02/02/16
Aquí estoy de nuevo. Me adelantare un poco nada mas a cuando un día de la nada decidiste que nos iríamos a una pequeña excursión, sólo llegaste, preparaste todo y dijiste "Nos vamos de camping" pensé que estabas loco pero a la final, me enamore de esas locuras, de todas esas ideas que se te ocurrían, por lo que me vestí y mi perro y yo nos fuimos contigo al bosque. Siempre he amado a la naturaleza, el aire libre, de todo lo hermoso que Dios había creado y que en la ciudad no se podía apreciar por todos los edificios que el hombre había creado. Ese día mi amor hacia ti fue creciendo un poco más.
El hecho de que solo con una sonrisa pudieras hacerme olvidar todo mi dolor y sufrimiento, era increíble. Y te ame por eso, por todo eso y por mucho más, y siempre te amare. Nunca fuiste una persona realmente romántica, aunque ese día todo fue muy romántico, sobretodo el picnic en medio de la nada, con una vista maravillosa de las montañas y del atardecer, no quería admitirlo pero me estaba enamorando de ti y claro que tenía miedo, todos tienen miedo por el hecho de que no saben que te dirá la otra persona y por esa razón me quede callada por mucho tiempo, esperando a que tu lo dijeras primero, que tontería porque a la final yo te lo dije primero, o debería decir que te lo grite en frente de muchas personas.
¿Lo recuerdas, cariño? ¿Recuerdas ese día? Que habíamos tenido una tonta pelea porque tú querías ir al juego de béisbol pero yo quería ir al cine, así que a la final tomamos camino separados. Aquel día cuando llegue al cine y vi tantas parejas agarradas de manos o besándose, me sentí triste, y cuando estaba a punto de comprar el ticket escuche como las personas vitoreaban debido a que nuestro equipo había hecho un Home Run, sentí que ese era una señal, una señal de que no estaba en el lugar correcto. Por lo que corrí hasta mi auto, me subí y como pude llegue hasta el estadio, claro que tener conocidos hizo que todo fuera más sencillo. Espere hasta el medio tiempo y hable por aquel micrófono en frente de millones de personas, moría de la pena, pero no me importaba, solo deseaba que tú escucharas. Sólo te hablaba a ti.
"Malcolm, en donde quieras que estés, debes saber que me di cuenta de varias cosas. Primero, ya no sé cómo vivir sin ti y sé que esto no era lo que buscábamos, pero sólo llegó, a veces el corazón quiere lo que quiere. Segundo, aunque a veces realmente no te soporto se que soportarme a mi tampoco es sencillo, así que te admiro demasiado por eso, por aceptarme como soy, por quien soy, por no intentar cambiarme y por hacerme tan feliz y tercero, pero lo más importante, te amo, Malcolm, y da miedo, mucho, pero me da aún más miedo no decírtelo y seguir perdiendo oportunidades por dejar que mis miedos me gobiernen. Por eso lo grito a los cuatro vientos y frente a millones de personas, te amo Malcolm."
Creo que ese fue el discurso más cursi que he dado en toda mi vida, pero no importaba, porque a la final corriste hacia mí, me levantaste y me gritaste que también me amabas, el escuchar aquellas palabras hizo mi vida muy feliz.
Tu me has hecho muy feliz, podría decir que la mujer más feliz del mundo. Aunque creo que todas las mujeres siempre dicen eso, así que me has hecho el ser humana más feliz de todo el sistema solar. Esto lo provocas tú, y solo tú mi amor, lamento todas las tontas discusiones que alguna vez tuvimos pero no lamento que gracias a esas discusiones nuestro amor se hizo más fuerte y se que lo que acabo de escribir no tiene mucho sentido, pero no importa, porque lo importante es que te amo, hoy, mañana y siempre mi amado hombre musculoso.
A los días de ese gran evento fuimos al supermercado juntos, compramos juntos a pesar de que aún no vivíamos juntos. Algo raro, pero tú querías experimentar eso antes, así que no me pude negar y te dije que sí. Claro que la tarde hubiera ido mucho mejor si esa chica semi desnuda no se hubiera aparecido y te hubiera abrazado con tanta familiaridad como lo hizo, y ¿lo peor? no la detuviste. Y por supuesto yo quede en segundo plano, celosa, ¿y tu? hablando con ella de lo más tranquilo como si tu novia no estuviera detrás de ti eligiendo la salsa de tomate. No lo iba admitir aquel día, pero si estaba celosa.
Celosa de que ella tan noventa sesenta noventa, rubia, de ojos azules, estuviera hablando contigo y tocandote a cada segundo, además de como se retorcia el cabello en sus dedos o como giraba la cabeza de media lado y sonreía, no lo soportaba más así que solo me fui de allí con mi carrito de las compras.
Un tiempo después no se cuanto, apareciste corriendo por el pasillo hasta llegar a mi. Me preguntabas el porque me había ido o porque no te había avisado y yo solo pensaba ¿En serio, Malcolm? ¿No sabes porque me fui de allí? No te creía tan despistado. Pero aún así lo fuiste, recuerdo que yo solo te dije que debía terminar con mis compras y que tú parecías muy ocupado hablando con tu "amiga" Sí, estaba muy celosa. Ahora lo recuerdo y me da risa, porque yo nunca había sido celosa, pero contigo lo era, quizás estaba muy insegura de que un día decidieras irte y dejarme por una chica como esas. Claro que tiempo después me di cuenta de que mi inseguridad solo vivía en mi mente.
Siempre tuya.
Nicole.
12/04/15
-Estas loca ¿lo sabías? -Me río mientras la abrazo con fuerza, estamos en medio del campo de béisbol y realmente me importa muy poco, solo me importa la chica que se encuentre entre mis brazos.
-Lo sé, pero así es más divertida la vida. ¿No lo crees? -Dice y me besa.
-Si, tienes razón. -La dejo en el suelo, agarró su mano y nos vamos del estadio. Ese día termine de ver el partido junto a la mujer que amo, tan cerca de los jugadores que parecía casi un sueño, uno del cual nunca quería despertar. Y es que ¿Qué mejor que ver a tus jugadores favoritas en primera fila junto a la mujer que te hace tan feliz?