Recuperando lo que una vez perdimos.

Capitulo 34: Una inevitable intervención femenina.

Capítulo 34: Una inevitable intervención femenina.

 

“¿De verdad nos casaremos?” __le preguntó el Gobernador de Londres a la Marquesa de Pembroke, aún sorprendido.

 

“Sí Alteza, yo acepto ser su esposa y la Duquesa de Wellington.” __fue la respuesta de Giorgiana. “Aunque creo que tendremos que esperar a que yo me recupere completamente para poder casarnos, ¿no te importa esperar todos estos meses?”

 

“Si es para casarme contigo, yo podría esperar hasta 1000 años, si tengo la seguridad que después de ese tiempo, tú serás mi esposa, así que no te preocupes, porque juntos esperaremos a que estés completamente sana.” __le dijo el Gobernador a la Marquesa, besando su mano con dulzura.

 

“Gracias cariño, gracias por demostrarme que me amas, tanto con hechos, como con palabras.” __fue la respuesta de Giorgiana a su prometido.

 

“Siempre será así, porque a partir de hoy, el hacerte feliz será mi entera dedicación.” __le respondió él con mucha ternura y le besó su frente.

 

“Marquesa de Pembroke, en nombre del Rey y del mío propio, le doy las gracias por darle una segunda oportunidad al Duque de Wellington, déjeme asegurarle que nuestro sobrino la ama profundamente y que en esta oportunidad, él será el mejor de los esposos, porque de lo contrario, él estará en un grave problema conmigo personalmente.” __le dijo la Reina sonriendo a la Marquesa, haciéndola sonreír también.

 

“¡Tía! No le digas eso a mi prometida, claro que seré el mejor de los esposos.” __dijo el Gobernador un poco apenado, olvidando el protocolo y los títulos.

 

“Pero, ¿qué dije yo? Cielo, yo sólo le señalo a tu futura Duquesa, que si no te portas bien, yo misma me encargaré de encarrilarte de nuevo, y yo creo que tanto el Rey, como tus padres los Archiduques de Glouscester, estarán de acuerdo conmigo, ¿no es cierto?” respondió la Reina.

 

“Por nuestra parte, estamos completamente de acuerdo con su Majestad. De hecho, déjame decirte querida hermana, que si mi hijo se porta mal de nuevo con este bello ángel, yo misma te ayudaré a corregirlo, por muy Gobernador de Londres que él sea.” __le dijo la Archiduquesa con seguridad a la Reina, de forma cariñosa.

 

“¡Mamá, tía! yo ya le di mi palabra a Gigi, de que seré el mejor de los hombres y que lo que ocurrió hace unos años atrás, no volverá a pasar jamás, ¿cierto mi amor?” __dijo el Gobernador sonrojado.

 

“Así es, si yo le estoy dando una segunda oportunidad a su Alteza, es porque le creo y porque lo amo intensamente. Sin embargo, cariño no está demás que prestaras atención a ese señalamiento y que en esta oportunidad, te portes bien con este bello ángel, es decir conmigo.” __fue la respuesta de la Marquesa, la cual le guiño el ojo a su novio.

 

“Amor mío, ¿Tú también estás de acuerdo con esa amenaza casi de muerte, que estas dos damas acaban de hacerme?” __preguntó el Gobernador afligido, causando la risa de todos los presentes. Tío, papá, ¿no dirán nada para defenderme un poco? No me dejen solo en esto, por favor. __agregó él con dramatismo.

 

“¿Y enfrentarnos a la ira de nuestras mujeres? Lo siento hijo mío, tu padre y yo preferimos enfrentarnos a un ejército enemigo completo, antes que llevarle la contraria a nuestras esposas, sobre todo, cuando juntas toman una decisión, no podemos hacerlo, por mucho que te amemos. Digamos que es instinto de supervivencia.” __le dijo el Rey a su sobrino el Gobernador.

 

“¡No puedo creerlo! En otras palabras, ustedes le temen a sus esposas.” dijo el Gobernador sonriendo.

 

Hijo querido te explico, Richard y yo no le tememos a nuestras esposas, simplemente le tenemos un profundo respeto. Tú deberías aprender de nuestro ejemplo hijo, pues cuando te cases te darás cuenta, de cuán necesario es dicho… respeto. __le respondió el Archiduque a su hijo.

 

“Hijo, escucha lo que dicen tu tío y tu padre, ellos tienen más experiencia, ya que de ese modo, tendrás un matrimonio duradero y pacífico y no tendrás que dormir en otra habitación.” le dijo la archiduquesa a su hijo, riendo al ver la reacción de su hijo amado.

 

“Está bien mamá, tú ganas. Les prometo temerle a mi mujer, digo, tenerle el mismo respeto que mi tío y mi padre les tienen ustedes, a partir de hoy.” __dijo el Gobernador haciendo un puchero, lo cual hizo que todos los presentes rieran a carcajadas, aligerando de esta manera, la tensión que desde el día anterior, se había instalado en ellos.

 

3 meses después.

 

Pensamientos de Giorgiana.

 

*Han trascurrido 90 días, desde que la desquiciada de Kiandra me disparó causándome un gran daño en el cuerpo, mi recuperación ha sido muy lenta, tal como dijo el médico, aún no siento las piernas y tengo dolores en la columna muy intensos todavía, pero mi riñón está completamente recuperado, lo cual ha disminuido considerablemente la inflamación, por lo que espero que dentro de unos pocos días, pueda empezar a tener sensibilidad, pero mientras eso ocurre, dejaré que me sigan mimando, tanto mis padres y mis hermanas, que no me han dejado ni un momento sola, como mi amado Adler, el cual durante estos tres meses, me ha demostrado con hechos, lo comprometido que está conmigo en la reconstrucción de nuestro propio universo, a pesar de sus nuevas y múltiples responsabilidades como Gobernador de Londres y a pesar de…*

 

“5000 libras por saber qué piensas, mi amor.” __le dijo el Gobernador a su prometida, interrumpiendo sus pensamientos, pues acababa de llegar al lugar donde ella se encontraba.




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