡Entramos las tres!
—¿Qué? —Sakura levantó la cabeza, incrédula.
—¡Sí! ¡Lo conseguimos! —exclamó Hinata mientras la abrazaban.
Los ojos de Sakura se llenaron de lágrimas.
—¡Gracias, chicas! ¡Estoy tan feliz! —dijo conmovida.
Después de la emoción, Sakura y Hinata volvieron a casa para contarle la noticia a sus familias. Los padres de Sakura no podían ocultar su orgullo al saber que su hija había sido aceptada en una empresa tan prestigiosa en su primer intento.
Más tarde, Sakura escribió a Sasuke para compartirle lo ocurrido. Le contó que había sido seleccionada para una pasantía en una excelente compañía y que pronto comenzaría esa nueva etapa. Dudó en mencionar el nombre de la empresa, pero prefirió no hacerlo. Tal vez solo se trataba de una coincidencia.
Sasuke respondió con un mensaje sincero. La felicitó y le deseó todo lo mejor en esta nueva experiencia. Saber que él celebraba su logro también hizo que el corazón de Sakura se sintiera un poco más ligero.
Era lunes por la mañana. Sakura se despertó más temprano de lo habitual, sintiendo una mezcla de nervios y emoción. Era su primer día como pasante, y quería que todo saliera bien. Se arregló con esmero y bajó al comedor, donde sus padres la esperaban.
—Buenos días, mamá, papá —saludó con una sonrisa.
—Buenos días, hija —respondieron al unísono.
—¿Tienes tiempo para desayunar tranquila? —preguntó su madre, dejando una taza frente a ella.
—Sí, aún voy bien —dijo Sakura mientras tomaba asiento—. Igual no quiero salir apresurada.
—Entonces come algo y sal con calma. No es bueno empezar el primer día con prisas —le aconsejó su padre.
—No se preocupen, aún tengo tiempo —contestó, terminando su desayuno antes de salir.
Minutos después, salió de casa con paso decidido. El aire fresco de la mañana la ayudó a despejarse un poco mientras recorría el trayecto hacia la empresa.
Al llegar frente a la entrada principal, se reencontró con Hinata e Ino.
—¡Sakura! Qué bueno que llegaste —dijo Hinata, ligeramente nerviosa.
—Hola, chicas —respondió, también algo inquieta—. ¿Entramos?
—Sí —afirmó Ino, respirando hondo—. Es un nuevo comienzo para nosotras. Vamos a dar lo mejor.
Las primeras semanas pasaron rápido, entre aprendizajes, correcciones y tareas exigentes. Hinata y Sakura fueron asignadas al departamento de Marketing, mientras Ino se unía al equipo de Publicidad y Diseño. Aunque estaban en áreas distintas, siempre encontraban tiempo para almorzar juntas o regresar conversando al final del día. Eso mantenía viva la cercanía entre ellas, incluso en medio de la carga laboral.
Una mañana, Sakura revisaba unos documentos en su escritorio cuando la voz de Hinata la sacó de concentración.
—¡Buenos días! ¿Tienes listo lo del concurso? —preguntó Hinata con suavidad.
—Hola, Hinata. Casi... solo me falta ajustar algunos detalles en las diapositivas —respondió Sakura, sin levantar la vista.