POV GRECIA
—es un: NO, rotundo —sentencio Donatello con esa expresión seria de mierda en su cara.
No pude evitar reirme, si antes parecía una piedra, ahora parecía un mármol. Pálido y tieso.
Creo que vestirse con ese pijama quedaría bien con su color de piel, ver los labios de Jaqueline formar un puchero solo amenizo más el ambiente.
—Por favoooooor, por miiiii, siiiii —se colgó de su brazo restregando sus pechos del brazo de Donatello mientras daba algunos saltitos.
Lo vi bajar la mirada a Jaqueline, en concreto a sus pechos, él estaba allí sopesando tal vez en ponerse el pijama.
—quedara entre nosotros, no te preocupes por perder autoridad —sus ojos fueron a mí y esa mirada de los mil guardaespaldas que me dedico me dijo que yo encontraría la manera de burlarme, entonces sus fueron a las paredes y na sonrisa maliciosa se dibujó en mis labios.
Las cámaras ¿los chicos guardaran las grabaciones? Necesito sobornarlos.
—es una orden ¿señor? —pregunto con una ira contenida en su voz, Federick no había dicho nada en un buen rato, solo observándonos a los tres montar un espectáculo.
—si así lo quieres poner, será una orden. —lo vi apretar la ropa en su mano.
—en el cine hay un cuartito de cambio, así no te sentirás peor por usarlo —le guiñe un ojo y el solo me ignoro. Jaqueline le soltó el brazo dándole unas palmaditas consoladoras en la espalda.
Lo vi marcharse con resignación y Jaqueline y yo dimos saltitos juntas, hasta que los ojos claros de ella dieron con Federick y yo tambien me giré a mirarlo.
—¿Qué pasa? —su mirada confundida nos hizo confundir a las dos al mismo tiempo.
—deberías cambiarte tambien —él se miró y luego a la bolsa en la mesa, su sonrisa se borró al instante.
—¿yo tambien? —se señaló con inocencia.
—sí, tambien! —lo regañe colocando mis manos a cada lado de mi cadera mientras a mi lado Jaqueline se cruzaba de brazos.
Sé que seguro pensó que lo de los pijamas era solo para bromear con Donatello, tal vez no se tomó mi plan tan en serio, pero al ver nuestras expresiones serias lo tomo a regañadientes y se fue justo detrás de Donatello.
Unos quince minutos después, nosotras ya teníamos nuestros pijamas puestas y los teléfonos grabando el momento en que esos hombres por fin se dignaran a salir de su escondite en el baño.
—señores… tienen que salir ya —grito Jaqueline completamente divertida por la situación.
Mientras yo contenía la risa.
—te sugiero que guardes ese celular, duendecillo —me amenazo, creo que sabe bien que tomare un segundo video de esto.
—no estamos grabando solo estamos esperandooo —respondió Jaqueline por mí y ambas casi nos ahogamos de la risa escuchando sus susurros.
—cuento hasta tres —amenace en tono alto. —uno… dos… —y antes de decirlo vi a Federick salir con resignación, colocándose la capucha hasta debajo de los ojos, pareciendo un completo dinosaurio, mientras que Donatello venía detrás de él arrastrando los pies.
—uuuh que lindooo —Jaqueline corrió con celular en mano hacia Donatello grabándolo de pies a cabeza.
—esto es vergonzoso. —susurro mientras Federick me abrazaba rodeando mi cintura.
Me removí un poco de incomodidad y lo disfracé como un “dejame arreglarme el gorro del pijama”.
Luego de eso tomamos asiento y Donatello no sabía cómo mas fundirse con la silla sin lastimar a Jaqueline quien no dejaba de elogiarlo y tocarle el rostro.
No entendía porque se veía tan remilgosa con Donatello cuando él claramente no tenia intensiones románticas con ella.
¿será algo de ser ninfa? No lo sé bien, pero esta curiosidad despierta mis memorias y siento las ganas de colocar mis manos en mis cien por el dolor de cabeza.
Mientras transcurría la película, hicimos varias pausas para ir al baño, pero en la segunda note como Jaqueline no paraba de suspirar y arreglar su cabello en el espejo.
—Dioses, tienes que decírmelo —dije parándome a su lado claramente frustrada. Ella solo solto una risita.
—es solo… es tan guapo —respondió ella mordiéndose el labio y soltando un suspiro largo.
—bueno si, pero … —vi claramente en su rostro como ella misma tenía un conflicto interno.
—lo entiendo…pero… no puedes decirle a mi madre —fruncí las cejas sin entender, hasta que su mirada fija me hizo darme cuenta de algo más que obvio.
Me cubrí la boca con una mano por la sorpresa.
—¡¿Cómo?! —pregunte casi sin voz por la sorpresa y por el hecho de que tal vez nos escucharían.
—solo… paso ¿sí? —su mirada parecía resignada.
Un flash de una memoria vieja vino con las piezas que faltaban.
Papá había sido humano, pero técnicamente mi “abuela” es la ninfa del bosque, la protectora ¿eso donde dejaba a mi “abuelo”? un simple humano…
Dos más dos…