Entonces diré mis últimas palabras. Frente aquella caja que llevaba el cuerpo sin vida de la persona que una vez me amo.
— Muchas gracias…
Y verdaderamente se que es triste ver como poco a poco la persona que tanto aprecié, es alejada frente a tus ojos.
Donde lo único que puedes hacer, es despedir con una pequeña sonrisa, diciendo el ultimo adiós, mientras que lentamente aquel sentimiento de agonía intenta invadir completamente tu cuerpo.
Al darte cuenta que nunca más podrás volver a ver a esa persona.
Pero se que este no es el fin, porque así con aquellos maravillosos momentos, se que todavía estarás aquí conmigo.
Porque la vida es un instante, donde los momentos son como estrellas fugaces que se ven reflejados en aquel infinito cielo que se encuentra sobre mí.
Ya que desde ahora, y hasta el último de mis días. Daré lo mejor de mí, para que puedas sentirte orgullosa, donde sea que te encuentres porque se que todavía tienes tus ojos puestos en mí.
Así que llego el momento de seguir adelante. Porque se que no estarías feliz viéndome tan triste. Así que pondré un punto y final a este momento.
Colocan esta pequeña rosa, frente de ti. Guardaré en lo más profundo de mi corazón este semtimiento, para jamás poder olvidar lo que hiciste por mí.
Y entonces dar inicio aquel camino que se abrirá frente a mi, para mostrarme un nuevo comenzó.
Pasando al rededor de unos 4 días….
Decidí regresar aquella casa, que se encontraba completamente vacía. Pero en la cual me esperaba aquella caja misteriosa que había mencionado mamá.
Entonces, cuando finalmente pude llegar a casa, justo en frente de la sala, ya hacía esa caja, la cual se encontraba sobre una pequeña mesa.
Y aquella mujer que iba a visitar incontables veces a mamá en el hospital, se encontraba junto a mí.
Ya que pude saber al final quien era realmente.
Esa mujer, llamaba “Atame”, la cual era la amiga más cercana de mi madre desde hace mucho tiempo. Ellas se conocieron incluso más antes que yo hubiese nacido.
Ya que ambas habian nacido en lugar llamado “Kimura”, de la cual era un pueblo que se encontraba muy lejos de la ciudad.
Y de lo poco que puede saber de Atame-san, es que yo también provenía de ese pueblo. Pero a causa de un problema, mamá y yo tuvimos que dejar el pueblo.
Todo antes del accidente.
Así que decidí abrir la caja que estaba frente a mí. Viendo que dentro se encontraban un montón de cuadernos, una camisa que poseía muchas firmas, y un pequeño álbum de fotos.
No pude evitar sentir curiosidad por ver las fotos, ya que al fin y al cabo podría ayudarme a recordar aunque sea un poco.
La mayoría de fotos dentro del álbum eran de cuando yo apenas era un niño de apenas unos 5 a 7 años.
Y al verlo detenidamente, pude darme cuenta que es realmente vergonzoso ver este tipo de fotos.
Así que decidí dejarlo a un lado, para entonces revisar los cuadernos.
Pero no había nada relevante, eran prácticamente cuadernos normales que dentro de ellos se encontraban clases.
Podrían ser recientes ya que dentro de uno de ellos habían unos ejercicios llamados “Casos de factores o algo parecido”.
Y puede ver que apenas se encontraban clases en el. Entonces decidí tomar otro, cuando vi algo que sobresalía de uno de los cuadernos.
Lo cual era un sobre, del cual no se encontraba nada dentro. Pero había algo curioso en este cuaderno.
Dentro, se encontraba mi nombre repetido muchísimas veces. Es realmente extraño que mi propio cuaderno tenga mi nombre escrito repetidas veces.
Así que decidí revisar más adelante de este, y pude ver como dentro habían conversaciones. De las cuales, habían unas palabras que se repetían muchísimo como “Eres realmente tonto” o “Deberías de preocuparte más por tu futuro”.
Alguien podría haberlas escrito en el, me pareció realmente curioso, hasta que al final de este puede encontrar una frase que me llamó un poco la atención.
La cual decía “Nunca olvides que el destino a pesar de separarnos, el mismísimo tiempo será aquel que nos volverá a unir. Porque nuestro amor nunca dejará de ser.”
Y debajo de este se encontraba un nombre…
— Att: Natsuko.
¿Pero, quien era ella?
Al día siguiente, luego de haber pasado toda la noche revisando esa caja.
Atame-san, me pidió que fuera con ella al pueblo. Ya que igual manera, mamá mucho antes de fallecer, le pido a ella que me llevará al pueblo.
Accedí a regresar sin pensarlo dos veces, ya que estar aquí solo no tiene caso.
Y bueno allá habrán personas que deberían conocerme ¿no?, así que les pediré que me cuenten un poco de como era.
Tal vez así pueda recordar un poco de mi pasado.
Entonces decidí empacar mis cosas, ya que me iría definitivamente de este lugar.
Bueno, al decir verdad, me da curiosidad saber acerca de cómo sería ese pueblo.
Así que me encargaré de preguntarle a Atame-san, después de terminar de empacar mis cosas.
Tomando cada cosa, para colocarlo en su respectiva casa, encontré una foto de mamá y yo, cuando apenas era un niño.
Es realmente duro ver algo como esto sabiendo que no hace mucho tiempo que mamá ya no está conmigo.
Pero de alguna manera, siento que este dolor en mi pecho me hace recordar la cada vez.
Fue entonces cuando intente guardar esa foto dentro de una caja, sin querer golpee unos cuantos libros que se encontraban en una estantería.
Haciendo que estos se cayeran provocando que también yo cayera con ellos.
Pero hubo un libro en especial que llamo mi atención.
La cual dejo caer unas cuantas fotos, las cuales parecían recientes.
En una de ellas me encontraba frente a la entrada de un colegio, vistiendo un uniforme de color azul oscuro. Con botones en las muñecas. Pero la foto parece como si me llamarán repentinamente al haberla tomado ya que parezco dando la vuelta.