Recuperando a Emi

Capítulo 10

No podía dejar de ver a Josh, se había vuelto loco, de eso no quedaba duda, además, ¿cómo se le ocurrió a papá pedirle eso?, yo no quería hacerlo, aunque él lo dejara todo, yo no estaba dispuesta a estar con él, no era sano ni justo para nadie. 

—¿Qué es lo que dices? —exclamo porque no entiendo a que juega.

—Dejaré a… Amapola… Nos casaremos —río negando. 

—Claro que no, no vas a hacer eso, no sé por qué papá te pidió algo como eso, pero no lo aceptaré, si no estuviera enferma, no estarías ahora aquí; Además, estás borracho. 

Esto es absurdo, no entiendo como puede venir a decir una cosa como esas, no quiero ni imaginar lo que pasaría si esa mujer es dejada por él, no quiero más problemas. 

—No quiero más problemas Josh, por favor, déjame en paz, mañana iré por mis cosas y mi dinero, después de eso te voy a pedir que me dejes tranquila.

—No, no puedo hacerlo, aún te amo —siento como mi corazón se acelera con sus palabras, yo también lo hago, no lo he dejado de hacer en ningún momento de estos dos años, ¿pero eso importa ahora?

—Ya es tarde para nosotros, ve Josh, sé feliz, rehace tu vida —digo dándome la vuelta para alejarme de él. 

Esto es más doloroso que mi propia enfermedad y cada vez que él viene a decirme eso, la herida se abre más y más, no puedo seguir de esta manera, esto muriendo, lo único que quiero es paz y tranquilidad. 

Josh no quiso irse y mamá tuvo que hablar con él un par de horas hasta que al final él se fue para su casa, en la mañana me contó lo mal que se veía, enterarse de mi enfermedad lo había golpeado más fuerte de lo que habíamos pensado. 

Ahora nos encontrábamos con mi madre en el estacionamiento del restaurante, tenía que venir por mis cosas y también la paga de este tiempo, lo necesitaba para mí. Suspiro mirándome las manos porque estoy nerviosa. 

—¿Quieres que vaya contigo? —dice mamá. 

—No, quiero hacer esto sola, necesito cerrar este ciclo como sea. 

—Está bien, pero si necesitas algo, solo grita —asiento sonriendo y abriendo la puerta del auto para salir.

Las manos me tiemblan, los ojos me pican y todo el cuerpo me suda, no sé qué pueda pasar ahora, esto es un carrusel que no deja de moverse y me pone inquieta sin saber qué pasara. Entro en el restaurante y el silencio es todo lo que encuentro, no entiendo cómo le va tan bien si casi no se abre. 

Camino por el lugar y mientras más me acerco los gritos que vienen de la cocina son más fuertes, ¿qué estará pasando? 

—¡No puedes hacerme esto, Josh! —me detengo en la entrada cuando reconozco a Amapola, su voz chillona es inolvidable. 

—Cálmate, tienes que escuchar mis razones. 

—¡No quiero escuchar nada, no puedes romper nuestro compromiso! —jadeo llevando las manos a mi boca cuando escuchó eso, ¿lo hizo?, no lo puedo creer. 

—Es lo mejor, no puedo hacerlo. 

—Es por ella, ¿cierto? —se queda en silencio y yo no sé qué hacer, ¿debería salir?, ¿pero qué podría decir?

—Es complicado, no entenderías, solo quiero que me entiendas, no estoy diciendo que no nos vamos a casar, pero ahora no es el momento. 

—¡Me importa poco!, tú me prometiste que nos casaríamos, lo juraste ese día en que ibas a acabar con tu vida por esa mujer, ¿lo olvidaste? 

¿Qué?, ¿él iba a hacer eso?, Dios, qué daño tan grande le hice a Josh, debí haberle dicho lo que estaba pasando y que fuera el que decidiera, pero, en cambio, no lo hice, me fui sin decir nada, ahora estoy descubriendo lo que el paso y me siento horrible. 

—Eso fue en un momento de desesperación, no puedes decir eso ahora. 

—¿De desesperación?, no lo creo, estabas mal, yo fui quien estuvo contigo en todo momento, te cuide cuando estabas enfermo, no puedes venir a romper un juramento que me hiciste, me prometiste que me harías feliz. 

—Y no he cambiado de idea, lo haré, pero primero necesito arreglar algunas cosas, estoy confundido, no puedo casarme contigo sintiendo esto —¿eso que quiere decir? 

—¿La quieres aún?, ¿es eso lo que me estás diciendo? —lo veo agachar la mirada y quedarse en silencio —. ¡No lo puedo creer!, ¿cómo puedes quererla?, ella te dejó plantado. 

—No sabes por qué lo hizo. 

—¡¿Y tú si?! 

—Descubrí la verdad, sé lo que en realidad paso para que ellas se fuera y la entiendo, en mi lugar hubiera hecho lo mismo. 

Esto es más de lo que pensé encontrar, cuando fue ayer a mi casa jamás imaginé que hoy rompería su compromiso, es algo absurdo, dice quererme, pero cada vez siento que solo siente lástima por mí, nada más.

—No tiene sentido lo que estás diciendo y aunque sea así, no puedes solo venir a decir que me dejaras porque ella te contó la verdad, ¿estás seguro de que es real?, porque esa mujer ha mostrado el tipo de persona que es, ¿cómo puedes creerle? 

—Porque lo vi con mis propios ojos, es algo que no se puede ocultar tan fácilmente, solo quiero que comprendas que debemos aplazar nuestro matrimonio, solo eso. 

—¡Pues no lo haremos, nos vamos a casar en un mes y punto! —dice dándose la vuelta para salir. Con rapidez me corro para que no se den cuenta de que estaba escuchando.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.