capítulo 4

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Red p.v

 —¿Por qué tardaste tanto?

Me senté al lado de papá.—Solo estaba haciendo mis necesidades...– asintió sin más.

—¿Cuánto falta para que termine?

—No lo sabemos.

—Taylor...

—¿Sí?

Se giró para verme expectante.—¿Todavía tienes ese chocolate?– sonrió, buscó en su bolso la barra de chocolate y me la entregó. Respondí con un "gracias". Me acomodé mejor en en la banca, crucé mis piernas y me recosté un poco. Abrí el envoltorio y le di el primer bocado.

—¿Ustedes quieren?– ellos negaron con la cabeza. Me encogí de hombros y seguí comiendo.—Creo que no quiero ir en toda la semana al colegio...

Papá automáticamente giró su cabeza en mi dirección.—Oh no, eso no. No vas a faltar si no es necesario, al menos que haya otro tipo de razón.

Me miró con una ceja enarcada. Sonreí de lado y le di otra mordida a mi chocolate.—Solo digo, sería bueno descansar un poco más.

Él rodo los ojos y continuó su conversación con Taylor. ¡Dios, eran tan estúpidamente lindos!

—¿Por qué tienen que ser tan lindos?

Me miraron confundidos. ¡Taylor estaba sonrojada!—¡Mejor sigue comiendo ese chocolate!

Dijeron ambos al mismo tiempo, automáticamente comencé a reír.—¿Qué fue eso?

—Mejor concéntrate en ese chocolate...

—Está bien, está bien.

Luego de varios minutos, de largos varios minutos, el doctor nos vino a avisar que la cirugía había acabado.

—¡Por suerte no hubo complicación alguna, la cirugía salió de maravilla!

—¿Puedo verlo?– hablé ansiosamente.

—Ahora mismo ha sido llevado a cuidados intensivos, más tarde será llevado de vuelta a su habitación, y cuando despierte podrán verlo.

Asentí algo triste.

—¡Gracias doctor!

Papá le agradeció y sin más se retiró.—¿Ves?, te dije que todo saldría bien.– asentí feliz.—Red... creo que deberías ir a descansar, tú igual cariño.

Las dos miramos cohibidas.—¡Le prometí a Luke que sería la primera persona que él vería al despertar!

—Sabes que eso no será posible. Por favor, coopera conmigo y ve a casa.

—¡Papá!

—Prometo que tú serás la primera persona en entrar a verlo, solo quiero que descanses, ¿sí cariño?– asentí no tan convencida.

—A mi no me puedes mandar a dormir...

Taylor dijo divertida, no pude evitar sonreír. Él la miró con una ceja enarcada. 

—Taylor, debes prometer que pasaras por mi a las 6 de la mañana.

—Si así lo quieres. ¿Quieres comer algo?. Yo sí, creo que compraré una hamburguesa.

—La verdad no tengo hambre, sueño sí, pero cuando vaya a ver a Luke estaré más que repuesta. ¿Irás de nuevo junto a papá?

—¡Sí, compraré algo para comer y luego voy!– asentí. Una vez que Taylor estacionó frente a casa me despedí de ella. 

Esta casa da algo de miedo cuando está vacía...

Fui por un vaso con agua fría, mientras lo bebía me puse a divagar en mis pensamientos. Unos ojos verdes, pecas y una linda sonrisa se colaron en mi mente, no pude evitar sonreír. Carraspeé y luego coloqué el vaso en su lugar. 

Con pereza subí los escalones, una vez en mi habitación me quité mis zapatos, los pantalones y el suéter. Realmente estoy cansada, así que no di reparo en tomar un baño, mañana temprano lo haría. Coloqué rápidamente la alarma para las 5:30 am y dejé la luz encendida, me da un poco de miedo estar a oscuras ahora.

No he tocado algo cómodo desde hace horas, cuando me tiro a mi cama se siente genial, no sé como sea el cielo, pero esto es lo más cercano para mi. Miré el techo, y luego los costados, ¡esta habitación está hecha un asco, prometo limpiarla pronto!. 

Cubrí mi cuerpo con mi suave manta, estoy algo ansiosa. Llevé mis manos mi pecho y comencé a respirar pausadamente; cerré mis ojos, y poco a poco fui perdiendo noción de lo que ocurría a mi alrededor.

—¡Prometiste ser la primera persona que vería!

—Lo sé, pero no pude, aunque no eres tan tonto como para no darte cuenta de que eso sería casi imposible...– lo miré apenado.—¡Y puedes culpar a papá, porque yo quería quedarme pero él me obligó a irme!

—Está bien, te perdono, pero ya no te robes mi comida.

Rodé los ojos.—La comida es de todos Luke.

—Pero papá la compra especialmente para mi.

—Red... solo tenías que decir que a ti también te gustan los jugos y galletitas que come Luke, yo hubiera comprado más y ya.– dijo burlonamente papá.

—¡Ya entendí!.– dije fastidiada.

—En fin, ¿cómo te sientes Luke?.– habló Taylor.

—Diría que estoy bien, tengo hambre, ¿es normal que sienta un poco de dolor?

—Lo es, según me explicó el doctor, debería ser por los puntos de la cirugía.– él asintió sin más.

—¿Cuando podré volver a casa?

—Mañana temprano.

—¡Que bueno!. Estoy harto de estar aquí.

—Eso sí, nada de de esfuerzo extra, deberás descansar al menos hasta que la venda salga. 

—¡Claro!

Como ven, Luke ya está fuera de peligro, la cirugía fue un exitoso y pronto volverá a casa. 

Él resto del día la pasamos aquí, Taylor tuvo que irse temprano pues tenía trabajo que hacer, pero volvió a la noche solo para llevarme a casa. ¡Ya parece mi chófer personal!

A la mañana siguiente desperté temprano, y salí de mi cama a regañadientes. Tomé la toalla que estaba tirada sobre la silla de madera que se encontraba en mi habitación y fui al baño, donde tomé una ducha mientras de fondo escuchaba a Taylor Swift, ¿pueden creerlo?, yo tampoco, es mi gusto culposo. Recuerdo que Taylor,– la novia de mi padre, para aclarar– ella es muy fan de Swift y es raro, porque se llaman igual pero son tan diferentes. ¿Conocen a Margot Robbie?, bueno, tiene cierto parecido a ella, solo que con los ojos marrones. En síntesis, Taylor es muy fan de Tay Tay, y los primeros meses de relación con mi padre quería meterme sus canciones hasta por los codos, ¡hasta que lo logró!, ahora soy muy fan de sus canciones, ¿han escuchado Getaway Car?, ¿no?, pues deberían, es de sus mejores canciones, la letra, producción, todo es genial.