3— EL RETORNO DE LA VILLANA

VICTORIA

Estoy acostada sobre una tumbona en una playa de Palm Beach, Florida, tomando un coctel y disfrutando de la vista tratando de calmar la ansiedad que a veces me ataca por estar tan lejos de Arthur; cuando mi tía y yo  huimos de Luna de Plata, nos pareció este un gran lugar para pasar el destierro al que yo misma me sometí cuando apuñalé a la cualquiera de la Zara; tía Sonya vio que me gustaba y no tardó en rentar un departamento en un hermoso complejo frente al mar para que vivieramosn comodamente, no sé de donde sacó tanto dinero para costearnos esto, pero tampoco es que le hayacdado mayor importancia.

Desde que llegamos, todas las tardes  me siento aquí y miro la puesta del sol en el horizonte, es lo único que me sosiega desde que lo perdí todo; tuve una crisis gigante cuando Arthur me devolvió los papeles del divorcio firmados, pensé que se reusaría y haría lo posible por evitarlo, que pelearía mas por mi, que se negaría a dejarme ir porque su amor era inmenso y no vería la vida sin mi, pero lo único que recibí fue un: "gracias por su tiempo" !Maldito! Casi me regreso a castrarlo por hijo de puta y desgraciado. Así que legalmente ya no estamos atados, el es libre y yo también, sumado a que estoy en bancarrota y creo que soy mas pobre que antes. 

Navego por internet en mi teléfono —cosa que hago mucho últimamente — y pongo el nombre de mi ex esposo en el buscador, es algo habitual buscar noticias de él, tengo una necesidad insana de estar al tanto de cada cosa que hace, lo que me vuelve loca la mayor parte del tiempo, porque verlo acompañado de mujeres que parecen garrapatas encima de él, me dan ganas de asesinar, pero soporto porque yo fui quien propició toda esta situación y se supone qué alejarme fue lo correcto. Salen muchas búsquedas y paginas que lo mencionan, pero me llama la atención uno en especifico, abro el link y de inmediato veo lo que está frente a mis ojos horrorizada, le el articulo y quedo en completo shock… no lo puedo creer, no es posible, ¡no lo voy a permitir! 

—¡TIA! 

Grito temblando de rabia, nada me preparó para lo que acabo de leer, Alice me las va a pagar, se ha pasado 2 continentes completos.

—Hija, ¿que sucede? 

Pregunta mi tía acercándose preocupada mientras yo miro el articulo en el teléfono intentando no explotar de la ira. 

—Tía, haz las maletas, nos regresamos a Luna de Plata.

Esperé que la vida me diera un descanso, un poco de tranquilidad al menos por haberme sacrificado por el bienestar de el hombre que amo, pero está visto que hacer lo correcto no paga, solo hay cierta cantidad de bondad que una chica como yo puede soportar y he llegado a mi limite; tambien esperaba que al menos el idiota desgraciado de mi marido por respeto a lo nuestro no me diera un golpe tan bajo, ¿como se atrevió a meterse con mi hermana? Arthur Mitchell, eres hombre muerto. 

—Hija, pero ¿y si la policía te atrapa? Sabes que es muy riesgoso, ¿por qué tomas esa decisión tan precipitada? 

Estoy tan enojada que me importa una mierda si me meten a la cárcel, espero que lo hagan luego de que acabe con el traidor hijo de puta que tenía por esposo y Alice… ni siquiera puedo decir lo que voy a hacerle a la maldita. 

—¡Me importa una mierda!, iré a la cárcel con gusto, esto es lo peor que pudieron hacerme Arthur y Alice, voy a matarlos con mis propias manos. 

Le muestro a mi tía las fotografías y lo que dice el articulo mientras me levanto caminando de un lado a otro en estado de locura, ¡Arthur es mío! ¡Es mío, maldita sea! es lo único que me importa en el mundo, no voy a permitir que nadie más que yo lo tenga, juro que nadie va a poder tenerlo mientras yo viva. 

—¡COMO SE ATREVIÓ A COMPARARME CON UN ARTEFACTO TAN CORRIENTE! ¡ARGHH! 

Grito enloquecida de ira por como fui llamada en el maldito articulo. 

—Debe ser un chisme o un malentendido mi niña, sabes como son esas personas… además son relojes de muy buena calidad y resistentes… 

Estoy histérica, ¿como se atreven a decir que ella es mejor que yo? Leí la columna y sentí como si me hubieran dado un golpe en la cara, he estado escondida todos estos meses manteniendo un perfil bajo debido a lo que le hice a la mujerzuela que mató a nuestro hijo, hui porque estaba rota y necesitaba juntar los pedazos antes de poder ofrecerle de nuevo mi amor a Arthur, no quería meterlo en más problemas y arruinar su vida, por eso me alejé, aun a pesar de que pesar de que parece que no hay una denuncia u orden de captura en mi contra, porque no estoy segura de que ha pasado con eso y no he querido arriesgarme, todo por su bien. 

Le pedí el divorcio a Arthur porque pensé que era lo mejor para él, porque desde que llegué a su vida todo fue caos y tragedia, pensé que él era un buen hombre y no merecía todo lo malo que le sobrevino por mi causa, por primera vez en mi vida hice un acto de amor desinteresado ¡y así me pagan! Yo machacándome a diario, sufriendo por la perdida de mi pequeño, desgarrándome de dolor por no tener al amor de mi vida junto a mi, sacrificando mi felicidad por la suya  ¿y esto es lo que consigo? Están muy equivocados si piensan que van a salirse con la suya tan fácilmente, no voy a dejar que Alice se quede con lo único que me importa en esta vida, ¿cuanto tiempo ha pasado?, ¿3 meses? ¿Eso era lo que decía amarme? ¡maldito traidor!, ¡maldito y mil veces maldito Arthur!; y de todas las mujeres del mundo tenía que elegir a la única que le pedí que no tocara, se que lo hizo para herirme, se que se está vengando por haberlo dejado, quería provocarme, pues bien, ha despertado a la bestia, ese par van a saber que nadie me jode y se queda como si nada. 

Mi tía tienes sus reservas, pero igual empaca lo poco que tenemos de mala gana y nos ponemos en marcha. Volvemos a la ciudad y todo se siente tan irreal, tan distinto,  es como si ya no perteneciera a este ni a ningún otro lugar, me siento perdida y desolada y aún  me duele pensar en todo lo que perdí, pero soy una mujer en una misión y necesito darle una lección al par de traidores. El articulo decía que la fiesta está programada para mañana en la tarde, así que tengo tiempo suficiente para buscar el atuendo adecuado para presentarme en la fiesta y hacer unnoar de cosas que tengo pendiente.