---En las calles de Nueva York---
Las tortugas conducían por las oscuras calles de esa ciudad, aun con la desesperación y la angustia a más no poder.
Hasta que el líder tuvo que frenar de golpe, si no hubiera atropellado a un pequeño ser que se les acaba de atravesar en el camino.
El enfreno provocó que, Leo tuviera una gran sacudida hacia adelante, dejándolo unos segundos desorientado.
Los ocupantes de atrás unos cayeron al suelo estrepitosamente y otros solo se tropezarán entre si y sostuvieran con los muebles y objetos que había dentro, para evitar caer.
Casey: (Corre hacia la parte delantera) ¿Qué paso Leo? ¿Por qué frenaste así?
Leo: (Levantando la mirada observando hacia el frente) Ese… ¡¡¡¿ZWEI?!!!
Casey: (Mira hacia el frente contemplando al can) Es la mascota de Yang y Ruby.
Mikey: (Levantándose del suelo con rapidez, sus ojos parecían suplicantes) Si él está cerca, ellas… También lo deben estar.
El joven de banana naranja, no tardo nada para estar abriendo la puerta del tortumovil y salir corriendo en dirección del perrito, el cual dio unas cuantas vueltas y luego se dirigió al callejón de donde había provenido.
Tanto Donnie como Abril, imitaron la acción del más joven, yendo hasta donde había ido al can.
Casey: (Sonríe un poco y ve a la tortuga de bandana azul) Debemos avisarle a Raph… Que las hemos encontrados.
Leo: (Suspira algo aliviado, pero su mirada aun perdida al frente) Si… Deberíamos de…
El chico de cabellos azabache, no había tenido una buena relación con este mutante, salvo algunos intercambios de palabras y saludos, él era más afín con Raph y con el hiperactivo de color naranja. Pero por alguna razón este sentía un tanto de simpatía por él y quería darle algo de apoyo, sabía que lo necesitaba.
Casey: (Poniendo la mano en el hombro del conductor) ¿Qué pasa? ¿No quieres ver a tu hermosa princesa de cuentos de hadas?
Leo: (Baja la mirada algo pensativo) No… No es eso… Solo que… (Gira levemente la cabeza).
Casey: (Le dedica una sonrisa muy amplia) Entonces, vamos a buscarlas. Si esta ese perrito loco aquí, ellas deben estarlo.
Leo: (Aprieta el volante) Pero… Si… Ella no quiere…
Casey: (Mostrando una sonrisa con una mirada tranquila) Mira Leo… Sé que no somos tan amigos o incluso muy cercanos, pero por lo poco que he convivido contigo, no eres del tipo que tiene tantas dudas de un tema y no hace algo al respecto para solucionar las cosas. (Lo mira) Así que, vallamos todos juntos por nuestras amigas y tratar de reparar el daño. No pasara nada (Se señala con el pulgar) Confía en mi ¿Si?
Esas palabras del chico de la bandana negra en el cabello, le parecieron simples, pero cargadas de una gran verdad, era cierto, él no era así, sus dudas debían ser dispersadas por la confrontación, la cual solo podía darse al hablar en cara con su amada, temer, sentir tristeza y desesperación son emociones humanas y las cuales debía tener al estar enamorado, pues no solo la alegría, felicidad y amabilidad es la que reina en un corazón. Gracias a todo eso obtuvo una pequeña llama de confianza que había perdido.
Leo: (Suspira, levantando la mirada al chico) Tienes razón… Vallamos a por ellas.
Casey: (Sonriendo confiado, mostrando su dentadura, la cual le faltan algunos dientes delanteros) Esa es la determinación que un líder debe tener.
Ambos jóvenes, bajaron del trasporte en el que iban, ignorando olímpicamente a la otra chica que viajaba con ellos y que no se había dignado en ningún momento en salir de allí.
En completa soledad, se quedó mirando como cada persona salía del tortumovil, pero ella cruzándose de brazo con una mirada de verdadero odio, como hubiera querido que Leo, no se fijara y aplastara al estúpido perro, ya que ahora tenían el conocimiento de que esas cuatro chicas estaban cerca y como le hervía la sangre.
Su mirada entre la oscuridad en la que se encontraba, parecían ojos en si de un demonio, brillando antes de atacar a su víctima, apretando la mandíbula.
Pero pronto un pensamiento alegre para ella surco su mente retorcida y formo una sonrisa de igual forma.
Karai: (Caminando hacia la parte delantera) No significa que ellas quieran estar con ustedes. Deben odiarlos Jajajajaja. (Sonríe, con una mirada entrecerrada) Que bonito es el amor.
---Dimensión X---
Ruby: (Dirigiéndose a la única cámara que había aun intacta) Venimos a detener la invasión a la Tierra y a cualquier otra dimensión.
Krang Supremo: (Hablando por el comunicador de la cámara) Ustedes son los seres conocidos como Cazadoras. Vienen de la dimensión Remnant. ¿Creen poder detenernos? ¡¡¡A NOSOTROS!!! ¡¡¡EL GRAN Y PODEROSO KRANG!!!
Weiss: (Seria apuntando su sable) Sus estúpidas armas, no nos van a detener jamás Krang.
Yang: (Sorprendida, mirando a la peliblanca) ¿De dónde vino eso?
Weiss: (Girando a ver a la rubia) Estoy harta de esta estúpida misión, solo quiero acabar y sacarme los restos del Krang del cabello. (Tocándose la coleta larga y blanca que en efecto tenia algunas manchas rosadas y verdes de los seres que acababan de matar hace unos momentos atrás).
Krang Supremo: (Ríe) Jajajajajajajaja Tontas humanas, no se han dado cuenta El Krang, no será derrotado tan fácilmente, por unas criaturas tan primitivas como ustedes. Sera mejor que se rindan y se vuelvan parte de la colección de tenemos.
Blake: (Con los ojos muy abiertos algo conmocionada) ¿Colección?
Krang Supremo: Si… Una colección privada que tengo, de todos los seres a los que hemos destruido su planeta, los conservamos como especies únicas, algo así como… Un zoológico según el nombre en la tierra.
Yang: (Molesta, hasta se puede decir asqueada) Los tratan como animales en cautiverio… (Frunciendo el ceño) Cada momento me repugnan más.
Ruby: (Enojada) Los vamos a detener Krang Supremo. No importa que pase, pero hoy se acaba tu reinado y tu tiranía en todos estos lugares. (Apunta su Crescent Rose, convertida en arma de fuego) Lo juro por mi vida (Dispara, destruyendo la cámara).