6— DULCE RECONCILIACIÓN

VICTORIA  

 

No se ni como  pudimos salir de la oficina porque llevamos demasiado tiempo separados y no logramos saciar nuestro deseo, pero al final lo logramos de mala gana. Vamos tomados de la mano hacia el ascensor y cualquiera que nos vea puede notar que somos un desastre andante, el tiene la ropa arrugada y el pelo desordenado, mientras yo parezco que me dieron una buena revolcada y debo admitir que me siento orgullosa de mi aspecto; mi cabello antes arreglado en perfectas ondas, ahora luce como si me acabaran de desgreñar, sin mencionar el tremendo chupetón que llevo de adorno en el cuello, solo con mirarnos  cualquiera puede adivinar lo que estuvimos haciendo y la verdad es que no me importa, porque ahora todo está bien, porque la mitad que me faltaba ha vuelto a mi para complementarme.  

Bajamos a la fiesta e inmediatamente entramos todas las miradas se posan en nosotros, Arthur sonríe encantado y me acerca a su cuerpo pasando el brazo por mi hombro manteniéndome muy cerca de su pecho como marcando territorio y dejándole claro a cualquiera de los chismosos que nos observan en que términos estamos, besa la cina de mi cabeza y siento como la fuerza vuelve de nuevo a mi ser, esto era lo que me hacia falta, tenerlo sosteniéndome como solo el puede hacerlo.  Un reportero que estoy casi segura fue quien me llamó barata en internet, se acerca emocionado a nosotros aplaudiendo como si hubiera visto a una gran celebridad, le hago mala cara para que vea que no es bienvenido y que no me agrada su presencia. 

—¡Arthur! Por lo visto hubo reconciliación. 

Dice casi gritando, lo miro con fastidio, el hombre del reportaje aseguraba que vendría a cubrir el evento y a recolectar chismes, por su actitud con mi esposo puedo asegurar es el bastardo que me insultó y ahora está encabezando mi lista negra. 

—Nunca nos separamos realmente, Vitto estaba tratándose en un centro de depresión en Miami por que tuvo una gran crisis nerviosa luego de la perdida de nuestro hijo. 

Responde mi esposo con tanta seguridad que hasta yo le creo, el hombre se pone ambas manos en el pecho haciendo una mueca compasiva mientras yo lo sigo masacrando con los ojos. 

—Pero ¿y el divorcio? Porque hasta donde sé, eso es un hecho hace semanas. 

Pregunta tratando de sacarle mas información a mi hombre. 

—Nimiedades.  

Responde este sin darle mucha importancia mientras yo sonrío orgullosa por su manera de esquivar al periodista. 

—Pero, se dice que… 


Trata de insistir, pero Arthur parece estar ya harto de el. 

—¿Quieres que te golpee? 

Lo detiene abruptamente con la amenaza y ahora  yo me rio a carcajadas, al ver la cara de terror que pone el pobre hombre. 


—No…— responde atemorizado, pero no se rinde y cambia de objetivo. — Vitto, dame la exclusiva, no seas mala. 

Tomo una respiración profunda tratando de controlar mi rabia y lo enfrento. 

—Me llamaste barata y ando muy enojada por eso, no sé si quiera hablar contigo de nada. 

El hombre se pone pálido y señala a Arthur de forma acusadora. 

—¡Fue idea de Arthur! el me obligó a escribir eso, pero no es lo que pienso de ti, tu no eres un mugroso Rolex, tu eres un Patek Philippe, porque eres exclusiva y exquisita. 

El tipo sabe como adular, así que no me cierro a hacer la entrevista, de hecho puede ser mi periodista de confianza e incluso podríamos hacer algo de redes juntos, tengo muchas ideas, el cielo es el limite, pero por ahora solo quiero ir a casa con Arthur y hacerle cosas muy muy sucias. 

—Vas a tener que besarme mucho el trasero si quieres que te perdone. 
Lejos de molestarse, el hombre sonríe como si le hubiera dicho algo maravilloso. 

—Voy a besarte lo que quieras, pero dame la exclusiva. 
Asiento mientras sonrío satisfecha, pero Arthur ya no quiere hablar mas con el. 

—Voy a pensarlo. 

Respondo orgullosa mientras mi esposo lo despide. 

—Deja en paz a mi mujer, el único que puede besarle cualquier lugar de su cuerpo soy yo. Luego hablaremos de eso. 

El hombre se despide y mi tía y mi hermana vienen donde estamos y nos abrazan emocionadas al ver que por fin logramos reconciliarnos, sospecho que tía Sonya sabía lo que sucedería en la fiesta, debo hablar con ella seriamente por haber hecho complot en mi contra, pero después, ahora solo necesito recuperar el tiempo perdido y pasar un buen momento junto al hombre que tanto amo.