Quién desconoce la mente humana, comienza a dudar sobre si la realidad en la que vivimos, sea realmente algo, o simplemente, un sueño más, el cual está muy lejos de nuestro entendimiento.
No hay una lógica entre lo que pudiera relatar, y lo que a partir de este momento vaya a contar, pero aun así seguiré en el transcurso de lo que llegue a recordar. Talvez hayan muchos vacíos de por medio, pero son los mismos que tengo en mi memoria, y en todo caso, son solo recuerdos de un pasado remoto, pero, puede que estos tampoco pertenezcan a mi historia.
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En un día ordinario, yo me encontraba en la casa de una amiga, la cual conozco hace aproximadamente cuatro años. Ambos nos preparábamos para ir a una Fiesta. Supongo que no hay nada de raro (solíamos salir, con un grupo de amigos frecuentemente) así que lo tome como un hecho más en las pasadas horas en que transcurriría mi mundo de recuerdos.
Saliendo de su casa, pronto me doy cuenta que ella ya no estaba… que podría haber Pasado, hace tan sólo unos instantes se encontraba junto a mí. Decidí seguir en mancha, ya que mientras más caminaba, menos entendía hacía donde me dirigía realmente.
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Yo me encontraba sólo, en un lugar que tenía un aspecto un tanto familiar. Por alguna razón, tenía rasgos muy similares, a lo fue mi casa rodeada de árboles, tan sólo del lado izquierdo, y al fondo de esta el patio trasero.
En el frente, sólo un simple alambrado cubría la mayor parte de la entrada, junto a una puerta de metal hecha pedazos. Cuatro paredes blancas rodeadas de verde opaco que cubría todo el entorno, producido por la humedad; una casa tan simple que no vale mucho la pena mencionar demasiado
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En un momento en el que creí estar sólo, mi imaginación jugándome otra broma pesada, dio a desconocer con quien yo estuve todo este tiempo, ya que al parecer, me encontraba con uno de mis amigos, no lo conocía hace mucho, pero lo suficiente como para saber que esté no era del tipo de lugar en el cuál él frecuentaría.
Alterado al verlo, grite su nombre:
-¡hortensias!
-¡Luca!
No es su nombre real, lose, decía para mis adentros, pero decidí nombrarlo así para que pueda reconocerme...
Él se encontraba en el lugar en dónde debía estar (sea donde quiera que fuera, de todas formas, yo no lo sabía). Tal absurdo no tenía sentido, pero lo particular de todo esto es que ambos nos preparábamos para jugar “un partido futbol” (mi mente divaga mucho, a veces, suele mezclar muchas cosas que se acumulan con los años).
Es extraño, me encontraba en frete de un recuerdo, mi casa, y ahora nos encontrábamos en el patio de esta misma. No tenía dudas, esta era (el cómo había llegado para mí sigue siendo un misterio).
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-¿Te has olvidaste, no? - Me pregunta Luca, mientras observaba mi rostro que manifestaba mi sensación de extrañamiento.
-Talvez, no lo sé, desde que comenzó el día, han pasado cosas muy extrañas.- le respondí
-Ya deja eso para después, y juguemos un poco, talvez así, tus ideas se pongan en orden, y recuerdes todo con claridad. No iba a cuestionarlo, de todas formas, no tenía otra más que intentarlo.
Esta sensación de nostalgia, me trajo una vez más, a los lugares en donde pase mi infancia. Varias personas aparecieron en mi patio, y una sensación extraña me envolvía de repente... en ese tiempo, solía sufrir ansiedad social, a tal extremo, que al ver demasiada gente junta, podía perder el conocimiento.
Sólo segundos pasaron, hasta que me encontré en el suelo, mirando al cielo a un lado del alambrado de mi casa. Sólo e inútil mirando a los alrededores intenté buscar a alguien, entre el tumulto de gente, en un principio éramos solo dos, pero Luca, quién me acompañaba, había desaparecido (o quien sabe, talvez sólo fue otro recuerdo, otra ilusión creada por mi imaginación).
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Pensar demasiado en lo que podía o no ser creación de mente, me hacía perder mucho tiempo, que probablemente hubiera desperdiciado, e incluso, solo al escribir estas líneas, mi mente vuelve a dispersarse, no sé hasta qué punto dure mi concentración, pero, tengo que aprovechar que mi recuerdos aún siguen frescos y continuar.
Estuve tan distraído que ni siquiera noté lo que traía puesto, al parecer, llevaba un jean negro desecho, unas medias por debajo, hasta las rodillas, y unas zapatillas grises, manchadas con polvo y tierra en todos sus extremos; en la parte superior tenía un suéter rallado, de un color monocromo (no es un color como tal, pero apega a como se veía lo que tenía puesto).
Al retirarme el exceso de ropa, me encuentro una camisa que tenía puesta, una azulada con algunos grabados. Sabía que algo estaba relacionado a esta, y cómo un golpe, un recuerdo salió disparado en mí cabeza (un recuerdo vino a mi memoria):
Yo me encontraba en una biblioteca, más específico, en el estar de la entrada, en su interior, o lo que llegué a ver, se conformaba con: una mesa móvil (simple), con ruedas en cada una de sus patas; a su alrededor había un conjunto de sillones, ocho de los que llegué a contar. No me detuve mucho en detalles, podría darme el tiempo de describir el lugar, pero lo único que me es relevante en este punto, es el pequeño lugar que ocupaba en ese momento.