Recuerdo... Nuestro amor

2 CELOS

DANA

Estaba lista para salir de casa hasta que mamá me pidió que al salir pasé por unos libros para mis hermanos, y le dije que normal y que me gustaba caminar y ver que de nuevos libros aparecen. Me despedí de ella y salí con los auriculares puestos ya que había salido con media hora de anticipación.

Camine disfrutando todas las letras de las canciones que se iba reproduciendo, y llegue justo a la hora fui al salón y mis amigas no habían ido; por hoy estaré sola.

-. Dana – me sobresaltó y veo que Luis es quien me ha tocado el hombro y gritado mi nombre.

-. Hola Luis – el me regala una bonita sonrisa, él es muy tierno y más con su cabello tan bien cortado, su barbilla que parece querer dividirse en dos y esos ojos tan marrones que brillan cuando sonríe de verdad - ¿Por qué me asustas?

-. Lo siento no fue mi intención – pasa su brazo sobre mi hombro y caminamos juntos – te decía si podemos estudiar hoy, es que, solo no me gusta estudiar.

-. Hoy no puedo mi madre me hizo unos encargos – puedo ver la decepción en su rostro – pero si gustas puedes acompañarme a menos que prefieras estudiar.

-. No – responde de inmediato – me encantaría ir contigo.

-. Ok, nos vemos a la hora de salida – él asiente y se despide.

ROGELIO

Acabo de ver como mi amigo abrazaba a Dana y sentí mi pecho arder, es cierto que ella me gustaba; pero por negarlo la aleje y supongo que ahora es muy tarde para intentar algo con ella.

-. Luis – logró alcanzarlo y este me recibe con una sonrisa boba.

-. ¿Qué hay amigo? – me saluda muy contento para mi gusto

-. Vas a hacer algo a la hora de salida para ir a dar una vuelta – Luis me mira con sospecha, pero me sonríe.

-. Lo lamento amigo, pero ya tengo planes – eso solo me confirma que si va a salir con Dana – con la chica más linda del mundo.

-. Parece que estás enamorado – trato de sonar indiferente.

-. Te voy a ser sincero – quita la sonrisa y su cara se pone seria – como has dejado muy en claro que no sientes nada por Dana voy a intentarlo con ella, me gustó desde el día que la vi en tu casa cuando me invitaste a pasar el rato ¿Te molesta? - estoy en shock.

-. No, claro que no. amigo ella solo es una vecina y amiga de mi hermana – mi boca se adelanta a mi cerebro por lo que no puedo negar nada de lo que acabo de decir.

-. Que alegría – vuelve a sonreír de oreja a oreja y yo simplemente me estoy insultando internamente. Durante todas las clases no pude concentrarme y en cuanto tocaron el timbre salí detrás de Luis quien esperaba en la puerta del salón de Dana.

Ella sale y lo saluda con un beso en la mejilla y una sonrisa y en este momento estoy deseando que eso fuera para mí como antes.

INICIO DE FLASHBACK

Inicio la academia preuniversitaria y estoy inscrito junto a ella en la misma y llevamos algunas clases juntos. Casi todas las mañanas vamos juntos y ella siempre busca un tema de conversación en el cual yo solo respondo con monosílabos.

Llegamos ella se despide con una sonrisa, pero sin siquiera atreverse a darme un beso en la mejilla; la veo entrar a su salón y yo voy al mío y me encanta ponerla nerviosa.

Si me la encontraba en el recreo, en el pasillo o en la biblioteca ella siempre me sonreía.

-. Rogelio – la saludo con un movimiento de cabeza – por favor llévale este libro a Roxana no voy a poder verla hoy.

-. Si yo se lo doy – tomó el libro e intento tocar sus manos, pero ella las retira de inmediato.

-. Gracias – se va y me deja sin más, eso era raro en ella porque ni siquiera intento conversar conmigo.

Después apareció uno de mis ligues y me perdí con ella en los baños por un momento para estar tonteando.

FIN DEL FLASHBACK

 “Como deseo que sus sonrisas sean de nuevo solo por mí, desde ese día ella se fue”

Ahora me toca seguirlos.

DANA

Luis se portaba muy bien conmigo y eso me ponía feliz, pensando en que antes yo estaba detrás de alguien que parecía estar muy incómodo con mi presencia.

-. ¿Por qué te pusiste tan triste de repente? – Luis toma mi barbilla y me doy cuenta que mi pasado me sigue persiguiendo.

-. Recordé algo que me dolió – él me abraza y yo escondo mi cabeza en el hueco de su cuello y aspiro su perfume.

-. Solo debes soltar y olvidar – yo intentaba no llorar.

-. Tienes razón – me alejo de él y tomó su brazo para caminar.

-. Bien que recados debe realizar señorita – yo sonrió.

-. Comprar unos cuantos libros – fuimos a la feria de libros usados y pasamos un buen rato buscando los títulos que me encargaron y al fin encontramos todo y a un buen precio.

-. Vaya no pensé que el comprar libros fuera tan cansado – me rio y coloco los libros en mi mochila.

-. Gracias – él asiente.

-. Déjame ayudarte - me quita la mochila y la carga él – vaya si esta pesada – yo camino de espaldas y me tropiezo, espero el golpe; pero en su lugar siento unos brazos rodeando mi cintura.

-. Yo esperaba el sopetón – abro mis ojos y quien me tiene en sus brazos es Luis.

-. No tienes ojos en la espalda – me ayuda enderezarme, pero sin soltarme y yo llevo mis manos a mi pecho ya que mi corazón latía muy rápido por el susto.

-. Lo sé, pero fue tu culpa – Luis se hace el ofendido y terminamos riéndonos.

-. De acuerdo entonces te acompaño a tu casa – asentí.

-. Pero te advierto que yo me voy caminando y más o menos es una hora de camino – Luis me miró y negó divertido – que… - lo desafío con la mirada - no es broma.

-. De acuerdo – me llevo a una tienda y compramos un par de botellas de agua mineral – estamos listos.

Caminamos y él no se quejó en ningún momento, lo bueno es que ese día estaba nublado porque si no, el sol nos iba a quemar. Llegamos a la puerta de la casa.

-. Gracias – intenté tomar mi mochila y él no me dejó - ¿Qué sucede?



#10121 en Novela romántica

En el texto hay: secuestro, guardaespaldas

Editado: 16.06.2024

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