Recupere Lo Que Había Perdido

Capitulo 27 (Tiempo En El Dojo)

El tiempo pasó más precisamente una semana y media, en la cual salían a buscar los cilindros del mutageno, hacían avances con la decodificación del dispositivo de información y también Weiss en sus ratos libres, se mataba en encontrar cómo funcionaba ese aparato que Blake y Mikey habían encontrado en su primera misión.

Haciendo un pequeño parte aguas de los asuntos que han ocurrido en esa semana y media, los dos cerebritos de los grupos se habían hecho más unidos, en los cuales hasta tenían chistes locales, en su extraño idioma nerd, que a ellos les parecía muy divertido, sin darse cuenta aquella peliblanca se estaba quedando prendada de la gran inteligencia y habilidades tecnológicas de ese joven, puesto que junto a él, habían desbloqueado el 76% de la memoria portátil, estaban a casi nada de averiguar el plan completo, y por lo tanto formular un plan para detenerlos.

De igual forma el más joven de las tortugas y la chica pelinegra, se hicieron muy buenos amigos, tanto que compartían el gusto de cocinar de repente juntos, aunque a veces la joven se comiera unas cuantas anchoas a escondidas, hacían un excelente equipo en las pequeñas misiones que hacían juntos, en ocasiones al ser de noche y terminar los deberes, les gustaba sentarse juntos espalda contra espalda, ella con un buen libro y una taza de té y el con un vaso de soda y su consola portátil de videojuegos, era lo mejor para ambos, habían formado un lazo de confianza muy grande, Blake compartía lagunas cosas de su vida en la otra dimensión, y eso lograba que se sonrojara, pues como era posible que confiara en un adolescente de apenas unas semanas de conocerlo y pensaba que podía ser que algo había surgido en ella, un sentimiento que solo había leído en sus libros y que alguna vez lo sintió por alguien que ahora se arrepiente.

De forma contraria, los rudos y peleoneros del equipo hacían honor a su nombre, pero entre ellos mismos, pues desde ese incidente de la primera misión, cualquier cosa los hacia enfadas uno contra el otro, habían comenzado a hacer entrenamientos con las tortugas y cuando Yang y Raph, se enfrentaban, los golpes de la rubia eran verdaderamente certeros y sin piedad contra el mutante, el en cambio se defendía muy bien, al esquivarla y haciendo que los planes de ella se fueran en su contra, pero él no le lanzaba golpes tan fuertes, pues siempre dudaba al estar en combate con ella, lo cual esta notaba y la hacía más rabiar.

Ni el pobre muchacho se explicaba por qué contra ella no podía dar todo de sí en combate, pensaba mucho en ello, hasta le pidió un consejo por extraño que sonara a su hermano mayor, y este le dio una respuesta que lo hizo enfadar más y confundirse peor, que era lo siguiente “Estas enamorado hermano”, esa frase, esas palabras, lo hacían enloquecer, como se pudo enamorar de una rubia creída y presumida de su poder, lo peor de todo con un temperamento de los mil demonios.

pero no solo era el quien se preguntaba esa reacción, también la despampanante rubia, se enojaba cada que entrenaba con la tortuga de bandana roja, por su estoica forma de pelar contra ella, la enfurecía tanto, hasta que una idea muy vaga le cruzo la mente y fue, “acaso ese chico le intereso”, esas palabras la hicieron peor rabiar y confundirse mucho más, hablaba de eso con su compañera y colega Blake, y esta le decía solo una cosa “Del odio al amor solo hay un paso” y esto molestaba, pero a la vez hacía pensar a Yang, gracias a estos pensamientos, la joven rubia se moderó en sus peleas y más se enfadaba, actuaba como el ahora, pues ahora ella comenzaba a pensar más en su sentimientos, pues como se puede enamorar de un tipo presumido y fanfarrón de su fuerza y con una actitud tan despreciable.

Sin duda esto dos eran un par de tortolos con un amor apache.

Y ahora un último romance que este se había vuelto tan obvio, entre Leo y Ruby, se había formado un pequeño lazo sentimental, pues pasaban tiempo juntos durante las misiones iban al lado de Karai, pero durante estas, se volvían cercanos, al compartir ayudas entre sí, se acompañaban en lo que tenía que hacer, el joven de bandana azul, buscaba siempre cuidar de ella y la peli castaña también le compartía muchas cosas, como su amor por las armas y el ser líder los mantenía juntos, en ocasiones con unas sutiles miradas se daban a entender muchas cosas y se sonrojaban, se apenaban al haber pequeños accidentes en los cuales estos tenían un acercamiento físico y desviaban la mirada después con una sonrisa leve, Ruby, era más ingenia e inocente y pensaba que lo que sentía era una gran amistad, pero… Recordaba lo que Yang le había dicho hace unos años que, cuando conociera a su cazador de sus sueños sentiría como si tuviera mariposas en el estómago, se sentiría apenada a su lado, nerviosa y haría tonterías sin sentido por miedo o por llamar a su atención, y esta misma no sabía que decir o hacer.

Y Leo por su parte, se sentía bien, se creía que estaría confundido pues había sentido algunos sentimientos antes por Karai, pero desde poco antes de conocer a esa pequeña cazadora que le estaba robando el corazón, los había abandonado por completo, algo en él se había apagado por ella, pero una nueva llama de amor verdadero y puro surgió por la joven peli castaña allí presente, pero sentía algo de pena por la kunoichi, pues se notaba que lo quería, mas este no deseaba hacerle daño, pero tampoco darle esperanzas falsas, planeaba contarle y decirle la verdad, además de que para él no debían estar juntos nunca, compartir un cierto parecido de ADN, puesto que Splinter era padre bilógico de esta y como gracias a él, los jóvenes mutaron a un tipo de tortuga humanoide, era su hermana en algún sentido, pero era seguro que no iba abandonar lo que sentía por Ruby, por nadie, ni por nada.

Dejando en claro un poco más sobre lo que ha pasado, continuamos donde nos quedamos y sin duda ahora habrá algo muy interesante que pasara en el día de estos ninjas y cazadoras.




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