04/02/16
Hola, mi amado, acá estoy de nuevo yo. Esta mañana recordaba muchas palabras o frases que me decías tantas veces, o que le decias a otras personas, últimamente me hace falta tener más ánimos en mi vida, no se me ha sido fácil, aunque luchó mucho cada día por seguir adelante, por superar todo lo malo, a veces simplemente es difícil y solo necesito estar acostada en la cama escuchando tus palabras, viendo tu sonrisa, tus ojos brillantes y tus hombros anchos... divinos hombros anchos.
No es fácil admitir que me he equivocado... pero me he equivocado, nunca debí irme, nunca debí desaparecer, nunca debí decirte adiós. Pero lo hice.
Recuerdo una vez que te pidieron dar un discurso de graduación en tu antiguo instituto, lo cual te sorprendió bastante pero tambien te sentías orgulloso de aquello, que te hayan tomado en cuenta, que se acordaran de ti después de tantos años. Aquel día estabas muy nervioso, pero te veías sumamente guapo con tu traje azul marino, camisa blanca y corbata gris plomo. Fui contigo y aunque las chicas eran menores de edad, sentía celos de que te miraran de aquellas maneras, lo cual era muy tonto de mi parte, dado que... bueno... eran niñas.
Antes de subir las manos te sudaban y te temblaban, me decias que no podías subir, que no querías subir, que seguramente ibas a cometer a algún error, pero ¿recuerdas que te dije yo? que ibas a estar, que te iban a adorar y que en ningún momento te equivocarias, y que al bajar de aquel podio yo estaré esperándote, como siempre lo haría.
Así que, me besaste y subiste, yo te veía desde un lado del escenario orgullosa de ti. Recuerdo muy bien esas palabras que te dijiste, tanto como si lo hubieras dicho ayer.
"Muy buenas tardes a todos, y ante que nada felicidades a todos los graduandos y gracias a la directiva del instituto por haberme invitado esta tarde para dar el discurso de cierre. Hace algunos años yo estuve en su lugar, estaba orgulloso de haber luchado todos esos años de estudios para poder graduarme. Estoy seguro que mucho de ustedes se sienten en estos momentos de la misma forma en la que yo me sentí hace algunos años, que a pesar de ser adolescentes, muchos de seguro han tenido vidas difíciles, pero aún así han querido salir adelante, luchar por el sueño que desean, quizás muchos han tenido becas o consiguieron becas para poder cumplir su sueño de ser lo que quieran en la universidad. Yo por mi parte obtuve una beca en baloncesto, lo cual era mi sueño en aquellos momentos, y gracias a aquella beca logré obtener mi título en Ingeniería Mecánica para luego poder obtener un grandioso trabajo que me llena de orgullo.
Muchos de ustedes quizás en estos momentos no sepan qué es lo que quieren estudiar o hacer con su vida, lo único que yo les puedo decir es que si luchan por lo que quieren, no lo abandonan, no le dan la espalda, lo podrán obtener. Es posible que no de inmediato, pero si lo quieren, lo van a lograr. Alguno deben sentir que están desesperados por salir de aquí de una vez por todas, queriendo escapar de todos aquellos años que los van a perseguir hasta que ustedes decidan cortarlos y perdonar. Muchas tragedias suceden en la adolescencia más que en la adultez, la diferencia que hacemos todos en superar aquellas tragedias para poder seguir adelante y lograr todas aquellas cosas que en algún momentos alguien te dijo que no podías. La idea no es lograrlas para demostrarles algo a ellos, sino para ustedes mismos, para que vean que pueden hacer todo lo que desean y mucho más, nunca abandonen algo por miedo al qué dirán.
Las oportunidades aparecen en frente de sus narices, la idea es quitarse la venda de los ojos para poder ver aquellas oportunidades y aprovecharlas. Nunca elijan algo para hacer feliz a su familia, a sus amigos o al resto del mundo. Deben elegir algo que les apasione, que amen, que atesoren, que sepan que dentro de diez o quince años van a decir: Esto es lo que yo quería en mi vida. Y no como muchos que dicen: Esto no era lo que yo quería para mi.
Aunque los padres son sabios y tienen mucha más experiencia que nosotros, deben saber que ellos también son humanos y se pueden equivocar, muchos de seguro elegirán carreras para hacer felices a sus padres, pero les pregunto ¿Dónde quedaría su felicidad al elegir algo que realmente no quieren ni desean? o vestirse de alguna manera para encajar con el resto del mundo, pero ¿Dónde quedaría tu verdadera personalidad? o que elijan alguna dieta para verse delgadas o inyectarse esteroides para ser más grandes, pero ¿Dónde queda su autoestima en todo ese proceso?
Son muchas preguntas que se deben hacer a ustedes mismos, pero otras personas creen que porque tienen a sus padres con una billetera infinita, piensan que pueden hacer o decir lo que quieran y todos caerán rendidos a sus pies. Pues dejenme decirles que el mundo exterior existen personas peores que ustedes y que tienen mucha más experiencia.
Sin más que decir, me despido esta tarde diciendo de nuevo felicidades a todos por llegar hasta este punto y poder cumplir sus sueños. Gracias."
Oh, amor mío, recuerdo que después de aquel discurso llore de la emoción... y es que aquellas palabras eran tan ciertas y ellos sin saberlo, tú hablabas de ti mismo, de tu adolescencia y lo difícil que fue para ti el poder graduarte debido a tu situación tan delicada con tu familia irresponsable. Siempre te lo dije y te lo vuelvo a decir, nunca me he podido imaginar por todo lo que llegaste a pasar, recuerdo aquel día que me comentaste todo lo que te sucedio y todo aquello que tus padres te llegaron a hacer, como tuve que limpiarte las lágrimas que caían por tus mejillas, como te encontrabas tan molesto contigo mismo y con tus padres. Pero yo estuve allí contigo, a tu lado, apoyandote y dandote fuerzas. Me hiciste prometerte que siempre estaría contigo, y así lo hice.