Recuperando lo que una vez perdimos.

Capitulo 16: El valor de los sentimientos.

• El valor de los sentimientos. 

Gloucester Park, Inglaterra. 

Desde su cama, Gigi se encontraba sumida en sus más profundos pensamientos, sobre lo que Adler le dijo antes de irse con su padre:  
“¿De verdad estoy dispuesta a darle una nueva oportunidad al hombre que tanto daño me hizo?” Sí, es cierto que él fue engañado y por eso, ella decidió perdonarlo, sobre todo, cuando lo vio de rodillas ante ella, derramando lágrimas de dolor y arrepentimiento. No obstante, Adler le había dicho algo que era muy cierto: ella aún no confiaba en él por completo, su corazón aún no estaba preparado para entregarse totalmente a él, ya que Gigi no dejaba de preguntarse a si misma:  
¿Y si vuelve a ocurrir? ¿Y si volvían a lanzar mentiras en su contra? ¿Cómo reaccionaría él? ¿La lastimaría de nuevo? Si, ella lo amaba y lo amaba mucho, pero, ¿sería ella capaz de olvidar todo el daño causado? 

Por otra parte, hace un año había sido agredida de la forma más ruine y despreciable que existe, marcándole no sólo el cuerpo, sino también el alma entera, llenándola del más puro terror, ante la cercanía de cualquier hombre incluso, la de Adler mismo, aunque le haya permitido y correspondido, a los dos besos que él le dio. El recordar el intimo momento, que habían compartido hacía un par de horas, hizo que Gigi sonriera dulcemente, pero de un momento a otro, su rostro se ensombreció:  
“¿Podré soportar una cercanía más estrecha de parte de Adler? ¿podré darle de nuevo acceso a mi cuerpo, cuando ni siquiera puedo concebir la idea de volver a compartir el lecho con ningún hombre? ¿podré volver a tener intimidad sexual sin que ese acto me recuerde el abuso tan cruel que sufrí? Dios, estoy tan confundida”  

Pero antes de que Gigi continuara con su monólogo mental, la puerta se entreabrió y la madre de Adler asomo la cabeza diciendo: “Hola mi niña, ¿quieres un poco de compañía? 

___Por supuesto que sí Alteza real, adelante.___ le respondió Gigi. 

Palacio real, Inglaterra. 

___Kiandra Callaghan, ¡que agradable sorpresa me das, al volverte a ver después de tanto tiempo!___ respondió Adler a la voz que lo detuvo. ___¿Cuando volviste a Inglaterra?___ 

___Apenas ayer, nuestro barco llegó al puerto de Southampton. Pero, en cuanto la princesa Scarlett supo que yo había llegado, me pidió que viniera la corte y aquí estoy, para acompañar a tu prima.___ le respondió la dama. 

___Pues, me alegra mucho que estés de nuevo en el país, lamento mucho no haberte ido a visitar en Irlanda, con la frecuencia que debí hacerlo.___ le respondió el duque. 

___Créeme que si no fuera porque sé, que eres un hombre tan ocupado atendiendo tus obligaciones con el ducado y con la corona, no te perdonaría esa gran falta de interés hacia una vieja amiga.___ le dijo lady Callaghan con sutil coquetería. 

Por favor, discúlpame ¿si? Pero, como tú bien dijiste, he estado demasiado ocupado Kiandra, no he tenido tiempo de nada.___ le dijo el. 

___Eso lo sé muy bien, pero dime algo, ¿no será que tú evasion hacia mi, tiene que ver con el rompimiento de nuestra relación hace 8 años? Espero que no, porque yo creo que después de haber terminado lo nuestro, hemos llevado esta relación con madurez ¿no te parece?___ le respondió Kiandra. 

___Sí claro que sí, cuando tú y yo terminamos, lo hicimos en buenos términos ¿no? De hecho, somos buenos amigos, por lo que no tengo porque evadirte o evitarte, por favor, discúlpame por estar tan distante contigo.___ le dijo él. 

___Estás perdonado, asumiré que en realidad, si estás muy ocupado, sin embargo, tengo que cobrarme tu poca atención hacia mi. ¿Qué te parece si esta noche vienes a cenar en nuestro hogar? A papá y a mamá les encantaría volverte a ver.___ le dijo Kiandra. 

___De verdad te agradezco mucho la invitación Kiki, créeme que me gustaría ver a lord y a lady Callaghan, pero por ahora… yo… no puedo.___ le dijo Adler llamándola de la forma cariñosa que él siempre le decía a su querida amiga, con la cual tuvo una relación sentimental 8 años antes, aquella que conoció cuando apenas era un niño. 

___Me encanta que me vuelvas a decir Kiki, pero te conozco Adler, a ti te está pasando algo ¿no es así? Noto que estas sufriendo mucho, Así que te pido, que por favor confíes en mí, como siempre lo has hecho.___ le dijo que Kiandra levantando su mano derecha, para acariciar la mejilla del duque, acto que el cortés y caballerosamente impidió. 

___Digamos que… es una larga historia, pero no te preocupes, yo estoy bien, estoy muy bien. Ahora sí me disculpas, voy al jardín a saludar a mis primos y a mi tía. Pero, me encantó volverte a ver, nos vemos pronto.___ y diciéndole esto, Adler le hizo una pequeña reverencia y se fue rumbo al jardín, mientras que Kiandra, mirando sólo su espalda susurró:  
“Duque de Wellington, no creas que esta vez podrás deshacerte de mí, pues a partir de hoy, lucharé con todas mis fuerzas para que vuelvas a ser mío, y no descansaré hasta lograrlo, ni tu constante recuerdo de la plebeya, impedirá que yo te vuelva a recuperar”.  
Y suspirando, ella siguió su camino. 

Despacho real. 

___Eric, ahora que estamos solos, dime ¿qué es lo que está pasando con Scott? ¿porqué tiene esa actitud tan déspota? Lo que me contaste me dejó sumamente preocupado.___ le preguntó al rey a su hermano. 

___Rich, tú sabes que nuestro hermano siempre ha sido superficial y se ha dejado llevar por las apariencias, siempre ha sido así, pero cuando se enteró que los Cavendish regresaban a Inglaterra, tanto él como su hija, se trastornaron, se presentaron a mi casa el mismo día que Giorgiana llegó al país, la humillaron, la insultaron y Giselle, hasta la golpeó en la cara.___ le dijo Eric al rey. 

___¡Por Dios! ¿Qué es lo que me estás diciendo? El comportamiento de Scott y de Giselle, es totalmente deplorable y reprochable. Y ¿cuál fue la reacción de Giorgiana cuando Giselle la golpeó?___ le dijo el rey. 

___Ella le devolvió el golpe y le advirtió, que no la volvería a lastimar, porque ella no se lo permitiría. Richard, yo sé que Gigi cometió una gran falta, al arremeter en contra de un miembro de la familia real, pero Giselle enloqueció y se cegó por completo, atacando a Giorgiana, por lo que ella actuó en defensa propia.___ le dijo su hermano. 

___Eso lo sé yo, pero Scott puede utilizar esa falta, en contra de Giorgiana en el parlamento. ¿Entiendes la gravedad de este acto?___ dijo el rey. 

___Entiendo perfectamente, la gravedad de lo que Giorgiana hizo. Pero, tú sabes que Giselle sólo quiere convertirse en la esposa de Adler, para ser la duquesa de Wellington, con el fin de disponer de las riquezas, lujos y poder, que este título conlleva, pues ella es tan superficial, que desconoce cuál es el verdadero valor de los sentimientos. Si mi hijo se casa con ella, será completamente infeliz, así que ayuda a Adler, por favor.___ le dijo Eric a su hermano. 

___Por supuesto que lo haré, de eso no te quepa la menor duda. Pero lo haré de la manera como se debe, hablaremos con él y descubriremos cuáles son sus verdaderas intenciones; y si tengo que amenazarlo con buscar la intervención, de un ser mucho más superior y determinante que nosotros dos, desde luego que así será.___ le dijo el rey. 

___¿De quién me estás hablando?___ le preguntó Eric. 

___De mamá.___ dijo el rey con simpleza haciendo reír a su hermano. ___Te aseguro algo, en cuanto le diga a Scott que hablaré con mamá sobre su comportamiento, él se convertirá en un dulce corderito.___ 

___Y con toda la razón, mamá es aterradora, todos le tenemos favor a esa mujer, yo creo que hasta papá le teme.___ y diciendo esto, ambos hermanos rieron con ganas. 

De repente, tocaron la puerta del despacho dándosele paso, a sir Frederick Garwin, quien al entrar, se dirigió al rey:  
“Su majestad, el duque de Windsor ya está aquí”. 

___Hazlo pasar de inmediato, por favor.___ le dijo el rey. 

___Como ordene Milord.___ dijo sir Garwin, dándole paso al duque quien de forma altanera, entró al despacho. 

___Su majestad, Alteza real. ¡Que gusto me da verlos!___ fue la forma de saludar de Scott a sus hermanos. 

___Lo mismo digo hermano, por favor, toma asiento pues los tres tenemos una conversación pendiente.___ fue la respuesta del rey. 


Escritora: Sayduvis Blanco. 
 




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