Recuperando lo que una vez perdimos.

Capitulo 42: Una importante verdad transmitida cara a cara.

·        Capítulo 42: Una importante verdad transmitida cara a cara.

 

“¿De verdad quieres vivir conmigo en Wellington Hall?” ——le preguntó Giorgiana con amor y agregó: “Es… es el palacio ducal, es tu hogar y…”

 

“Escúchame bien, Wellington Hall no es mi hogar, es nuestro hogar. Tú siempre has sido la ama y señora de Wellington Hall y eso jamás ha cambiado, además, muy pronto serás de nuevo la Duquesa de Wellington, y la única dueña de todo lo que hay dentro del palacio ducal, incluyéndome a mí, por supuesto.” ——le respondió el apuesto Duque y la volvió a besar fervientemente en los labios, para luego, unir su frente a la de la mujer que amaba.

 

“Te amo tanto, amor mío, tanto que desde hoy, mi alma se fundió con la tuya formando una sola, por lo que mi respuesta es sí, sí acepto vivir contigo en Wellington Hall desde hoy, pero si es posible, me gustaría que Kylie y mis damas me acompañen.” ——le dijo la Marquesa con suavidad.

 

“Mi vida, tú eres la señora de ese palacio, por lo que si tú quieres que ellas te acompañen, así será amor. Ahora mismo, voy a decirle a tus padres nuestra decisión, ¿Está bien? Ya vuelvo.” ——le respondió el Gobernador y la besó en la frente, para luego disponerse a ir en busca de los Marqueses de Yorkshire, pero fue detenido antes de que saliera.

 

“¡Espera un momento! Tengo algo importante que decirte.” ——le dijo la Marquesa, quien se había puesto nerviosa repentinamente.

 

“¿Qué sucede mi amor? ¿Por qué estás tan nerviosa? ¿Qué tienes que decirme?” ——le preguntó Adler muy desconcertado y sobre todo, muy curioso.

 

“No es nada grave, tampoco es algo malo, o eso espero yo. Lo que pasa es que 6 meses después de que me enviaste a las Highlands en Escocia, conocí a una persona muy… muy especial, quiero decir, conocí a alguien que se convirtió en un buen amigo, en esos momentos de angustia.” ——le respondió Giorgiana un poco preocupada, por la reacción de su prometido, pero añadió:

“Nos conocimos por casualidad, el estuvo cabalgando por el terreno donde me encontraba, ese día, apenas y hablamos, pero al cabo de un mes, ya éramos buenos amigos.”

 

“¡Así que existe un buen amigo! Y, ¿Se puede saber el nombre de este gran amigo?” ——le dijo hablar con una mezcla de dolor, tristeza y sobre todo, de celos.

 

“Se llama Matthew Cromwell.” ——le respondió ella.

 

“¿Matthew Cromwell? ¿El patriarca del clan más poderoso e importante de Escocia?” ——le preguntó el Duque muy sorprendido.

 

“Sí, creo que si. ¿Acaso lo conoces?” ——le respondió Giorgiana tomándole la mano a su prometido.

 

“Sí lo conozco. De hecho, nos conocemos hace un año, no es mi amigo, pero he conversado con Sir Cromwell en varias ocasiones.” ——le respondió él y cerró los ojos, para calmar lo que su corazón sentía, pero especialmente, para controlar la ira que ya corría por sus venas, haciéndose evidente para Gigi, la batalla que él estaba librando.

 

“Por favor, perdóname. Yo sé que te estoy lastimando al decirte esto, pero debía hacerlo porque, no quiero que haya secretos entre nosotros.” ——le dijo Gigi abatida.

 

“Tú no me estás lastimando, al contrario, precisamente eso es lo que yo espero de ti, que no me ocultes cosas tan importantes como éstas.” Le dijo Adler más calmado y agregó:

 

“Me imagino su reacción, al saber el porqué tú estabas en ese lugar, supongo que te dio todo su apoyo, ¿O me equivoco?”

 

“No, no te equivocas, él se ha convertido en un gran amigo, sobre todo, después de lo que me ocurrió.” ——le respondió ella en un susurro.

 

——Al escucharla, el Gobernador se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro, como un león enjaulado, provocándole a su prometida, un profundo sollozo lleno de aflicción.

 

“No mi amor, no llores de esa forma, me parte el corazón verte en este estado.” ——le dijo el Duque y corrió a abrazarla con amor y mucho sentimiento.

 

“¿Cómo quieres que no llore, si tú estás enojado conmigo por lo que te acabo de decir? Siento que te he lastimado profundamente y me duele muchísimo haberlo hecho, aunque haya sido sin intención, por lo que no puedo evitar que mis lágrimas opaquen y empañen este momento. Perdóneme Excelencia, digo, Alteza Real, perdóneme por favor.” ——le respondió Giorgiana entre sollozos.

 

“Ante todo, no me llames ni Excelencia ni Alteza Real, en este momento, porque ahí sí me enojaré contigo. Por otra parte, es verdad que sí estoy muy enfadado, pero no contigo como tú piensas.” ——le respondió Adler, abrazándola de nuevo con afecto.

 

“Por favor, no te enfades con Sir Cromwell, él sólo ha sido un gran apoyo, pues aunque para mí es una persona muy importante, él sólo es un gran amigo.” ——le dijo Gigi con premura, para que su prometido no pensara que ella se había enamorado de alguien más, aunque le tuviera que confesar al Duque que en algún momento, si le atrajo un poco su gran amigo.

 

Escritora: Sayduvis Blanco.




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