Recuperando lo que una vez perdimos.

Capitulo 47: Una voraz tormenta desatada.

·        Capítulo 47: Una voraz tormenta desatada.

 

·        Etapa final.

 

 

“¿Te vas con él en este momento?” ___le preguntó Adler, cuando escuchó a su prometida que se iba con Sir Cromwell.

 

“Entiende que tengo que irme, necesito tranquilizarme y calmar mis emociones, quiero apaciguar esta rabia que en este instante está hirviendo dentro de mí. Cuando yo me sienta más serena volveré, y tú y yo tendremos una sería conversación sobre esto. Pero en este momento, no quiero hablar contigo, porque podría decirte algo, de lo que después me arrepentiría, sólo espero que a mi regreso, esta sirvienta ya no esté aquí. Kylie llévame por favor.” ___le dijo Giorgiana a su futuro esposo muy enojada.

 

“Pero, ¿Por qué tienes que irte con él? ¿Por qué prefieres estar con este hombre que conmigo?” ___explotó el Gobernador muy enfadado.

 

“No se te ocurra volver a desconfiar de mí, porque te doy mi palabra que esta vez, no te lo perdonaré y no volverás a verme nunca más.” ___le respondió Giorgiana.

 

“Calmémonos por favor. Yo no estoy desconfiando de ti, sólo digo que no puedes irte con él en este momento, porque tú y yo tenemos que hablar.” ___respondió Adler muy dolido, pero aún así, se acuclilló frente a ella y la miró, mientras le decía apesadumbrado:

“Perdóname por todo esto, si yo la hubiera echado de aquí nada de esto estaría pasando. Pero, te aseguro que después de que yo le dejé claro que no sentiría nada por ella, nunca más esta mujer me habló de este asunto, hasta el día de hoy. Por favor mi hermosa, No te vayas, no me dejes.”

 

“Adler, yo no te voy a dejar, no lo haré; pero entiéndeme, yo necesito salir para calmarme, cuando ya no me sienta enojada, volveré y tú y yo tendremos una larga conversación, ¿Está bien?” ___le dijo Giorgiana más tranquila.

 

“Está bien, pero prométeme que volverás a este, tu hogar.” ___le respondió su prometido.

 

“Te lo prometo, volveré a nuestro hogar; y tranquilo claro que te perdono, pues no te culpo de lo loca que puedan estar las personas. Pero eso si, expúlsala de inmediato, ya no soporto su presencia aquí.” ___le dijo su novia con determinación.

 

“Claro, quieres eliminar mi estancia en este lugar para que te puedas encontrar con tu amante, ¿No es cierto?” ___le gritó Tiffany a Gigi.

 

——Al escuchar estas palabras, Adler tomó a la chica por el cuello y estampándola contra la pared, le gritó mientras le apretaba el cuello:

“Una palabra más en contra de mi mujer, y te rompo el cuello. Ahora pídele perdón de rodillas o no respondo.”

 

“¡No! Antes prefiero… morir, que… pedirle perdón a esta mujer… que no es nadie.” ___le dijo la mujer con odio y con la respiración entrecortada, porque el Gobernador le apretaba el cuello a tal grado, de que se le dificultaba respirar.

 

“Y morirás, porque si el Gobernador no te da muerte, lo haré yo, pues la Marquesa no está sola.” ___dijo una voz muy conocida por todos.

 

“¡Matthew!” ___exclamó Giorgiana.

 

“Estoy aquí mariposita, nadie te lastimara.” ___dijo Matthew y la abrazó protectoramente agregando:

“Todo estará bien.”

 

“Ay qué lindos se ven, la perra y su amante.” dijo Tiffany con burla y agregó:

“Hasta nombres cariñosos se colocan.”

 

“¡Ya me tienes harta! Señor Thompson, tráigame un látigo de inmediato.” ___gritó Giorgiana fuera de sí y agregó:

“Yo misma le enseñaré a esta mujer una lección.”

 

“¿Estás segura Gigi?” ___le preguntó Kylie a su hermana.

 

“Completamente. Majestad, Altezas Imperiales, ¿Puedo proceder en este caso, como yo lo crea conveniente?” ___preguntó Giorgiana.

 

“Por supuesto que sí Milady, ya que como usted muy bien lo dijo Marquesa de Pembroke, usted es la señora de este palacio y tiene toda la autoridad para hacerlo, pero si usted me lo permite, quisiera encargarme de ella, cuando usted termine de darle una lección.” ___le respondió el Archiduque.

 

“Desde luego, cuando yo termine puede hacer con ella lo que quiera.” ___dijo Giorgiana con amabilidad y mirando a su prometido, le preguntó con seriedad:

“Adler, ¿Estás de acuerdo con lo que haré?.”

 

“Claro que sí, si quieres castigarla con el látigo hazlo cielo, o mejor permíteme que yo lo haga, sé que tú fuiste la ofendida pero ahora tú y yo, somos uno solo, por lo que quien te ofende a ti me ofende a mí. Además, no quiero que te ensucies las manos con las cosas inservibles.” ___le respondió Adler, aún sujetando a Tiffany por el cuello.

 

“De acuerdo, hazlo tú. Pero quiero que lo hagas en mi presencia.” ___le respondió la Marquesa.

 

“¿Qué? No por favor Milord, no me golpee con el látigo, se lo suplico.” ___le rogó la señorita Miller.

 

“¡Vaya, vaya! ¿Qué pasa señorita Miller? ¿Acaso ya se le acabó la altanería que tenía hace unos minutos?” ___le preguntó Giorgiana con severidad.

 

“Por favor Marquesa, perdóneme. Mi intención nunca fue importunarla, perdóname por favor.” ___dijo la joven con una actitud muy distinta, a la que había tenido con anterioridad.




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