Recuerdos Oscuros

Capítulo # 4 (Macabro descubrimiento)

Impulsado por aquel pulsante misterio que me estimulo y esa cantidad de adrenalina corriendo por la sangre de mis venas; me obligaba a mantenerme alerta; recorrí en el silencio aterrador de la noche, gran parte del lugar.

Sombras espectrales, reflejaban sus rostros espeluznantes, demacrados en las paredes. Susurros quejumbrosos, desgarradores, voces lejanas de lamento y dolor, salidos de algún lugar aterrador y maldito. Todo esto lo percibía de manera hostil llegando a mis sentidos.

Cada centímetro de espacio que recorría estaba cargada de esas sensaciones siniestras. No cabe duda que en el lugar había muerto gente de forma violenta. A Veces no me gustaría poseer este tipo de habilidad que, de alguna manera, me mantienen ligado a la muerte.
La última persona que murió aquí en este lugar, sufrió mucho, su vida le fue arrebatada de una forma tortuosa y agonizante; es lo que puedo percibir.

Si fuera una persona corriente, lo más seguro es que estaría paralizada de miedo; mi instinto me dice que debo salir de este lugar. No podía explicar por qué hasta ese momento, continuaba allí, escudriñando el vientre del mal; seguí caminando mientras observaba, el sitio era extenso, el aire del sitio estaba cargado con un olor de formaldehído se encuentra concentrado en el sótano, cabezas de muñecas que les faltaban partes, de otros objetos viejos se encontraban tirados.
 

Al final del sótano encontré un gran armario y un pequeño ascensor que conducía a una existencia más abajo del sótano.

El armario parecía muy antiguo trate de abrir todas sus puertas pero sólo abrí una, las otras permanecían cerradas con seguro. La puerta que abrí, en su interior, encontré un sombrero y un traje blanco de mujer manchado de sangre. La mancha era vieja.

 

Me encontraba a espaldas de la salida, totalmentente absorto, muchas cosas venían a mi mente. De repente sentí una escalofriante sensación de acecho hostil, seguida de un fuerte golpe; que hizo desvanecer toda mi humanidad.

Unas horas después desperté, el dolor que sentía en mis manos y pies me hacían retorcer y contra-erme, era un sufrimiento insoportable, incisivo sin alivio.

 

Había despertado para darme cuenta de la más atroz tortura contra mi cuerpo; me encontraba totalmente crucificado boca abajo. Mire recorriendo mi entorno, yo ya no estaba en el sótano, me habían bajado a la estancia que estaba debajo del sótano. Ahora me encontraba en lo que parecía una especie de cementerio subterráneo sin la pidas; mis ojos se abrieron más de lo normal al ver el enjambre de cruces de maderas enterradas en el suelo, encima de cada Cruz una liga de seda de mujer.



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En el texto hay: mistisismo, misterio paranormal, mistica

Editado: 09.08.2020

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